29 de febrero de 2012

El milagro que necesitamos

Del beato John H. Newman leemos:
“San Benito se encontró un mundo social y material arruinado y su misión fue ponerlo otra vez en su lugar [ ] de un modo calmo, paciente y gradual [ ] hasta que estuvo terminado.

Se veían hombres silenciosos en el campo o en el bosque, excavando, desenterrando y construyendo, mientras que otros hombres silenciosos, que no se veían, estaban en el frío del claustro, cansando sus ojos y concentrando sus mentes en copiar y recopiar [ ].

Ninguno de ellos protestaba [ ] poco a poco, los bosques pantanosos se fueron convirtiendo en ermita, casa religiosa, granja, abadía, pueblo, seminario, escuela y por último en ciudad”
Este milagro sucedía en el siglo VI de nuestra era.

El cristianismo, como el hombre, siempre ha tenido enemigos; la existencia tanto de uno como del otro, no parece haber sido bien recibida por el mundo. A períodos de bienandanza, le suceden los de desdicha en los que el Espíritu ha suscitado hombres y mujeres que le han plantado la cara.

Benito en su tiempo supo lo que debía hacerse, lo mismo Francisco en el suyo; también hoy lo sabe Benedicto XVI quien, citando a Tomás de Kempis en el Angelus del domingo 26 de febrero decía “es con la paciencia y con la verdadera humildad como nos haremos más fuertes que cualquier enemigo” y, bien sabemos que ninguno mejor que el sabe que el mayor enemigo de nuestro tiempo es “la tentación de suprimir a Dios, de poner orden solos en uno mismo y en el mundo contando exclusivamente con las propias capacidades”

Muchos hombres y mujeres de nuestro tiempo se nos han adelanto al seguir la inspiración del Espíritu que les ha hecho reconocer que “es el momento propicio para renovar y fortalecer nuestra relación con Dios a través de la oración diaria, los gestos de penitencia, las obras de caridad fraterna”; lo se, porque los tengo por decenas a mi alrededor, son todos aquellos que se han dispuesto al trabajo de ser cristianos.

“Ciertamente”, decía don Giussani en el 2004, “donde se comprende que el trabajo últimamente es oración, es decir, es una petición: pedirle a Dios que te reponga, que te devuelva el equilibrio, que de nuevo tus ojos sean lúcidos, que dé fuerza a tú corazón. Entonces comprendes que [la oración] sirve para renovarte completamente”, para renovarte y renovar el mundo completamente.

En el siglo VI, como en nuestro tiempo, hubo necesidad de un milagro; ahora como entonces, existe no solo un Benito que sabe cuál es el milagro que necesitamos sino hombres y mujeres quienes, silenciosamente y sin protestar, se han puesto a la tarea de alcanzarlo. 

“Rezar es un milagro y es necesario aceptar el milagro”
L. Giussani, El atractivo de Jesucristo, Ediciones Encuentro, Madrid, 2000, págs. 234-235


Dedicado a mis amigos rezadores y a todos aquellos que atenderán la urgencia de rezar que el Espíritu continuamente suscita en su interior.

24 de febrero de 2012

"Pero, es que existe algo que no sea nuestro problema?"

Quisiera reunir varias cuestiones en esta entrada porque todas tienen relación.

Para empezar la cita de Julián Carrón que despierta en mí la memoria de Cristo: “Para uno que está enamorado todo se vuelve interesante: una buena noticia, un encuentro, cualquier cosa que suceda todo se vuelve interesante. A uno que ha encontrado a Cristo, todo se vuelve signo de Él”.
 
De Cristo, su memoria, me la trae el padre Carrón con su cita pero también el padre Javier, la monjita con la que me encontré el otro día. Me la despiertan un par de niños hambrientos y su madre a quienes alimento y, así, muchos me la despiertan.

Si me la despiertan es, en principio, porque soy bautizada y porque del Bautismo he recibido la Gracia de haberme hecho hermana de Cristo y con ello la oportunidad real de tener sus mismos sentimientos y pensamientos. No poca cosa es esto del Bautismo. Y no lo es porque es inmersión en el Misterio Pascual de donde recibo la oportunidad real para vivir en un mundo que me adversa, tal como a los primeros cristianos, enamorados y locos de alegría por el martirio.

Ahora bien, para alguien enamorado de Cristo todo es interesante por lo que, estando así de enamorado, también todo, comporta un problema, una provocación, un desafío. Claro que sí. Soy soltera pero eso no me hace ciega ante el hecho de que estar casado es un problema para la soltería, así como tener hijos sanos y/o enfermos lo es para la vida del matrimonio. Un problema que sacude y que transforma. 

Ningún cristiano que se precie de serlo querrá evitar esa cruz. La cruz que es la propia vida porque sabe que, asiéndose de ella, encuentra libertad, no solo para vivir alegre, sino para morir en Esperanza.

Por supuesto, siempre existe el riesgo de ser o dejarnos ser cristianos que, fuera de la dificultad de organizar a la familia para ir a misa, no encuentra ningún problema en serlo. Nada le sacude, nada le interesa, nada es signo de Cristo para el. Nada le transforma. Ante lo cual no se ni qué decir.

Eso si, lo que si puedo decir es que, siendo bautizada he recibido por Gracia la oportunidad real de tener de Cristo sus mismos sentimientos y pensamientos que me permiten amar antes que juzgar pero también juzgar para cuando se trata de la salvación de las almas y ver en ello todo un desafío.

Habrá personas para quienes nada es un problema, ni los Yanomami sin bautizar en la Amazonia, ni los vecinitos hambrientos, también sin bautizar. Ni siquiera se harán problema con organizarse para ir a misa ya que, si resulta engorroso, mejor lo dejan para el próximo domingo.

Así es como somos y así estamos. Viviendo como si el Bautismo fuera un accesorio, dejando morir la Gracia, pasando de largo de los problemas que no son sino desafíos, provocación para encontrarse con el Resucitado; dejando pasar la Cruz y con ello, la oportunidad real de vivir en alegría, locamente enamorados.

¡Si es lo que les digo! Yo, enamorada, problema me hago hasta de los que no se hacen problema con nada; pero, es que existe algo que no sea nuestro problema?


