30 de noviembre de 2009

Marcha por la Vida y la Familia #5 ¡Alabado sea Dios!

¡Hazte oír, levanta tu voz!
¡Alabado sea Dios, la Lic. Alexandra Loría Beeche, me ha hecho llegar este video!




He aquí la prueba que andaba buscando.

***
¡Uno más, parece que algunas de mis gestiones están rindiendo frutos!


Marcha por la Vida y la Familia #4

Impresiones no tan al vuelo,
más bien un tanto profundas

Una vez terminé de hacer rollitos con los afiches en la Plaza de la Democracia, me dispuse a ir a encontrarme con la señora que me hace la limpieza en la esquina sureste del Teatro Nacional para pagarle su sueldo.

No más doblé la esquina desde la Plaza hacia la Avenida Segunda me hallé de frente con la Marcha que como una nube de globos y camisetas blancas, se perdía en el horizonte. El corazón me dio un vuelco.

Empecé a andar con aquél mar de gente frente a mí. De lejos divisé la pancarta que la encabezaba y observé algo que llamó mi atención: una contramarcha. Unos jóvenes adultos sostenían en sus manos una pancarta en cuya superficie se traslucía la leyenda: “No más homofobia”.

El corazón me dio otro vuelco.

Sin pensarlo, me acerqué a los tres jóvenes que tenía más cerca y que sostenían su pancarta por el extremo norte y con toda la vehemencia de la que fui capaz solamente les dije: “No somos homofóbicos”.

Esto sirvió para que se estableciera entre nosotros una conversación sumamente intensa, especialmente con la chica, una mujer joven que había sido católica y que estando en crisis de fe se introdujo al Camino Neo-catecumenal del cual salió espantada, según ella misma contó.

Fuimos llamados al orden en varias ocasiones, ya que por quedarnos conversando atrasábamos la Marcha u obstaculizábamos, la verdad no recuerdo bien, porque estábamos enfrascados en nuestra conversación.

Recuerdo, si, que uno de ellos me estuvo grabando en video por largo rato, seguramente esperando que saliera de mi boca alguna agresión o cualquier cosa que le confirmara sus prejuicios, pero –sinceramente- me tenía sin cuidado porque no acostumbro a insultar; y como ellos no lo hicieron, ni yo di lugar a que eso sucediera, la conversación se dio en términos asombrosamente amistosos, intensos, apasionados, vehementes.

En una de esas ocasiones que fui llamada al orden por los señores que dirigían la Marcha, fui corregida por uno de ellos delante de los jóvenes en términos bastante inapropiados, que luego me hicieron pensar que por censura como la que como adulta recibí de parte de este señor, estos jóvenes llegan a concluir que –efectivamente- los católicos somos todo lo que ellos piensan, ya que –obviamente- tienden a generalizar sobre casos aislados como el de este señor. En fin, que tuve que comportarme como desordenada con la finalidad de no permitir que aquellos chicos se alejaran de la conversación.

Recuerdo que le pregunté a la chica dos veces su nombre, pero ahora no lo recuerdo, no se por qué y eso me tiene apesadumbrada porque verdaderamente me hubiese gustado recordarlo.

A la chica y a mi en varias ocasiones se nos cortó la voz, ambas estábamos realmente emocionadas, queríamos hacernos comprender una de la otra y creo que lo logramos, porque hacia el final –cuando era obvio que el tema estaba agotado y que ya habíamos desordenado a nuestros respectivos grupos por tiempo suficiente- nos expresamos una a la otra con palabras sinceras “el gusto que nos había dado conocernos”.

Yo me alegro enormemente que esta conversación con estos jóvenes haya sucedido tal y como sucedió, porque fueron capaces de escuchar y yo a ellos.

Bendito sea Dios por los jóvenes.

No pude dejar de pensar en ellos durante el resto del fin de semana, particularmente en la chica que conmovió mis entrañas.

Marcha por la Vida y la Familia en Costa Rica #3

Impresiones al vuelo #3

Por qué al día de hoy las únicas imágenes que han salido publicadas sobre la asistencia a la Marcha han sido las de quienes se nos oponen? Qué es lo que nos sucede a los católicos que llevamos un paso tan lento en todo este asunto de divulgar la verdad?

Me he puesto en contacto vía telefónica y comentario en su blog con los Heraldos del Evangelio en mi país porque los vi tomando multitud de fotos durante la Marcha, espero que pronto las suban a su blog. Estaré al pendiente para traérselas hasta aquí.

El siguiente comentario describía el único video que se ha subido a Youtube:

"En la "marcha por la vida y la familia" hubo de todo menos emoción. Este video lo resume maravillosamente: dos obispos, cuatro gatos y un diputado que es ciego (y peor aún, que no quiere ver). Todos con el factor común de estar visiblemente hastiados de encontrarse allí y haciéndolo por compromiso con unos "valores" que ni ellos mismos creen.


Le dedico este video a la licenciada Alexandra Loría Bitch (perdón, Beeche), paladín del Opus Dei en Costa Rica y organizadora de este ridículo. Pueden escribirle a alexandra@loria.com o comunicarse con ella al (506) 2233-2344 para informarle del bochorno al que se ha expuesto".

Lo cual es una flagrante mentira, porque la Marcha tuvo una asistencia impresionante.

***
Oración
Dios Topoderoso, dame paciencia.
Amén.

Marcha por la Vida y la Familia en Costa Rica #2

Impresiones al vuelo #2

Homofóbicos panderetas marchan en contra de la homosexualidad: aquí, en su país

Todavía estoy reflexionando en cómo volcar un comentario como el anterior (que además encontré en un sitio dedicado a la música nacional y avalado por el Ministerio de Cultura Juventud y Deportes) en una nota con la cual pueda dar Gloria a Dios.

Lunes 30

Anoche interpuse una queja al sitio 89decibeles.com que alberga el foro donde los usuarios se expresan en esos términos.
Mi queja la transcribo literalmente:

Buscando imágenes en la web sobre la Marcha, google me ha traido hasta este sitio que en primer instancia catalogué como un sitio gay debido a los comentarios llenos de prejuicios contra los manifestantes.
Vaya sorpresa me he dado al descubrir que es una página dedicada a promocionar la música nacional y además avalado por el Ministerio de Cultura y con patrocinadores.
Me pregunto: El Ministerio de Cultura y los patrocinadores están enterados para qué se está utilizando este sitio, además que para la música?

