8 de marzo de 2013

Corren a la sacristía por sus sotanas como quien corre tras el amor de su vid

Me he quejado de quienes tienen miedo de cómo resulte ser el próximo papa pero ha sido porque no he sido capaz de verme reflejada en ellos. 

Me refiero a que también tengo miedo pero no de cómo resulte quien ocupe la sede de Pedro sino de cómo resulte el próximo arzobispo de San José quien, hasta el día de hoy, no se ha pronunciado sobre la celebración pública de la misa según la forma extraordinaria.

Hablando sobre el tema con laicos y sacerdotes me dicen que sospechan que no lo hace por “razones pastorales”. No tengo claro a qué se refieren por lo que, si nos ponemos a especular, miles de razones podrían surgir, desde que –muy probablemente- tenga cerca de si a muchos sacerdotes que colaboran con él a quienes “no les suena” lo de volver “al tiempo de antes” hasta que, verdaderamente, considere que los fieles costarricenses no estamos listos para esa forma del rito. 

Como cualquiera de esas razones son solo sospechas no deberíamos, por prudencia, aventurarnos a llegar a un juicio sobre sus motivos, sin embargo, sean cuales sean, no me parece estaría de más colaborar con Monseñor ofreciéndole razones para decidirse proponer a sus sacerdotes y fieles el que se abran a la forma extraordinaria. 

Una de las razones y la principal es que Benedicto XVI, siendo Vicario de Cristo, de propia iniciativa liberalizó la celebración de la santa misa según el misal de Juan XXIII no solo para beneficiar a la Fraternidad Sacerdotal Pio X sino porque, verdaderamente, desea promover la recuperación del espíritu de la liturgia centrada en el santo sacrificio de Cristo.

Otra razón es que, no obstante un porcentaje importante de los jóvenes que se acercan a esa forma del rito están influenciados por lefebvristas y toda índole de católicos que se hacen llamar “tradicionalistas”, a la vez son jóvenes que tienen una vida de fe comprometida en sus parroquias y que, por lo mismo, merecen no solo atención pastoral sino recibir la enseñanza y las respuestas que necesitan de su padre y pastor. 

Una razón más es el que al menos el 50% de los que esperan ver celebrada la misa pública en Costa Rica son fieles entre los 24 y 70 años. De este segmento, al menos el 70% están en el rango entre los 24 y 50 años, lo que significa que -sin conocer la misa antigua- se reconocen atraídos por su significado y espiritualidad; razón que, a mi entender, es una muy buena razón pastoral para ofrecerles la posibilidad de crecer en su fe mediante la celebración de esa misa. 

Luego, existe una razón más y es que, muchos niños y adolescentes que colaboran como monaguillos conocen de la forma extraordinaria por cuenta propia, ya sea porque se han familiarizado con ella por internet, porque la han conocido en algún viaje con sus padres o porque, sencillamente, tienen cerca de si jóvenes y adultos que han despertado en ellos esa inquietud por conocerla. 

Si pensamos en buenas razones pastorales para celebrar la misa extraordinaria de forma pública en nuestro país creo que la mejor razón es el que estos niños y jóvenes –sedientos de Dios- reciban la atención pastoral que merecen ya que su deseo hacia esa forma del rito llega hasta límites en que su carencia les duele.
Tengo claro que satisfacer su deseo por esta razón ni siquiera es todavía la mejor razón sino el que la mayoría de ellos muestran signos de estar llamados a la vocación sacerdotal por lo que no encuentran el ambiente para madurar en la fe y en su discernimiento vocacional ya que, a la vez que manifiestan su predilección, se ven censurados por laicos, sacerdotes y por sus compañeros en la parroquia, escuela o colegio. 

A grandes rasgos estas son algunas de las razones que arroja mi experiencia en la promoción de la misa según la forma extraordinaria. Inquietud que en mi nació –precisamente- por dar una respuesta a la inquietud de un joven quien, atraído por esta misa, me pidió que le ayudara a promoverla. 

Al día de hoy ese joven se encuentra en Europa en un convento celebrando misa antigua a diario junto a sus hermanos monjes cuando, perfectamente, bajo un ambiente pastoral propicio podría estar celebrándola en nuestro país. 

Es cierto, me he quejado de quienes tienen sus reservas sobre cómo resultará el próximo papa cuando no debí hacerlo ya que, si bien no acerca del Vicario de Cristo sino de cómo será nuestro próximo Arzobispo, tengo mis reservas.

Rogaré al cielo para que juntos podamos crecer en la confianza. 

El siguiente video es obligado para quien todavía no comprende las razones por las que, particularmente en la misa según la forma extraordinaria, los niños y jóvenes corren a la sacristía por sus sotanas como quien corre tras el amor de su vida. 

 

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