Quizá te resulte interesante leer además:
“¿Es cristiano negar el Bautismo?”
“Ese no es mi problema ¿Cuanta veces hemos oído/dicho esta frase?”
“(170) De Cristo o del mundo -XII. Los mártires de los primeros siglos. 2”

22 de febrero de 2012

Probablemente, tenga razón el Nuncio, respecto a la Hora Santa y lo demás

No creo que ningún sacerdote no desee llegar a ser santo; es decir, el solo planteárselo, es absurdo. Los sacerdotes, incluso, por sobre los no consagrados, son seres apasionados por la santidad o que tendrían que serlo. Digo yo.

Aunque, es cierto, como en todo, algunos yerran el camino pero no es la regla que los sacerdotes se extravíen.

Sin embargo, le decía a una amiga recientemente que, en el poco más de medio siglo de edad que tengo, nunca –hasta que conocí al sacerdote funcionario del Vaticano- había conocido ese tipo de sacerdote. Lo cual no se si es bueno o malo, mejor dejémoslo como que el mencionado cura, sencillamente, es solo un tipo de sacerdote y que pueden y –de hecho existen- muchos otros tipos de sacerdotes.

El caso es que éste me impactó. Pasé únicamente el día domingo con la familia amiga suya que lo acogió en su casa y junto a quienes comí, reí, recé, conversé pero al sacerdote, además, lo observé celebrar misa, rezar todas las Horas, vestir pudorosamente aún cuando estábamos en la playa. Lo escuché hablar desde lo más trivial hasta sobre los más serios asuntos trabajo, todo dentro de un marco de alegría, respeto y esperanza del que nunca antes había tenido experiencia.

Esas pocas horas bastaron para darme cuenta que existe este tipo de sacerdote y, que si no lo hubiese conocido, a estas alturas no sabría cómo es un sacerdote del tipo que me impacto ya que me remitió a algo fuera de este mundo o –al menos- a algo fuera del ámbito de mi experiencia, para no ser tan exagerados.

Ayer, leyendo un artículo en que narraba el itinerario de un día ordinario de S.S., reconocí que el sacerdote del Vaticano tiene un ritmo de vida semejante, sobre todo en la vivencia de la oración, los sacramentos –misa diaria incluida, obviamente-, ejercicio, trabajo intelectual, familiar, pastoral y social, etc.

Mons. Cottier, señaló en Avvenire, que el Santo Padre es “columna que sostiene hoy la Iglesia” lo que me hizo pensar en qué es lo que sostiene a, por ejemplo, mi parroquia. Pues bien, la sostiene un sacerdote. ¿La sostiene? ¿Cómo o en qué la sostiene? No la sostiene en la misa diaria porque no tenemos misa diaria, por ejemplo; y, así por estilo, para no ir más hondo.

Eso es a lo que voy. Es de sentido común que todos y cada uno de los sacerdotes son seres apasionados por la santidad, es claro que existen muchos tipos de sacerdotes, ha quedado en evidencia que el sacerdote que es Benedicto XVI y el sacerdote amigo funcionario del Vaticano son más o menos del mismo tipo ya que se sostienen en la oración y la vida sacramental, es decir, en Cristo. Y queda claro, también, que –por lo mismo- la Iglesia se sostiene.

Se sostiene, para ser más precisos, por un solo sacerdote que ha dicho “si” a Cristo cuando lo llamó a dirigir la barca de Pedro. Uno solo, cuya pasión por la santidad, no puede ser más evidente.

Y, así –con lo evidente que es- no para todos el es opción de sostén, lo cual hace que me pregunte: ¿Qué tal sería la Iglesia y nuestro mundo si este tipo de sacerdote fuera lo habitual? Cómo serían las diócesis y las parroquias? Cómo sería mi vida?

No lo se. Intuyo que podría ser algo mejor porque podría, para empezar, asistir a misa diaria como antes; pero lo que tengo, aunque es poco, es algo que he de aceptar tanto como agradecer. Es un hecho, no dispongo de misa diaria cerca de mi casa y tampoco no todos conservamos nuestra pasión por la santidad.

Monseñor, el Nuncio para Costa Rica, decía que quizá el que algunos sacerdotes encargan la Hora Santa a los ministros extraordinarios es la razón por la cual los fieles no han llegado a comprender el significado e implicaciones de una vida de oración. Probablemente, tenga razón el Nuncio, respecto a la Hora Santa y lo demás.

21 de febrero de 2012

“Existen prácticas en Costa Rica que atentan contra la grandeza de la liturgia”

No lo dice esta servidora, lo ha mencionado desde diferentes ángulos y en relación a diversos aspectos de la liturgia, Monseñor Pierre Nguyen van Tot, Nuncio Apostólico de S.S. Benedicto XVI para Costa Rica, en el documento que entregara el 02 de febrero y a su solicitud a la Conferencia Episcopal.

Lo ha mencionado, además, dentro de un contexto de exquisita caridad y con un lenguaje pletórico de afecto lo cual, personalmente, agradezco y se que agradecen los Obispos, presbíteros y seminaristas de mi país quienes han visto -de esta forma- plasmado en corrección fraterna el mensaje con que Benedicto XVI ha inaugurado la Cuaresma del presente año.

El documento es un deleite en cuanto a la sensibilidad y el respeto que manifiesta S. Excia. hacia la cultura de mi país; es una joya en el sentido de la claridad acerca de su labor como Obispo, como Nuncio Apostólico pero también como sacerdote quien, como uno más, ha debido enfrentar todo tipo de dificultades; motivo por el cual, -quizá- ha sido solidario y generoso con nuestros apreciados sacerdotes.

Su afecto por ellos se ve reflejado de igual modo en la lucidez que expresa hacia el final del documento cuando menciona que la oración “será una ayuda importante para enfrentar las situaciones que les he comentado y que requieren una corrección impostergable [ ]”; se nota también en cuanto no disminuye su seguridad cuando menciona que ha habido casos en los que se ha actuado sin dolo y se observa también cuando afirma que “haciendo los cambios que hemos apuntado lograremos enseñar correcta y asertivamente a nuestros fieles la grandeza del Misterio Eucarístico y el lugar central que la Eucaristía debe ocupar en nuestras vidas”.