Hoy, alrededor de las 11am he recibido la siguiente respuesta:
 
Muy buenos días Maricruz,

Somos una revista dedicada al arte, la música, la cultura y el entretenimiento.
Probablemente usted ha leído algún tópico del foro que ofrecemos a la comunidad. Naturalmente los criterios que nuestros usuarios emitan ahí son independientes y pertenecen a ellos exclusivamente. Básicamente, es como que usted asociara a la nación con los artículos y cartas que se publican en el foro de opinión.
Si discrepa con algún juicio emitido en nuestros foros está más que invitada a participar del tema en cuestión y compartir su punto de vista y sus opiniones por ahí. Del mismo modo, si existe cualquier mensaje donde algún usuario le ha faltado el respeto a otra persona está en total libertad de denunciar el post y nosotros con gusto intervendremos.
Que esté mejor cada día,
Diego Delfino
Director
89decibeles.com

A lo cual respondí:

Diego,

Muchas gracias por responder.
Comprendo lo que me dice.
Consideraré sus sugerencias.
Hasta pronto.
Maricruz Tasies

29 de noviembre de 2009

Marcha por la Vida y la Familia en Costa Rica


La Marcha por la Vida y la Familia ha causado en mi una fortísima impresión, todavía no he procesado lo que viví, por lo que iré dejando algunas impresiones.







Impresiones al vuelo #1
Me encantó ser bien recibida como voluntaria y permanecer por largo rato, con algunas mujeres católicas y cristianas  (mientras conversábamos sobre el tema el derecho a la vida), haciendo rollitos con los afiches que deseábamos obsequiar.

28 de noviembre de 2009

Mujeres vs mujeres


No saben cuánto me entristece que mujeres de mi país a quienes estimo y considero inteligentes se unan a grupos anti-Laura Chinchilla. Y no porque me parezca mal que no la apoyen, sino porque Laura también es mujer y en esos sitios se la agrede brutalmente.

Esta pequeña nota viene, para aquellos que no lo saben, de que en mi país estamos en proceso electoral y que uno de los candidatos, la primer y única mujer entre ellos es Laura Chinchilla.

Me entristece que mujeres agredamos de esta forma a otras mujeres, máxime cuando las agresoras se auto-denominan feministas.

¡Qué contradicción!

27 de noviembre de 2009

¡Y entonces yo miro sólo al Papa!

“Es necesario mirar a la Iglesia con ambos ojos, como he dicho en televisión. Un ojo sobre el Papa; el otro sobre el obispo y el párroco. Si el obispo y el párroco dicen lo mismo que el Papa, existe la unidad. La falta de unidad hace mucho daño a la Iglesia. Si el obispo no dice lo mismo que el Papa, me viene el estrabismo. ¡Y entonces yo miro sólo al Papa!”
Palabras de Mons. Giovanni d'Ercole, recientemente nombrado Obispo auxiliar de L’Aquila.

***

***
También miraré solo al Papa, a pesar de que he sido regalada con Obispos muy queridos y sacerdotes apreciados pero que no dicen lo mismo que él y lo hago porque creo en Cristo como Cabeza de la Iglesia, en el Primado de Pedro y en la gracia que se le ha prometido, así como en que es el Espíritu de Dios quien le guía.

La unidad y la reconciliación tienen su origen en la intimidad

En el ciberespacio he llegado a entrar en contacto con católicos o al menos, que aseguran serlo, pero que expresan de vez en cuando comentarios mediante ironías o sarcasmo, a quienes somos fieles al Magisterio y al Papa en el sentido de que no somos tan buenos católicos si estamos permitiéndonos serlo como “ católicos liberales”.

A estos católicos me dirijo hoy porque, luego de platicar con ellos sobre varios temas y de sentirme objeto de su proselitismo y hasta un poco, lamento decirlo, hostilizada, quisiera darles a conocer con todo el cariño y la honradez de que soy capaz, en qué situación nos colocan con su incierta participación ante la Fraternidad y, manifestarles hacia el final de esta nota, lo que considero juntos estamos en capacidad de hacer para remediar esta situación.

Cito literalmente la entrada que colocaron en el facebook en la cual celebraban el natalicio de Monseñor Lefevbre:

“29/Nov/1905 - 29/Nov/2009, 104 años del nacimiento del Arzobispo Marcel Lefebvre Gran Defensor de la Doctrina Católica, de la Santa Misa y el Sacerdocio”.
Mensajes como este, estimados hermanos, “me dejan pensando que si ustedes son de la Fraternidad y, que por tanto, se han sentido por largo tiempo marginados por el resto de los católicos, es natural que ahora con esto de las conversaciones con la Santa Sede busquen acercarse y hayan elegido como medio el facebook.

Pero si no pertenecen a la Fraternidad, y son católicos simpatizantes, convendría dejarlo claro, porque nos dejan el mensaje de un doble papel, tal y como si no hubieran salido del closet. Este doble papel, desde mi punto de vista, es una situación cómoda que evade el compromiso, lo cual me parece contradice el espíritu de diálogo para la unidad y la reconciliación de Monseñor Fellay y del Santo Padre.

Dicho de otra manera, es humanamente imposible jugar simultáneamente desde ambos lados de una cancha de tenis o de una mesa de ping-pong, quienes consideren que son capaces de hacerlo y ganar, se engañan.

Por último, si son de la Fraternidad y buscan ser acogidos integralmente, convendría que cuando se acerquen a nosotros desistan de convencernos de que la única verdad se encuentra en su apreciación de la Iglesia, porque, o es la Iglesia el Templo del Espíritu Santo o lo es la Fraternidad sacerdotal san Pío X.

El Vaticano ha dado los primeros pasos para reconocer la porción de verdad que les corresponde, por eso, cuando la Fraternidad reconozca la totalidad de su autoridad al Santo Espíritu de Dios en la Iglesia, empezaremos a ver los frutos de su acción, antes no. Porque como Iglesia y Templo del Espíritu no podríamos arrojar frutos de santidad si estamos divididos, por la misma razón que la Trinidad es unidad del Padre y del Hijo en el Espíritu y no personas que, desde sus respectivas porciones de verdad, buscan un acuerdo..