Pues bien, esta ha sido –en términos generales- mi apreciación sobre las palabras de Monseñor a la Conferencia Episcopal sobre las que regresaré, dicho sea de paso, más adelante; por el momento, hago únicamente entrega formal del resumen que he elaborado del documento titulado “Sobre el recto desempeño del servicio pastoral” el cual, estoy segura, representará un punto de cambio en la vida litúrgica de mi país y que, quien tenga una fe fuerte, verá traducido en signo del inconmensurable amor de Dios por el pueblo católico costarricense; razón de sobra para regocijarme en mi condición de testigo.

A continuación el resumen del documento.

 
Sobre el recto desempeño del servicio pastoral
(Resumen[1])
Mons. Pierre Nguyen van Tot
Nuncio Apostólico de su Santidad Benedicto XVI para Costa Rica
02 de Febrero del 2012
Departamento de Comunicación - Diócesis de Alajuela

1)    Deber de los Obispos de enseñar respeto debido al Misterio Eucarístico
La admiración y respeto por el Misterio Eucarístico ha de ser llamada para que los Obispos se preocupen por renovarla y enardecerla en ellos mismos y en los fieles.
Enseñar a los fieles en esta materia es exigencia ineludible y encargo particular que han recibido los Obispos como pastores de la Iglesia.

2)    El ambiente de recogimiento en los templos
La grandeza de la liturgia solo podrá ser apreciada si existe en los templos un adecuado ambiente que propicie la apertura a la trascendencia.
Existen prácticas en Costa Rica que atentan contra la grandeza de la liturgia.
a.  El silencio Conviene que exista silencio en el templo antes de la celebración para preparar el corazón. Los fieles sean educados en este aspecto mediante el testimonio de los sacerdotes y seminaristas.
b.  Del templo y la liturgia El templo es para uso exclusivo de las celebraciones litúrgicas, por tanto, han de evitarse aquellas actividades que reduzcan o hagan perder de vista el sentido de lo sagrado.
c.   Fotografías Las fotografías han dejarse para antes o después de la celebración.
d.  La Reserva o Sagrario El Sagrario así como el altar han de ocupar el lugar correspondiente y ser revestidos con lo indicado en la Ordenación General del Misal Romano. La arquitectura sagrada sea acorde a las disposiciones eclesiales. Conviene en cada diócesis un santuario para la Adoración Perpetua.

3)    Las formas de celebrar la sagrada liturgia
Se constatan una serie de prácticas que distancia a los sacerdotes de las enseñanzas de la Iglesia
a)      Impuntualidad y el activismo pastoral La impuntualidad de los sacerdotes transmite una idea insuficiente del valor de la Eucaristía lo que señala una situación más grave como es su activismo pastoral que, entre otros, pone en riesgo su salud espiritual, todo lo cual se ve reflejado en la liturgia.
b)      Uso de las vestiduras litúrgicas correspondientes El Santo Padre ha demostrado su preocupación sobre el tema. El Obispo ha de velar por el uso correcto de las vestiduras litúrgicas y que éstas se empleen como lo determinan las normas. Los seminaristas deben ser instruidos para presentarse en la celebración como corresponde a la condición que les es propia.  
c)      Los tiempos litúrgicos Existe un vacío de formación en la teología del tiempo litúrgico en algunos de los sacerdotes que debe ser remediada. Es necesario orientar a los sacerdotes y a los fieles para que vivan el espíritu propio de cada tiempo litúrgico.
d)      El canto y la música en la liturgia La liturgia ha de celebrarse de forma digna, decorosa y evangelizadora por lo que han de evitarse los géneros musicales que exaltan el ánimo, los sentimientos, dispersan y hacen imposible un verdadero ambiente de plegaria. Ha de evitarse favorecer el empleo de música de contenido y origen protestante. Ha de corregirse el error de considerar el canto gregoriano una pieza de museo pues es antagónico con el verdadero espíritu del Concilio Vaticano II. Han de darse los pasos necesarios para que este tesoro sea conocido y valorado. Ha de prestarse atención, por tanto, a la enseñanza del latín en el Seminario. Los Obispos orienten a los sacerdotes y fieles laicos para que se supere la idea de que la liturgia es un espacio para complacencias personales.
e)      No cambiar los elementos de la liturgia No es correcta la costumbre de modificar, suprimir o agregarle nada a la celebración litúrgica. Los ritos litúrgicos deben ser desarrollados recurriendo a los libros debidamente aprobados por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.

4)    La forma de participación de los fieles laicos.
La Ordenación General del Misal Romano nos hace entender que los gestos corporales de los fieles deben verse siempre ordenados a su integración al Misterio.
a)      Vestir con decoro La dignidad inmensa de la liturgia exige cierta forma de presentación personal. Ha de evitarse indumentaria propia de un espacio deportivo o aquella que deja de lado las normas del pudor y del decoro.
b)      Gestos litúrgicos Urge recuperar aquellos aspectos que permiten al hombre encontrarse con la grandeza que le es propia en razón de su condición de ser “imagen de Dios”.  
c)      El rito de la paz El rasgo de la expresividad corporal de los pueblos latinoamericanos requiere de una certera orientación dentro de la liturgia. El “rito de la paz” ha de ser un gesto que no dificulte la preparación para el momento de la comunión. El rito de la paz es suficiente vivirlo con quien se tiene al lado. El momento para saludar al sacerdote es recomendable trasladarlo al principio o al final de la celebración y fuera del templo. Urge la formación de laicos y sacerdotes en este aspecto.
d)      Comunión de los fieles laicos
-         Adecuada disposición Los Obispos han de corregir con prudencia y firmeza el que los fieles se acerquen indiscriminadamente a la recepción de la comunión ya que, para recibirla, es necesaria determinada disposición espiritual sobre la que han de recibir formación los fieles.
-         Una postura acorde con la grandeza del Misterio Eucarístico Imperan el materialismo y relativismo por lo es momento para atender a Juan Pablo II y Benedicto XVI en cuanto al asentimiento del entendimiento y la voluntad que se ha de prestarse al Sumo Pontífice o al Colegio de Obispos en sus enseñanzas aunque éstas no hayan requerido de proclamación con un acto decisivo (canon 752) En consecuencia [  ] solicito formalmente a la Conferencia Episcopal de Costa Rica que [ ] se vuelva a distribuir la comunión a los fieles en la boca, estando éstos de rodillas.
e)      Ministros extraordinarios de la comunión La generosidad de los laicos en su servicio como ministros extraordinarios ha dado ocasión para ciertos abusos. Recuérdese que si hay número suficiente de sacerdotes [ ] no se deben designar ministros extraordinarios. Tampoco se les llame a ejercer tareas que corresponden al sacerdote como es la Hora Santa.