Y, si como miembros o simpatizantes de la Fraternidad, añoran la unidad tanto como yo, sería oportuno que juntos diéramos los primeros pasos, empezando por sitios como facebook, porque estos asuntos tan delicados no los resolverá el Espíritu exclusivamente entre Monseñor Fellay y el Santo Padre, sino desde nuestra intimidad, porque como miembros de Cristo y de su Iglesia, cada uno de nosotros también es Templo”.

26 de noviembre de 2009

¡No hay derecho!

Me he tomado muy en serio lo que ha mencionado Remedios Falaguera en conoZe.com cuando en su artículo “¡Urgen mujeres católicas en los medios!” cita a Enrica Rosanna, subsecretaria de la Congregación vaticana para la Vida Consagrada, en su libro «La riqueza de ser mujer».

«El genio de la mujer aún no ha dicho su última palabra en la historia de la humanidad», y por tanto resulta urgente, «invocar aquel suplemento de alma del que la mujer es portadora para caminar sin prejuicios hacia ese humanismo integral».
Y me lo he tomado en serio, tal y como me tomo presentar a Cristo, no más porque para mi como mujer, presentarlo implica presentar al ser humano ante su propia humanidad.

Por lo mismo, hoy vengo a tocar el tema de los sacerdotes con sentimientos de inferioridad.

En principio, cualquier católico con sentimientos de inferioridad es, no digamos en el aspecto psíquico (ya que en esto hay mucha tela que cortar), sino en el aspecto doctrinal, abiertamente inconcebible. No es posible que un católico que conozca la doctrina, principalmente la antropología y la moral cristianas, sea un católico acomplejado, mucho menos concebible si este católico resulta ser un sacerdote.

Pero bien, vamos por pasos, qué se entiende por sentimiento de inferioridad?
“el sentimiento de inferioridad se debe a la existencia de un defecto que se vive como algo vergonzoso, humillante, indigno de uno mismo e inaceptable. En no pocos casos, además, se trata sólo de un presunto defecto, ya que, cuando se conoce y se analiza con un mínimo de objetividad, se comprueba que no hay motivos de peso para considerarlo tal, o que, en cualquier caso, se le está dando una importancia subjetiva desmesurada”.
Y, me perturba la idea de un sacerdote con este tipo de sentimientos, porque “suelen constituir un intenso y profundo motivo de desasosiego y condicionar bastante la personalidad y el comportamiento de quien las sufre”. [2]

En qué sentido? En el sentido de que, tal y como conozco a varios sacerdotes que, siendo excepcionalmente inteligentes, adoptan actitud de acomplejados, o lo que en lenguaje cotidiano equivale a decir que son "presuntuosos, arrogantes e inflexibles", entre otras cosas.

Comprendo perfectamente que cada uno es un mundo desde que es único e irrepetible, también comprendo que no estoy libre de complejos, pero por lo mismo, porque me he dado a la tarea de comprender y restaurar el origen de remilgos y petulancias de mi parte, es que llamo con vehemencia su atención sobre este tema.

Uno de ustedes, queridos sacerdotes que me leen, es uno de esos acomplejados y, si supo bien en qué momento –cuando estaba ahogada en llanto durante una confesión- tomarme de la mano con todo cariño y conducirme hasta el consultorio de una psicóloga católica, debería saber bien y admitir cuándo también es oportuno asistir a consulta.

Así que, ¡basta ya de complejos!. A sacar cita con el psicólogo, que los hijos de Dios no tienen -y mucho menos un sacerdote-, razón alguna para no desprenderse definitivamente de sus sentimientos de inferioridad, pero más que por el sobrado peso de razones antropológicas y morales, porque no hay derecho para faltar a la caridad cuando con su arrogancia pretenden encubrir complejos que son verdaderamente imposibles de disimular.

¡No hay derecho!

Y esto lo afirmo, porque del respeto al derecho ajeno nace la paz y paz es lo que falta alrededor de muchos de ustedes últimamente y además, porque notas como esta, también es presentar a Cristo y en El, presentar a ustedes mismos ante su propia humanidad. (Nuestro Señor así lo disponga, pero sobre todo haya dispuesto que con estas palabras no haya también yo faltado a la caridad)

***
[ 1] Sentimientos de inferioridad, Alfonso Aguiló Pastrana, Director de Tajamar, escritor de numerosos artículos y libros sobre educación
[2] Ibidem

Belleza y Abundancia


«Observad la higuera y todos los árboles. Cuando ya echan brotes, al verlos, conocéis por ellos que ya está cerca el verano. Así también vosotros cuando veáis que sucede todo esto, sabed que está cerca el Reino de Dios." Lucas 21

No se les hace raro que cuando las personas se refieren a lo que denominan "el final de los tiempos" o la "llegada del Reino", sus mentes se sientan atraídas no más que por las figuras de desolación y tormento...







... cuando existen figuras como las de la higuera que con sus brotes, que si bien hablan de vida y muerte,  también hablan de un proceso maravilloso del cual  surge sobre todo la Belleza y la Abundancia?

Supongo que es porque vivo en contacto con la naturaleza por lo que estoy familiarizada con estos procesos que no logro comprender qué es lo que sucede en el cerebro humano para que todo lo que se refiere a la gloriosa segunda venida de Cristo sea concebido como un acontecimiento perturbador, cuando es todo lo contrario.

Honradamente, pienso que es por razón de que no han profundizado en los conceptos, pero bien, mientras no vean la necesidad de hacerlo yo continuaré desperdigando, por aquí y por allá, algunas pistas.

Serie: Sobre todo tipo de sucesos y relaciones por internet I

Capítulo I
Vampirito

Pues si, hablando, como dijo nuestro amado Juan Pablo II en el 2002, de esta “galaxia de imágenes y sonidos” que es Internet quisiera dejar fragmentos en este blog de la infinidad de sucesos y relaciones que ha suscitado en mi vida este “universo paralelo”. Y esto, no más, porque fuera de lo que diga el 99% de la población que no utiliza Internet y que se siente muy a gusto sin hacerlo porque no le encuentran atractivo o utilidad, en este sitio, efectivamente, se puede uno encontrar con personas perversas, sumamente desagradables y hasta siniestras, pero también todo lo contrario y yo, daré prueba de ello con esta serie de relatos.