Dado en la Nunciatura Apostólica de Costa Rica, en la festividad de la Presentación del Señor en el Templo, en el día dos de febrero del Año del Señor, dos mil doce.



[1] Descargar el documento completo el cual contiene instrucciones específicas y debidamente fundamentadas en las enseñanzas de la Iglesia que está almacenado en el siguiente enlace: http://www.mediafire.com/?n3eii8gun4ypvdp

20 de febrero de 2012

Nuncio Apostólico ofrece colaboración en materia litúrgica a Obispos costarricenses

Presento a continuación la Introducción al documento que Monseñor Pierre Nguyen van Tot, ha titulado “Sobre el recto desempeño del servicio pastoral” con el cual ofrece su colaboración en materia litúrgica a los Obispos costarricenses.

Monseñor Nguyen van Tot es el Nuncio Apostólico de Su Santidad Benedicto XVI para Costa Rica.


 

-oOo-


A modo de introducción
 
Al contemplar hoy cómo Jesucristo es presentado en el templo y es proclamado por el Espíritu: Gloria de Israel y luz de las naciones,1 he dado gracias al Señor por todas las iniciativas con las que los Obispos de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, buscan que el Reino de Dios se establezca cada vez más en este pueblo. Pues, a lo largo del tiempo que el Señor me ha concedido vivir la fe al lado de ustedes, los costarricenses, he sido testigo de las infinitas gracias con las que Dios sostiene el peregrinar de la Iglesia en estas tierras.

Seguro -entonces- del sincero deseo que mueve a cada uno de los Obispos de las diócesis de Costa Rica, y como expresión del afecto colegial que nos une en virtud de nuestra participación en el ministerio episcopal,2 deseo ofrecerles mi fraterna colaboración en el recto desempeño de su servicio pastoral. Pues soy consciente al mismo tiempo de cómo mi condición de extranjero y la diversidad cultural de la que soy representante, me dan la posibilidad de notar algunos elementos que probablemente son menos evidentes para quienes se han desarrollado o tienen mucho tiempo de estar integrados en la sociedad costarricense.

En efecto, el fenómeno globalizado de secularización que envuelve al mundo tiene sus efectos también en este país centroamericano. Como muchos otros lugares, Costa Rica es víctima de corrientes materialistas y hasta paganizantes, que han provocado actitudes relativistas, en virtud de las cuales no siempre se da su justo valor a algunos detalles importantes con los que se construyen las grandes diferencias.3

Muy diferente es la visión que se nos ofrece en documentos como la Carta Apostólica “Vicesimus Quintus annus”, del amado y recordado beato Juan Pablo II, quien presenta a la liturgia como epifanía de la Iglesia;4 es decir, como lugar donde el Misterio debe resplandecer para alabanza de Dios e instrucción de los fieles, tal y como lo enseñan también los documentos del mismo Concilio Ecuménico Vaticano II.5 Textos que, entre muchos otros, nos hacen entender que los sagrados ritos de la liturgia son espacios donde cada católico -sacerdote o laico- debe aprender a ser creyente. Razón por la cual las acciones litúrgicas, y especialmente la Santísima Eucaristía, debe brillar por la recta expresión eclesial: la forma de hacer cada uno de los gestos debe expresar claramente la fe que se vive y que se desea transmitir. No basta -entonces- con creer, es igualmente importante expresar esa fe de forma diáfana y eclesial; para lo cual se deben cuidar los detalles más pequeños que, aunque muchas veces escapan al mundo de lo racional, resultan esenciales en un proceso de comunicación.

Algunos de esos importantes elementos de expresión y comunicación son los que ahora quiero compartir con Su Excelencia y con todos los demás Obispos de la Conferencia Episcopal de Costa Rica. Pues todos nosotros compartimos el deseo de ser cada vez más claros en la manifestación y transmisión de esa fe que da sentido a toda nuestra existencia; justamente porque nos abre la posibilidad de participar en un proyecto de salvación, cuyas consecuencias fundamentales no se reducen al campo de lo social sino que se ubican en el ámbito de la trascendencia.

Las inquietudes que ahora comparto nacen de lo que he podido ver en los distintos lugares que, tanto dentro como fuera del Gran Área Metropolitana, he visitado desde que empecé este servicio entre ustedes. Tiempo en el que he podido contemplar un gran amor por la persona del Santo Padre y por todo lo concerniente a la fe y a la Iglesia; amor que merece ser cuidado y enaltecido, justamente en virtud de su grandeza.


—————————————-
1 Cf. Prefacio El misterio de la Presentación del Señor.
2 Cf. CONCILIO ECUMÉNICO VATICANO II, Constitución dogmática sobre la Iglesia “Lumen Gentium”, n° 23.
3 Su señor le dijo: “¡Bien, siervo bueno y fiel!; ya que has sido fiel en lo poco, voy a ponerte al frente de mucho. Entra en el gozo de tu señor (Mt 25, 21).
4 JUAN PABLO II, Carta Apostólica “Vicesimus Quintus annus” en el XXV aniversario de la Constitución sobre la sagrada liturgia, n° 9.
5 Cf. CONCILIO ECUMÉNICO VATICANO II, Constitución sobre la sagrada liturgia “Sacrosanctum Concilium”, n° 7. 11. 33.

17 de febrero de 2012

Las redes sociales se prestan para todo

Y, cuando digo “todo”, es, para todo.

Dejando de lado su aspecto sórdido y tenebroso, detengámonos en el luminoso, pródigo y honesto el cual es el que, obviamente, tendría que interesar a cualquier católico o persona de buena voluntad. 