Sabrán que soy centroamericana y que aunque en medio del continente, para algunos habitantes del mundo este sitio es como la Patagonia para mi, un lugar remoto, desconocido y misterioso lo que hasta cierto punto lo es. Remoto porque a pocos se les ocurre visitar un sitio que presenta tan pocos atractivos culturales, desconocido porque pocos están al tanto de la multitud de flora y fauna con que nos ha regalado el Señor en esta pequeña tierra y misterioso porque de la combinación de estas dos cosas resulta un paraje plagado de incógnitas indescifrables.

Pues bien, cuando me inicié en esto del Internet –no tuve señal por cable en mi territorio sino hasta hace unos cinco años- naturalmente sentía resquemor por introducirme a sitios peligrosos o de no poseer la sagacidad requerida para que “sujetos inescrupulosos” no me engañaran y terminara yo sin un cinco en mi cuenta o con graves heridas emocionales.

Mi primer contacto fue un joven ecuatoriano (hum…?) que muy sutilmente me dejó dicho en un foro en el que participábamos que deseaba ponerse en contacto conmigo. Obviamente no le presté atención y seguí mi camino, sin embargo, la idea de conocerle por el Messenger se me hacía atractiva, porque había probado ser –al menos en su léxico (menuda prueba!)- que era una persona estable y moralmente correcta. Así que le escribí a la dirección que me había dejado. Le añadí al Messenger y qué puedo decir? ¡Pobre!, estaba tan asustada y sentía tal resquemor que fui tan hostil y mal educada que no se cómo ahora Vampirito todavía me habla (y hasta me quiere, me atrevería a decir)

Resultó ser un joven encantador, destacadísimo ingeniero en sistemas y que además es un magnífico relator de historias, entre otras muchas cosas que "revelaré" más adelante.

Cuánto me deleitaba leerle por el Messenger las historias de sus arañas en el televisor o más tarde, de su nueva pecera que más parece un océano, o de aquellas historias de las fiestas de los apapayados (por razón de la camiseta color papaya que utilizan como distintivo) que son sus compañeros y las novias de sus compañeros, amigos, amigos de las amigas y hermanas, también hermanas de las hermanas, fans de los apapayados y de las hermanas, amigas y otros fans, etc. de la universidad, que se reúnen cada tanto para celebrar no más que su amistad. (Qué mejor razón? Eso digo yo.)

Vampirito utilizaba otro nick cuando lo conocí, éste se lo puse yo luego de saber que no solo le atraen las arañas sino estos desagradables bichitos con cara de demonio y porque, sobre todo, es de estas personas que necesitan utilizar sombrero, protector solar, camisas de manga larga y lentes muy bien calibrados para andar al sol aunque la temperatura esté cerca de cero grados.

Oh si, Vampirito es un auténtico vampiro y el joven más adorable y querido, nada más que por razón de su primogenitura como hijo, amigo y hermano, que he conocido en Internet.

(continuará)

25 de noviembre de 2009

Itinerario de fe ¿Aparecerá el rostro de Cristo y se oirá su voz?

Internet produce un número incalculable de imágenes que aparecen en millones de pantallas de ordenadores en todo el planeta. En esta galaxia de imágenes y sonidos, ¿aparecerá el rostro de Cristo y se oirá su voz? Porque sólo cuando se vea su rostro y se oiga su voz el mundo conocerá la buena nueva de nuestra redención. Esta es la finalidad de la evangelización. Y esto es lo que convertirá Internet en un espacio auténticamente humano, puesto que si no hay lugar para Cristo, tampoco hay lugar para el hombre.



(Llevar Jesús a las calles de Nueva York es equiparable a traerlo a Internet)
"Por tanto, [ ] quiero exhortar a toda la Iglesia a cruzar intrépidamente este nuevo umbral, para entrar en lo más profundo de la red, de modo que ahora, como en el pasado, el gran compromiso del Evangelio y la cultura muestre al mundo «la gloria de Dios que está en la faz de Cristo» (2 Co 4, 6). Que el Señor bendiga a todos lo que trabajan con este propósito".

***
Ambas citas han sido tomadas de Juan Pablo II: «Internet: un nuevo foro para la proclamación del Evangelio" (n.6) Mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones sociales 12 mayo 2002.
El video tiene propósitos vocacionales y fue producido por la Arquidiócesis de Nueva York cuyo actual Arzobispo es Monseñor Timothy Dolan.

Hijos de la Resurrección II

Como hija de la Resurrección, la vida se me asejema al Año Litúrgico, una especie de camino cíclico en ascenso, al igual que la Historia de Salvación.

La Buhardilla de Jerónimo, un blog destacadísimo en la web, nos ha traído recientemente la conferencia que Monseñor Guido Marini, Maestro de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice, acerca de las realidades últimas. Jerónimo nos presentó esta conferencia –gentilmente traducida por su blog al castellano- en tres partes y de la tercera extraigo el siguiente fragmento que contiene la pregunta sobre la que deseo reflexionar hoy.

Monseñor Marini ha dicho:“…para el cristiano, el pensamiento de la muerte es siempre un pensamiento habitado por la resurrección de Cristo, primicia de la resurrección de todos nosotros. ¿Y no debería esto cambiar profundamente los criterios de nuestro vivir?”

Bautismo y Resurrección son los dos extremos de ese camino en espiral siempre en ascenso, cuyo origen y meta coinciden en el mismo punto de manera perfecta.  El origen es Dios y, en Jesús por el Bautismo, el nacimiento a una Vida Nueva que nos lanza directamente a la meta de la Resurrección. La vida, así como el Año Litúrgico es un camino en el cual la vida y la muerte se suceden en ruta de ascenso hacia la Resurrección

Pues bien, las verdades de fe contenidas en el Bautismo nos hablan de nuestra inserción en la vida divina en Cristo, quien realiza el que podamos vivirla en El y que El lo viva en nosotros, el catecismo lo expresa maravillosamente: "El Hijo de Dios con su encarnación se ha unido en cierto modo con todo hombre" (GS 22, 2). Estamos llamados a no ser más que una sola cosa con El; nos hace comulgar, en cuanto miembros de su Cuerpo, en lo que El vivió en su carne por nosotros y como modelo nuestro…" (n. 521)

Esta estrechísima unión tiene repercusiones en ésta y la próxima vida porque"en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo" (Mt 28, 19) somos llamados a participar en la vida de la Bienaventurada Trinidad, aquí abajo en la oscuridad de la fe y, después de la muerte, en la luz eterna (Cf. Pablo VI, SPF 9). (n.265)

Es un evento que nos hace en lo concreto de una Esperanza que posee la cualidad y potencia para esclarecer el porvenir, permitiéndonos cruzar anhelantes el umbral de la muerte hacia una realidad donde“…conoceremos el sentido último de toda la obra de la creación y de toda la economía de la salvación, y comprenderemos los caminos admirables por los que Su Providencia habrá conducido todas las cosas a su fin último” (nn. 1038-1040).

Por eso, "...para el cristiano, el pensamiento de la muerte es siempre un pensamiento habitado por la resurrección de Cristo..."

(continuará)
***
Oración
Dios mío, Trinidad que adoro, ayúdame a olvidarme enteramente de mí mismo para establecerme en ti, inmóvil y apacible como si mi alma estuviera ya en la eternidad; que nada pueda turbar mi paz, ni hacerme salir de ti, ni inmutable, sino que cada minuto me lleve más lejos en la profundidad de tu Misterio.
Pacifica mi alma.
Haz de ella tu cielo, tu morada amada y el lugar de tu reposo.
Que yo no te deje jamás solo en ella, sino que yo esté allí enteramente, totalmente despierta en mi fe, en adoración, entregada sin reservas a tu acción creadora
(Oración de la Beata Isabel de la Trinidad).

24 de noviembre de 2009

La vida es cosa seria, pero más la fe

«La vida se aprende en concreto, no teóricamente», y una pizca de
realidad vale más que mil palabras. Así pues, amigos, las circunstancias,
los sufrimientos y las dificultades nos ponen ante la seriedad de la vida,
una seriedad que nosotros, con frecuencia, queremos censurar".
Julián Carrión

Es cosa seria la vida, pero más la fe, siguiendo la línea de la cita anterior, es cosa seria porque la fe puede arrojarnos a la cara acontecimientos que salen del espectro de lo racional y entrar, demasiado fácilmente, en lo que censuramos.

Fíjense bien, este señor, el diácono Jack Sullivan, fue sanado de una grave enfermedad en su columna vertebral mientras que a sus 72 años se estaba preparando para el diaconado en la Iglesia católica.

Me identifico con el gozo del Sr. Sullivan.

Y es que, por si no lo saben, aunque mi columna no está tan deteriorada como la suya y aunque los médicos me han dicho que es un daño realmente leve, la presión que ejercen las vértebras sobre cualquier pequeño de esos nerviecitos míos desemboca en una serie de molestias, pinchazos, calabrambres y dolores que es verdaderamente incapacitante, fácilmente queda uno postrado en cama por varios días.

Cosa curiosa, siempre he sido escéptica acerca de los milagros, pero leyendo la nota del señor Sullivan y considerando mi propia enfermedad además de las varias veces en que he pensado -no se por qué- también pedir al Cardenal Newman su intercesión, me doy cuenta que estoy alegre porque para este señor, su confianza rindió frutos que ahora sirven para mayor gloria de Dios y nuestra santificación.

Por qué sigo, seguimos, dudando de la fe? No fue la fe la que sanó ciegos y paralíticos, sanó cuerpos y mentes enfermas? No fue esa la fe por la que Jesús dijo: "¿¡Vete en paz, tu fe te ha salvado!?"  ¿Cómo es que hemos perdido confianza en estas palabras, eh?

La via es cosa seria, pero más la fe, por lo mismo, creo que va siendo hora de vaciarnos de tanta soberbia intelectual. No creen? Y es que...

"¡Quién habría imaginado ver a algunos de nosotros
tomarse al pie de la letra lo que nos decimos!" [1]

***
Fuente: InfoCatólica

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[1] Julián Carrión, De la fe nace el método
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jaja, y para rematar, hagan el favor y lean esto

Don Fernando Andrés y su órgano

Una nota breve, para variar, con la intención que sirva para que aquellos de ustedes que me conocen y que confían en mi criterio dejen aquí unas palabras de apoyo para Don Fernando Andrés.

Resulta que este dedicado señor es el "coro" de las misas de 9 y 11 am del Templo de san Antonio de Padua donde asisto desde hace unos cuantos meses.

A don Fernando le he expresado el pasado domingo mi deseo de grabar y subir a Youtube sus canciones y le he prometido llevarle el próximo domingo los enlaces a mis blogs y sitios que frecuento para que le sirvan, ya que no me conoce, como referencia sobre mi persona y mis intenciones.

Y, lo que no les he dicho, es que don Fernando tiene un magnífico repertorio de canciones no son solo hermosas sino doctrinalmente correctas, canciones que cantaba yo cuando estaba en el colegio salesiano donde me eduqué y otras que jamás había escuchado pero que reunen las mismas cualidades.

Cuando escucho a este buen señor en misa siempre pienso en cuánto beneficio obtendrían muchísimos coros si conocieran sus canciones y cuánta belleza incorporaríamos a la Liturgia de nuevo.

Pues bien, queridos amigos, lo que deseo de ustedes y -ojalá me puedan complacer- es que se tomen el tiempo de dejarle a don Fernando aquí un comentario para que cuando visite esta página se de cuenta que no soy una la fanática desenfrenada que añora música apropiada en las misas si no que hay más como yo.

Me harían el favor de expresarle a don Fernando aquí unas palabras?

Muchas gracias.

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Saben cuál es una de esas canciones de su repertorio, aquella que dice:
"Tu Reino es vida, tu Reino es Verdad,
Tu Reino es Justicia, Tu Reino es Paz,
Tu Reino es Gracia, Tu Reino es Amor,
Venga a nosotros tu Reino, Señor"
Es hermosísima y doctrinalmente correcta, la conocen?

23 de noviembre de 2009

Hijos de la Resurrección

Si algo tengo que agradecer a mi amada Iglesia católica es haber puesto a nuestra disposición por medio de la Universidad Católica Monseñor Anselmo Llorente y Lafuente un curso de extensión de dos años para la formación teológica, bíblica y pastoral de los laicos.

Llegué a descubrir este curso debido a que, luego de un par de años de haber iniciado mi recorrido de nuevo a la práctica de mi fe católica, el párroco en aquel momento, el Presbítero Guido Villalobos, ahora de párroco en Hatillo, reconoció mi interés sobre ciertos temas y me motivó a investigar sobre cómo y dónde obtener formación en la fe más profunda.