De años que tengo en la red, muchos menos que Néstor Mora, por ejemplo, quien -para cuando lo conocí tenía aproximadamente doce años de andar en éstas- lo mío no es nada. Tengo a lo sumo unos ocho años de deambular por la Red, saltando de aquí a allá, hasta llegar a conocerla y explotar su enorme potencial para el bien.

Dando mis primeros pasos en esta búsqueda fue que eché a andar un foro que -para lo único que me sirvió- fue para volverme una experta en regarme las bilis. Del foro salté a facebook y allí fue donde –creo- finalmente “se me prendió la luz”. Digo que fue así porque de facebook surgió la idea de abrir un blog el cual es el que están leyendo. Del primer blog nació otro y otro y uno más hasta un total de cinco y uno más que administro.

En el propio facebook al día de hoy tengo cuatro grupos: “Amigos de Catholic Voices Costa Rica”, “Amigos de la Sagrada y Divina Liturgia”, “San Jerónimo” (el grupo que abrí para mantener en comunicación a los de mi barrio) y el que he llamado “Red de Solidaridad”

Para hacerles la historia corta, diré que del primer grupo se generó el contacto con Jack Valero de Catholic Voices UK quienes estarán echando a andar próximamente el proyecto en nuestro país y, del segundo, surgieron las personas que están dedicadas a la conformación de Una Voce Costa Rica y, aunque –actualmente- ambos proyectos están en otras manos, queda con esto en evidencia, el potencial para el bien de las redes sociales. 

Todo esto nada más que para mencionar nuestro pequeño y más recientemente abierto grupo llamado “Red de Solidaridad” el cual es de una belleza bárbara. Saben lo que hemos venido haciendo allí? Pues, hemos venido acompañando en el drama de su vida diaria a una familia de escasos recursos de mi comunidad. 

La experiencia ha estado plagada de bendiciones, aquí y allá. El Señor nos ha venido cambiando el corazón de piedra en un corazón de carne; tanto así que, tomaría días contarles lo acaecido así como las decenas de personas y vínculos que se han establecido a partir de esta pequeña y tan sencilla iniciativa. 

Lo último y, de lo más bello que sucedió, fue esta mañana cuando la mamá me llamó temprano (demasiado temprano, por cierto) muy alarmada porque no tenía dinero para la merienda escolar ni para ir a trabajar.  Pues han de creer que yo le tenía diez mil colones que un donante me entregó así como una mochila para la escuela que llevaba dentro ropa para los niños, quienes, en cuanto la vieron echaron una risa de la contentera y ni que decir su mamá. 

Como ven, las redes sociales se prestan para todo y cuando digo “todo” es, para todo. Así que, anímense, ábranse a la realidad de la vida cotidiana así como a la de las redes sociales; háganlas converger creativamente, para mayor gloria de Dios y santificación nuestra. 
 
Háganlo, para que –en muchos en quienes parece que está muerta- reviva la Esperanza. 

¡Manos a la obra!



EVENTOS POSTERIORES A LA PUBLICACIÓN DE ESTA ENTRADA

Al momento de terminar de escribir esto, apareció mi amigo y profesor el joven Mauricio Lobo en facebook con el siguiente mensaje que hemos acogido en la Red de Solidaridad y dado divulgación.

Si algún costarricense me leyera y quisiera colaborar que me dejé aquí su mensaje, igual si un extranjero desea hacerlo.

Mauricio Lobo Rojas anda en busca de una bicicleta.

El siguiente es su mensaje:

"Paz y Bien, soy educador en el Centro Juvenil Luis Amigó, ubicado en San Jerónimo de Moravia, San José, Costa Rica.
Trabajo con jovenes con todo tipo de vulnerabilidad y riesgo social, tengo a mi cargo los jovenes semi internos, estos viajan todos los dias a sus casas.
Busco un bicicleta ya que un joven de escasos recursos no tiene la forma de costearse sus pasajes, por lo que una vecina le prestó un bici vieja, esta bici es para una persona de 8 años y el mide un poco mas de 1. 70m, por lo que estoy en busca de una que le pueda servir a nuestro héroe que desea salir adelante.
Confio en la bondad de Dios reflejada en todos!!!" 

Para mayores detalles del desarrollo de los acontecimientos visite Deo Omnis Gloria en InfoCatólica.

12 de febrero de 2012

¡Que no y que no!

Hoy domingo, palabra, que me parecía estar escuchando al Señor decírmelo muerto de risa tras salir de misa. 

Se lo comentaba a Lorca después de almuerzo cuando hablábamos por teléfono. Le decía: - “Te acordás de aquella entrada que opté por retirar sobre los Heraldos del Evangelio ya que me pareció inconveniente para ellos mezclarlos con el tema de los lefebvristas?” Claro que la recordaba, por lo mismo proseguí.

- “Pues te cuento que tenía dos domingos de no ir a misa con ellos por lo que hoy me dispuse a hacerlo. Salí de casa ilusionadísima porque recordaba la belleza que fue escuchar los cantos en latín y recibir la comunión de rodillas. Pero, no vas a creerlo. ¡Pasó algo divertidísimo!

Pasó que, desde que entró el presidente de la asamblea hasta que salió, no hubo más que dos breves cantos en latín a la hora de la comunión, todo lo demás en simple, llana y vulgar lengua vernácula; pero eso no es todo porque, si bien al momento llegado colocaron el reclinatorio pero, cuando me disponía a situarme en la fila, el diácono con el copón acompañado del acólito con su patena, llegó hasta mi de no se dónde y me ofreció la comunión, tan de repente, que ni tiempo de tirarme al suelo tuve; así que comulgué de pie y en la boca. Sin ninguna buena razón para reclamarle a nadie. Imagináte!” 

Se lo terminaba de decir mientras escuchaba su risa estridente al otro lado del teléfono. 

Pues si, reí, Lorca, bien que es para reír. Que no te digo? Fue como si me hubiera dicho: - “Ternurita bella. Ya se que venías muy contenta esperando escuchar cantos en latín y arrodillarte en el lindo reclinatorio, pero…, debí hacerlo, es que si no, de qué otra forma podría haber llamado tu atención acerca de mi persona? 

- “¡Cielos! Pues si, amado Señor. De ninguna otra forma hubiese estado más atenta de ti” 

Para este momento, Lorca y yo, nos sosteníamos la panza de la risa. 

Cuando nos calmamos, finalmente, le dije: - “Es para no creer el cariño con que nos trata el Señor, no es cierto? “Para mi” le decía, “cuando, atenta a la realidad descubro al Señor haciendo estas cosas (como el otro día que hizo salir el sol cuando tanto lo deseaba) se me colma el alma de tal ternura, gratitud y belleza como la que podría sentir un niño por su padre cuando le ayuda a subirse por primera vez en una bicicleta.

Yo, como el niño, miro al Señor observándome atentamente desde que salía de casa yendo ilusionada a misa; notando que estaba mucho mas concentrada en encontrarme con el latín y con el reclinatorio que con El. 

Puedo verlo muerto de risa mirándome salir de misa sin latín y sin reclinatorio, pero muy contento de verme a la vez contenta, más de lo que podrían estar los ángeles y los santos allá en el cielo, porque aquí en la tierra -este día y como si fuera la primera vez- me di por enterada de que El estuvo allí presente, en su Cuerpo, Alma, Sangre y Divinidad”.

11 de febrero de 2012

"Ojo al Cristo"

Miki Vinuesa, blogero de InfoCatólica, ha acertado en su observación: estamos todos locos

Y por lo locos que estamos, estamos divididos.

Basta ver a los curas austriacos que por centenas claman por desobedecer a la Santa Sede. Basta estar al tanto de los conflictos que en Japón se han producido por la relación entre los obispos y el camino neo-catecumenal. Sería suficiente con esas absurdas noticias que circulan sobre confabulaciones para destruir al Papa. Ni que decir lo que vivimos quienes nos relacionamos con la liturgia y, sin saber de cómo ni dónde, nos volvemos el blanco de progres y tradicionalistas. Y qué me dicen de las boberías por las que se dividen los grupos apostólicos y por las que algunas familias católicas se resquebrajan; eso, sin mencionar otro tipo de cuestiones absurdas por las que existen curas a favor de la línea pastoral de un obispo y otros silenciosamente en contra?

Pero, de qué hablo? Bastaría con mirarse a si mismo para darse cuenta lo difícil que es mantener el balance cuando se está inmerso en un ambiente con tanta división sin sentido, la cual –dicho sea de paso- hace muy bien su parte ejerciendo presión para sembrarla duda y, si no tanto, por lo menos exponernos a peligro de desgarres.

No, no estoy bromeando. Nada de esto es broma. Para comprobarlo habría que mantenerse al tanto de las barbaridades que se leen en determinados blogs o portales. Habría que ver con los propios ojos la clase de articulistas, entre ellos algunos sacerdotes y ni qué decir sobre conocer a sus comentaristas, todos, verdaderos locos.

Ante semejante locura, hemos de “parar en seco", hacer un ALTO y solo para evitar ser arrastrados por el torrente desbocado de la división. 

Y qué es la división sino el que cada uno ha perdido de vista lo importante? Y qué es lo importante? No lo sabes? Te lo diré. 

Lo importante es fijar la mirada en Cristo, en El en su Santa Iglesia, en ella –finalmente- en su Vicario.

Has de saber que tu asidero será darles completa adhesión, sin reservas de ningún tipo, sin sopesar que aquél o ese otro podrían llevar algo de razón. No. 

Si alguien lleva la razón es Cristo, su Iglesia, su Vicario. 

En el momento en que te permites inclinarte en adhesión incondicional a alguno que ha perdido de vista a Quien la debe, tu propia adhesión flaqueará y caerás, como peso muerto, al torrente que te arrastrará lejos de la comunión. Será que habrás dejado entrar la duda y con ello te habrás puesto “de a tiro” para que el Maligno haga lo suyo para convencerte de que, sobre los demás, llevas la razón.

Creo que así es como ha empezado todo. 

Recuerdan a Eva y a su apreciado Adán?

Ojo al Cristo*”, como dicen en mi tierra. 

Miki Vinuesa ha dicho que la solución es fácil y es que, además, la ofreció el padre Iraburu en su más reciente entrada:
“Ningún cristiano, ninguna asociación, ningún Obispo, ningún grupo de Obispos puede rechazar determinadas enseñanzas o mandatos de ese Magisterio apostólico sin dividir la Iglesia (skhisma,-atos), deteriorando su congénita unidad al anteponer al Magisterio sus propios juicios y valoraciones".


*Ojo al Cristo: Esta expresión se utiliza en mi tierra como voz de alerta para quien transita por rutas peligrosas.

7 de febrero de 2012

Pedigüeña cara dura II

Habiéndome el Señor sacado aquella sonrisa me dispuse a abordar el día con buen ánimo a pesar del frío, las pesadas y oscuras nubes.

Hice lo que regularmente hago antes de ponerme a trabajar y para cuando tenía como media hora de haber empezado, levanté la mirada de lo que estaba haciendo y noté que estaba el día tremendamente soleado. 

Caminé escéptica hasta detenerme sobre los peldaños que dan al jardín para verificar en el horizonte si aquello no era, como tantas otras veces, solo un “alegrón de burro”. 

Miré hacia el Este y, efectivamente, el cielo estaba completamente despejado y pintado de un azul infinitamente hermoso.

Fue entonces que recordé lo que esta pedigüeña un par de horas antes había pedido.

- “¡Cielos, Señor!.¡Caray! No era necesario. Gracias. Muchas gracias”. Le dije.

De seguido tuve conciencia de haber estado recibiendo toda mi vida muchísimo más de lo que necesito, alegrías y sufrimientos con enseñanzas incluidas.

Fue tal la gratitud que me embargó que fue entonces cuando lloré desconsoladamente.

-oOo-

Saben? El domingo el cántico de comunión que tan magníficamente interpretó don Fernando Andrés en su órgano trataba sobre el encuentro acaecido en el camino hacia Emaús. 

La letra y la melodía en la voz y pasión con la que el maestro de capilla cantó, transmitían a manera de súplica, tan ferviente como mi deseo de un día de sol, la necesidad profunda de aquellos hombres de no verse de nuevo abandonados a su suerte. 