Desde la primera lección de teología con el Presbítero Jafet Peytrequin, que se encuentra al día de hoy como estudiante en Roma, supe que había llegado al lugar en el que todas mis expectativas serían satisfechas.

Para mencionar tan solo un par de ejemplos, el Padre Peytrequin me mostró el Misterio de la Iglesia y el Padre Manuel Rojas me mostró el Misterio de la Celebración del Misterio de Cristo. De esta manera, cada profesor –haya sido laico o consagrado- fue para mi una puerta y a la vez peldaño en el camino de formación en la fe que, en mi caso, fue caminando de la mano con mi madurez espiritual.

El programa del curso está diseñado para que vayamos avanzando en los conceptos como quien avanza en el año Litúrgico hacia el Misterio Pascual. Efectivamente, los temas que nos ofrecen hacia el final del último año son Misterio de la Muerte y Escatología. El curso de dos años, está diseñado como un camino de madurez hacia el encuentro con el Misterio.

Llegando a la etapa final del curso, con la mente y el corazón rebosantes de la infinidad de buenas razones que cimientan nuestra fe, el estudiante –o al menos yo- me enfrenté a estas últimas lecciones como a las "realidades últimas", en clave de juicio; es decir, asimilando los conceptos: comunión de los santos, purgatorio, infierno, muerte y resurrección, juicio y parusía como si de su comprensión pendiera el desenlace de mi existencia terrena. Sucedió conmigo que de la asimilación de estos conceptos derivó el más intenso examen de conciencia que jamás haya realizado hasta ese momento.

En retrospectiva me hace gracia habérmelo tomado así, porque no solo era aquél el último curso y sobradamente reconocía que extrañaría próximamente la vida de estudiante, sino porque de todo lo que allí aprendí, en lo humano y de mi relación con el Misterio, derivó una disposición hacia la vida que hasta el día de hoy, no habría podido haberla expresado mejor:

¡soy hija de la Resurrección!.

(continuará)

A la hora de mi muerte, ¡llámame!

Serie:
Diario de oración
de una mujer católica
(anónimo)

Señor, luego de este período de resequedad he vuelto a conversar contigo y disfruto de nuevo mucho las misas. Hablando de eso: ¡cuánto disfruto las misas, Señor!. Aunque no te vea, ese es el lugar de nuestro encuentro, es decir, nuestro dimensión de espacio/tiempo se funde con tu eternidad y nos encontramos y somos uno en Ti. Yo me hago uno en Ti junto a todos esos hijos tuyos que a mi lado, al igual que yo, te anhelan, te buscan y te siguen a tientas.

Cuando veo en alto el Pan Consagrado y me doy cuenta de que eres Tú, el que es, el que era y será; el que es desde el principio de los tiempos me doy cuenta que nos has hecho desde Ti y para Ti, de que somos un pensamiento tuyo que ha existido desde siempre y que ha tenido la dicha de materializarse: somos un pensamiento tuyo hecho realidad. ¡Es increíble!.

Creo que de verdad, somos más importantes para ti, de lo que jamás podríamos llegar a conocer en esta vida. Somos tan importantes para ti porque nada de lo que haces está fuera del amor, todas tus acciones son amor y amas entrañablemente todo lo que haces por tanto somos frutos del amor.

Sabes qué? Antes yo pensaba lo dichosos que fueron quienes vivieron contigo y te conocieron, pero ya no es así, yo vivo contigo y te conozco y seré tan dichosa de irte conociendo todavía más y mejor porque eso es lo que tu quieres y lo que yo deseo y porque tu Palabra es eficaz.

Sí, muchas veces en la misa quiero llorar, no lo hago con desahogo porque ya me ha pasado que entonces viene alguien a quererme consolar, y no puedo explicarles que no estoy triste, si no gozosa y entonces quedar como loca de atar.

Ayer, cuando quise llorar fue con la canción de san Ignacio de Loyola que trajo el Padre Clementino y que cantamos al final de la misa, esa que hacia el final dice: “a la hora de mi muerte, llámame, y mándame ir a ti, para que con tus santos te alabe por los siglos de los siglos. Amén”; me dije a mi misma:

A quién llamas Señor, si no a un amigo?.
A quién mandas, si no a un siervo?
Por quíén cuidas así, si no es por tu hija?
Amiga, siervo e hija tuya soy, Señor.
"No permitas que me aparte de Ti..."



Alma de Cristo
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
Oh, buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti.
Para que con tus santos te alabe.
Por los siglos de los siglos. Amén

Gracias por tus santos, Señor.

Mi Jesús, te quiero con todo mi ser y deseo que muchos te conozcan y te amen, para que sean tan felices como yo, aún a pesar de la adversidad y las propias debilidades.

Amén y hasta pronto, amado Señor.

San Carlos Borromeo y el Adviento


De las Cartas pastorales de San Carlos Borromeo, obispo
(Acta Ecclesiæ Mediolanensis, t. 2, Lyon 1683, 916-917)
Sobre el tiempo de Adviento


Ha llegado, amadísimos hermanos, aquel tiempo tan importante y solemne, que , como dice el Espíritu Santo, es tiempo favorable, día de la salvación, de la paz y de la reconciliación; el tiempo que tan ardientemente desearon los patriarcas y profetas y que fue objeto de tantos suspiros y anhelos; el tiempo que Simeón vio lleno de alegría, que la Iglesia celebra solemnemente y que también nosotros debemos vivir en todo momento con fervor, alabando y dando gracias al Padre eterno por la misericordia que en este misterio nos ha manifestado. El Padre, por su inmenso amor hacia nosotros, pecadores, no envió a su Hijo único, para librarnos de la tiranía y del poder del demonio, invitarnos al cielo e introducirnos en lo más profundo de los misterios de su reino, manifestarnos la verdad, enseñarnos la honestidad de costumbres, comunicarnos el germen de las virtudes, enriquecernos con los tesoros de su gracia y hacernos sus hijos adoptivos y herederos de la vida eterna.

La Iglesia celebra cada año el misterio de este amor tan grande hacia nosotros, exhortándonos a tenerlo siempre presente. A la vez nos enseña que la venida de Cristo no sólo aprovecho a los que vivían en el tiempo del Salvador, sino que su eficacia continúa y aún hoy se nos comunica si queremos recibir, mediante la fe y los sacramentos, la gracia que él nos prometió, y si ordenamos nuestra conducta conforme a sus mandamientos.