La última estrofa, que mencionaba el rostro del Señor iluminándolos como ilumina el sol, evocó el día aquél en que para mi, tan inmerecidamente, éste brilló.

Y es que, el corazón lo sabe. O me van a decir que no? El corazón sabe con certeza y la razón lo reconoce que, una vez habiendo tenido –al igual que los de Emaús- ese encuentro, no será posible que un día de verano loco, por más invierno que parezca, llegue a ser capaz de jamás ocultar el Sol. 

El corazón y la razón lo saben. De ahí las lágrimas. 

De ahí las lágrimas, la gratitud, la alegría, la Esperanza y todo lo demás.

Todo lo demás que, en lo cotidiano y sin necesidad de pedirlo, ni siquiera de suplicarlo, se nos ofrece para pintar la vida de colores.

Tal como los colores con los que esta pedigüeña cara dura pintó esta cafetera aquél inesperado día de Sol.

Pedigüeña cara dura

Recién amanecía y yo, como siempre despierta desde muchas horas antes, salí a la terraza para asomarme al amanecer. 

No era como el amanecer glorioso de esta fotografía del pasado domingo, sino uno que presagiaba un día más de este verano loco que más parece invierno. 

Algo decepcionada pero haciendo acopio de todo lo cara dura que puedo ser le dije al Señor:
- “Amadísimo. Mira, yo se que puedes. Anda, por favor, sopla así (fuuu, fuuu, fuuu) esas nubes pesadas y oscuras todo lo lejos que puedas y regálanos, por lo que más quieras, un día de sol. Hazlo, te lo ruego. Yo se que puedes, te he visto hacer cosas mucho más difíciles!”
En ese momento, se me vinieron como un baldazo los recuerdos dolorosos del último año.

Hice una pausa para tragar grueso y recuperarme. Respiré hondo y ahí fue cuando dije:
- “Cierto. Te he visto hacer cosas mucho más difíciles que cambiar el curso de una nube como ha sido el que has cambiado mi corazón”
En este momento, sonreí.


PD. En la próxima entrada el desenlace de este día de verano que parecía invierno.

6 de febrero de 2012

Un nuevo proyecto

De esta forma anuncio que tengo un nuevo proyecto entre manos.

Se trata de un blog en el que espero tratar temas exclusivamente sobre Liturgia y dirigido a la audiencia de mi país, es decir, a todos aquellos de mis paisanos que continuamente me consultan o están interesados en el tema.

El objetivo lo señalo en el blog con estas palabras:
“Este blog es el esfuerzo de una costarricense que aprendió a amar la Liturgia a través del padre Manuel Rojas, Secretario Nacional de Liturgia de la Conferencia Episcopal y quien, además, luego de muchos años de apostolado encuentra, junto al Santo Padre, que es de suma urgencia el que los fieles católicos conozcan y amen a Cristo en la Liturgia.
En lo que humildemente me permitan mis conocimientos y mi amor por la Liturgia espero que este blog sea un servicio al Pueblo de Dios, para su mayor gloria y nuestra santificación.
Estoy abierta a aprender pero también a todo tipo de correcciones que contribuyan a nuestra mutua edificación".
Espero, cuando así lo considere necesario u oportuno, publicar alguna de esas entradas también aquí.

El enlace es el siguiente:

Sagrada Liturgia
El blog sobre Liturgia de Maricruz Tasies

5 de febrero de 2012

Queda la Gratitud y con ella, la Esperanza

Anoche estaba pensando en lo agradecida que estoy con Rafael Moran, un terciario lefebvrista. quien tuvo el cariño, la paciencia y generosidad para invertir largas horas en fortísimas discusiones conmigo vía teléfonica, skype y facebook, porque de no ser por el no habría conocido a Andrés y no habría abierto nuestro grupo para la promoción de la misa antigua.

De no ser por Moran, tampoco habría conocido a José Pablo Arias; de quien estoy agradecida por haber conocido ya que por su persistencia y generosidad conocí a Daniel Vargas, Daniel Mora, David Mora, Abel y Alberto Campos quienes -de no ser por la amistad entre José Pablo y yo- no se habrían conocido y ni habrían conocido a muchas otras personas que ahora los apoyan en la fundación de Una Voce Costa Rica.

Agradecida estoy porque de no ser por José Pablo no habríamos conocido tampoco al funcionario de Ecclesia Dei junto a quien concluimos acerca del beneficio de fundar Una Voce Costa Rica así como la idea de obtener cuidado pastoral del Arzobispo.

Gratitud le debo a este sacerdote de Ecclesia Dei por haber tenido la paciencia y generosidad para invertir tiempo de sus vacaciones en el enterarse de nuestras gestiones.

Mi gratitud está también con todas las personas que han confiado en mi, pero también por las que, por desconfiadas, han puesto su granito de arena en la construcción de este camino.

Agradecida estoy porque a raíz de todo esto he conocido a un funcionario de la FIUV (Federación Internacional Una Voce) quien ha sido invaluable compañía por largos años, así como lo ha sido el padre Sixto y, recientemente, sacerdotes que han tenido la paciencia y generosidad de escucharme hablar sobre la misa antigua.

Toda esta gratitud ha brotado de las largas discusiones con un terciario lefebvrista quien, a pesar de nuestra diferencias, continua demostrándome el mismo cariño, paciencia y generosidad con las que, quizá -sin sospecharlo- ha labrado todas y cada una de estas relaciones. 

Pero, por sobre todo, agradecida estoy con el Señor porque, a pesar de lo intrincadas y dolorosas que estas relaciones han podido ser, se determina a sacar de todo un bien.

De mi parte resta decir que, ha sido tan dolorosa esta situación, la cual -a pequeña escala- es el reflejo de la situación global alrededor de los lefebvristas que, como dije en algún lugar, me he quedado sin ánimo y sin palabras, nada más me queda - y no como poca cosa- la Gratitud y con ella, la Esperanza.
 
¡Demos por ellas, al Señor, toda la gloria!

PD. Me parece que con esta entrada cierro el capítulo de mi vida con los lefebvristas, filo-lefebvristas y Una Voce Costa Rica. 