La Iglesia desea vivamente hacernos comprender que así como Cristo vino una vez al mundo en la carne, de la misma manera está dispuesto a volver en cualquier momento, para habitar espiritualmente en nuestra alma con la abundancia de sus gracias, si nosotros, por nuestra parte, quitamos todo obstáculo.

Por eso, durante este tiempo, la Iglesia, como madre amantísima y celosísima de nuestra salvación , nos enseña, a través de himnos, cánticos y otras palabras del Espíritu Santo y de diversos ritos, a recibir convenientemente y con un corazón agradecido este beneficio tan grande, a enriquecernos con su fruto y a preparar nuestra alma para la venida de nuestro Señor Jesucristo con tanta solicitud como si hubiera él de venir nuevamente al mundo. No de otra manera nos lo enseñaron con sus palabras y ejemplos los patriarcas del antiguo Testamento para que en ello los imitáramos.

***
Fuente: Liturgia de las Horas, Segunda Lectura, Tiempo de Adviento, Lunes I

21 de noviembre de 2009

Callar, gritar y cantar


“Gandhi señala tres espacios vitales del cosmos, cada uno de ellos con su propio modo de ser. En el mar viven los peces y callan; los animales de la tierra gritan; pero las aves, cuyo espacio vital es el cielo, cantan. Lo propio del mar es el silencio; lo propio de la tierra, el grito; lo propio del cielo, el canto. Pero el hombre participa en las tres cosas; lleva en sí la profundidad del mar, la carga de la tierra y la altura del cielo, y por eso le pertenecen las tres propiedades: el callar, el gritar y el cantar. Hoy vemos cómo al hombre, después de perder la trascendencia, le resta sólo el grito, porque sólo quiere ser tierra e intenta convertir el cielo y la profundidad del mar en tierra suya. La verdadera liturgia, la liturgia de la comunión de los santos, devuelve la integridad al hombre. Le invita de nuevo a callar y a cantar, abriéndole la profundidad del mar y enseñándole a volar, que es el ser del ángel; elevando su corazón, hace sonar de nuevo en él aquel canto olvidado. Y podemos afirmar incluso que la verdadera liturgia se reconoce por el hecho de que nos libra del actuar común y nos devuelve la profundidad y la altura, el silencio y el canto. La verdadera liturgia se reconoce por el hecho de que es cósmica, no grupal. Canta con los ángeles. Calla con la profundidad expectante del universo. Y redime así la tierra” (Joseph Ratzinger; “Un canto nuevo para el Señor”).

Esta magnífica cita la hallé en la Conferencia que Monseñor Guido Marini, Maestro de la Celebraciones Litúrgicas Pontificias en el marco de un “Curso para animadores musicales de la liturgia” de la Arquidiócesis de Génova, pronunció el día 14 de noviembre de 2009.

***

Cristo Rey del Universo

 

«Te damos gracias, Señor, Dios todopoderoso
-el que es y el que era- 
 porque has ejercido tu inmenso poder  
y has establecido tu Reino.
El dominio del mundo 
 ha pasado a manos de nuestro Señor y de su Mesías,
y él reinará por los siglos de los siglos».
Amén


19 de noviembre de 2009

De nuevo atando cabos...

Al final de este día abrí, porque hasta entonces no tuve tiempo (generalmente lo hago en la mañana), el correo de Catholic.net con el Evangelio del día, resultó ser el siguiente:

“Cuando estuvo cerca y vio la ciudad, se puso a llorar por ella, diciendo: «¡Si tú también hubieras comprendido en este día el mensaje de paz! Pero ahora está oculto a tus ojos. Vendrán días desastrosos para ti, en que tus enemigos te cercarán con empalizadas, te sitiarán y te atacarán por todas partes. Te arrasarán junto con tus hijos, que están dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no has sabido reconocer el tiempo en que fuiste visitada por Dios»”. Lucas 19, 41-44

El Evangelio de Lucas es la recopilación de relatos orales y escritos que fueron estructurados entre el año 62 y 150 dC, en época posterior a muchos de los sucesos que describe y dirigida a una segunda generación de cristianos de origen griego dentro de la cual los estudiosos afirman se encontraba una minoría judeo-cristiana. Comunidad heterogénea y con problemas concretos probablemente relacionados con su situación dentro del Imperio y ante la comunidad judía, ambos que se negaban a reconocer su calidad como ciudadanos y su condición ante Dios en razón de las promesas hechas a Israel.

Bajo estas circunstancias, Lucas ofrece a su comunidad razones para una apología ante el Imperio y la comunidad judía.

El Evangelio que ha llegado hoy contiene dos frases que me llamaron la atención, la primera:
"¡Si tú también hubieras comprendido en este día el mensaje de paz!"
La segunda:
"...porque no has sabido reconocer el tiempo en que fuiste visitada por Dios"

La perícopa es un claro reclamo al pueblo judío que espera servir de consuelo a los miembros de la comunidad cristiana, consuelo que busca cimentar el camino de fe recién emprendido. Camino que se presenta incierto, recordemos, por razón del cuestionamiento judío a su condición ante las promesas divinas.

Acercando el Evangelio a nuestros días, no es faltar a la verdad afirmar que el camino cristiano nunca ha estado ni estará exento de incertidumbre, así lo confirmamos en este Evangelio y en nuestra vida diaria, porque no falta noticia, acontecimiento, vecino o amigo, nuestro propio ego, que no nos enfrente con la probabilidad de encontrarnos fuera del “área de influencia” de las promesas divinas, tal cual los cristianos del Evangelio de hoy.

Porque, si bien hoy no es el Imperio, pero son Estados que tratan de imponernos una antropología que no coincide con la nuestra; si bien no son los judíos descalificando nuestra condición ante las promesas de Yahvé, pero son los incrédulos descalificándonos ante la diosa Razón. Como dije, no faltó ni faltará violencia que infunda incertidumbre en la vida de un cristiano.

Ahora bien, me planteo como preguntas las dos frases que seleccioné:

“¿Has comprendido en este día el mensaje de paz?”
“¿…has reconocido el tiempo de la visita que se te ha hecho?”