3 de febrero de 2012

Tipos de noticias, tipos de milagros

Je! No les estaré exagerando, pero hoy desperté pensando en qué lugar de mi misma estaría escondida la blogera optimista y entusiasta de hace algún tiempo. De hecho, desde hace meses vengo dándole vuelta a este asunto.

Me he levantado de madrugada, como siempre y, conversándolo con el Señor, sencillamente me dejé en sus manos pero, cuál no ha sido la sorpresa que leyendo mi muro de facebook di de inmediato con el meollo del asunto.

Resulta que lo primero que busco cuando entro a Internet son las noticias de la Iglesia. Como sabrán, por lo regular, son de poner triste a cualquiera pero bien, el caso es que hoy noté otro tipo de noticias de las cuales he venido pasando de largo sistemáticamente, cosa que antes no hacía.

Pues bien, para contarles cómo di con ellas, les contaré que lo que primero noté fue la alegría del padre Mauricio porque, tras lo que pareció un grave y muy decepcionante traspié que sufrió días atrás en su trabajo como pastor, hoy nos comentaba el gran apoyo que -por otro lado- ha recibido su gestión. Se le leía como brincando en una pata. De lo cual me alegré montones, por el y por sus ovejas, entre las cuales me incluyo.

De seguido leo al padre Carlos Humberto contentísimo porque el Rezo del Niño estuvo concurridísimo y que hasta había sobrado comida del ágape. Padre Carlos fue trasladado hace muy poco de una parroquia muy próspera a una en el mero centro de San José que estaba hecha una ruina (que todavía lo está y necesita ayuda) hasta que, poniéndose a disposición del Señor, se ha ido reavivando. De lo cual me alegro montones, por el y por sus ovejas, entre las cuales me incluyo.

Luego, me fui a ver qué me había respondido el padre Alvaro, Director de Radio María Costa Rica, sobre si la emisora estaría en Cuba para la visita del Papa y me respondió que si y, no solo eso, en eso momento recordé que días atrás estaba contentísimo porque habían firmado los documentos que proporcionarían a la emisora de su frecuencia en FM. De lo cual me alegré montones, por el y por sus ovejas, entre las cuales me incluyo.

Así que, probablemente coincidan conmigo en que las noticias es mejor a veces no leerlas pero, creo que también coincidirán en que, de entre los diferentes “tipos de noticias” que se nos ponen por delante, muchas veces –la mayoría- pasamos de largo de las que resultan ser verdaderos milagros, como los que les suceden a estos curas y los que, por haber prestado atención, han realizado el milagro de haber dado conmigo misma.

Claro, y –como para dar el toque magistral- me vengo a revisar los comentarios en este blog y me encuentro con el de Charlene, una joven quepeña que se alegró y agradeció lo que dije de la fe de su pueblo en una reciente entrada. 

Saben? Uno, como blogero, con estos pequeños gestos de los comentaristas da gracias a Dios, es más, lo glorifica, de ahí es que ha tomado su nombre este blog; cosa que, miren ustedes, lo había olvidado.
Había olvidado que me había propuesto, en cada entrada, dar a Dios toda la gloria. 

No en vano es que dicen que “la santificación del hombre es la glorificación de Dios” y viceversa.
Amen

2 de febrero de 2012

Fuera de los límites de la “Netiquette” y del Decálogo

Así como el Decálogo de Moisés es la mejor referencia para emprender un buen examen de conciencia, así el Netiquette será la mejor referencia para cuando como usuarios católicos de la red nos veamos en la necesidad de enmendar nuestra conducta.

Y es que, parece mentira, pero ni una sola de las normas de Netiquette, queda fuera de las consideraciones del Decálogo, de tal manera que si traspasas los límites de la primera lo haces con los del segundo. 

Como usuarios católicos pero también y, sobre todo como blogeros, le pese este oficio a quien le pese, somos además figuras públicas “católicas”, por lo que la exigencia va un poco más allá.

Ambas normativas nos exigen “coherencia” entre lo que predicamos y lo que hacemos. Eso es a lo que apunta el sentido común, no es verdad? Pero no es verdad también que es imposible conseguirlo al 100% en cada ocasión, todos los días y durante todo el año?

Ahora bien, esto en cuanto a lo que corresponde a los blogeros, pero y qué, en lo que corresponde a los comentaristas? Acaso no están regidos también por el Netiquette y por el Decálogo, sobre todo aquellos que se consideran católicos como nosotros? Así es, se espera que cumplan con ambas normativas pero también para ellos es imposible hacerlo al 100% en cada ocasión, todos los días y durante todo el año. 

De tal manera que, por lo menos en lo que concierne al papel de esta blogera católica, no existe duda de que, lo que menos espero de mis comentaristas es coherencia porque ni siquiera soy capaz, sin la ayuda de Dios, de ofrecerla al 100%. 

Claro, pero siempre queda el asunto de que los blogeros somos “figuras públicas católicas”. Caray! Y miembro de un portal católico, además. Lo que implica que aquello que haga en mi blog y allende los límites de este portal tiene repersuciones tanto en el portal como en el Cuerpo de Cristo

Me he venido planteando estas cuestiones, ya que recientemente he reaccionado con violencia no solo ante el acoso de algunos comentaristas sino ante aquellos que en otros sitios se acercan a mi llegados de diversos lugares atraídos por lo que digo.

Está bien, lo concedo, la defensa propia podría ser un atenuante pero es que, por qué razón –entonces- me siento peor y no mejor? 

Pues, porque, ante la libertad y la voluntad arrasadas por el egoísmo no existen protocolos ni decálogos capaces de ponerme freno, porque sigo siendo tan humana como cualquiera quien únicamente por Gracia será capaz de cumplir en cada ocasión, un día a la vez y a lo largo de todo el año con el Netiquette pero también con el Decálogo de Moisés. 

De tal forma que, entiéndase, soy humana a quien se le pide paciencia pero quien también la espera de los demás. Esa paciencia de Dios que solo Dios puede dar. 

Esto vale para mí pero también para cualquier usuario católico por lo que, nos quede claro, el rastro de Verdad, de Belleza y de Bondad que dejemos en la red no será el nuestro, sino el del Señor

De mi parte –me queda claro también- de solo estropicio, soy capaz.

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