Así planteadas, ambas frases me llevaron en aquél momento a pensar en algo completamente absurdo, y me disculpo de antemano por atar cabos de esta manera.

Habiendo terminado la lectura, recordé un medicamento homeopático que me ofrece mi padre cuando se da cuenta que estoy anticipándome a algún acontecimiento que podría contener –no estamos seguros ya que no somos adivinos- una fuerte carga emocional o física para mi; este medicamento se llama Rescate, y su nombre le cae de perlas, es precisamente lo que realiza: un Rescate.

De qué rescata? Rescata de esa manía de vivir ausentes del presente, de dudar sobre el futuro, de vivir disperso y con la mirada fija en el horizonte cuando debería estar vuelta hacia nosotros mismos, cosa que, dicho sea de paso, facilitaría enormemente manejar –racional, no emocionalmente- el evento al que nos anticipamos. Es un rescate que restaura el balance metabólico y que influye benignamente sobre el aspecto psíquico.

Habiéndolo leído, como dije, la conclusión a la que llegué –que por eso digo que es absurda- fue: “a estos cristianos les habría venido bien unas gotitas de Rescate”."¡Vaya, pero qué ideas!", me digo ahora, pero no deja de haber verdad en ello.

Cuántas veces necesitamos ser “rescatados” de esa imperiosa necesidad de anticiparnos, de prever, de asegurarnos de que todo saldrá bien? Cuán consciente estás en este momento de que esta fe, ¡bendita fe!, que es real, tan real como que existes, sirve para estar -en este preciso instante- totalmente consciente y absolutamente seguro de que tu vida y la historia está en buenas manos?

Qué tal si bajas tu cabeza y repites varias veces hasta que estés seguro de que lo comprendes:
“¿…has reconocido el tiempo de la visita que se te ha hecho?”

Qué tal si te haces presente en el lugar donde te encuentras, tomas en cuenta la luz, el aire que entra en tus pulmones, la temperatura de la habitación, la ropa que llevas puesta, la sensación de la piel de tus manos o de tus pies en contacto con el aire, qué tal si te dices a ti mismo hasta que se haga tuya la frase:
“¿Has comprendido en este día el mensaje de paz?”

¿Qué tal si, estando en esto y de repente, en lo que viaja un rayo de luz, se hace claro en tu conciencia que el Eterno se te regala a cada instante haciéndose presente en tu presente para cimentar definitivamente tu confianza en Sus promesas? Y es que si no, para qué "el tiempo de Su visita", y es que si no, para qué "Su mensaje de paz"?

Infinitamente más efectivo que la homeopatía de papá, definitivo; infinitamente real y actual, como Dios, la fe y tu.

18 de noviembre de 2009

¡Una pasión desbocada!


El otro día, buscando poemas sobre perros, hallé varios de  magníficos autores pero ninguno me satisfizo, quería para hacerlo decorar un coctel de ñoñerías que contendría la foto de uno de mis perros junto a "un verso, una perla, una pluma y una flor", pero no lo hallé, por tanto decidí que intentaría escribirlo por mi cuenta, así que ahí voy, a la carrera y sobre la marcha, a ver qué resulta:

Sales de la penumbra como un trueno
desparramando alados destellos sonoros contra los motores.
Qué te atrae de ellos? Y qué te atrae, perrito tonto, de mi?
No te andaba buscando pero estás aquí.

Sales de la mañana como un rayo de luz
desparramando color y alegría contra la ventana.
Qué te atrae de mi, perrito tonto?
Por qué me esperas cada día en la ventana?

Sales de mis sueños de niña
desparramando anhelos de compañía contra el muro de la soledad
Qué te atrae de mi compañía, perrito tonto? Mis caricias, mis silencios, mi mirada?
¡¿O es solo tu enorme plato de comida?!
Perrito tonto.

***
En fin, salió más ñoño de lo que esperaba, pero aquí está.

El coctel de ñoñerías está casi listo, ya tengo la foto de uno de mis perros, el verso, falta "la perla, la pluma y la flor". Ya los buscaré más tarde.

Es obvio que mi pasión son los perros, luego de los humanos, por supuesto. He ido a lo largo de muchos años rescatando de la calle perritos abandonados, Bruno (así le nombró su anterior dueño) es uno de los últimos que se ha llegado hasta mi para regalarme con su presencia. De seguro ya vendrán otros perritos a mi vida, así como más fotitas de perritos con sus respectivos poemas a este blog.

Y tiene algo que ver esto con la temática de este sitio? Claro que si, porque -parafraseando a don Julián Carrión- de "la fe nace el método" [1] para vivir la vida en lo concreto, no en la teoría, por lo que esta pizca de realidad que son estos perritos, vale para mi más que mil palabras.

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[1] De la Fe nace el Método (lo dejo así para despertarles curiosidad)

Desde el trono de la heterosexualidad

El título de la entrada es una frase que utilizó en facebook recientemente mi amigo Rafa, un compatriota al que estimo enormemente y cuya concepción de ser humano es diferente de la mía. Se comprenderá por qué me he apropiado -sin autorización- de ella al final de esta nota. Prosigamos.

Descubrí, en nuestras discusiones ciberespaciales (porque en realidad en otros ámbitos no las tengo) que giran en torno de la homosexualidad, un detalle. Lo que descubrí fue algo muy sencillo pero algo en lo que el promedio de nosotros no reparamos y, ese pequeño pero -determinante- detalle, es que mezclamos ámbitos. Me explico.

Cuando una persona que –siendo o no homosexual- está a favor del matrimonio homosexual y la adopción de niños por parte de estas parejas, expresa que los católicos no dejamos vivir su vida a los homosexuales, está mezclando ámbitos y estos son: el ámbito jurídico y el ámbito moral.

Cuando un católico se expresa en contra del matrimonio homosexual e involucra en su argumento desaprobación -como opinión y no como razón- hacia la homosexualidad, está mezclando ámbitos: el ámbito jurídico y el ámbito moral.

En ambas posturas se mezclan ámbitos, lo cual en gran parte provoca sobrada injusticia, porque en el fondo, ni los católicos desaprobamos que se trate con justicia a los homosexuales, ni los homosexuales pretenden imponernos moralmente su opción de vida.

Pero en la arena de debate sucede algo diferente, los católicos percibimos que los homosexuales desean imponernos una moral con la que no coincidimos y los homosexuales perciben que son víctimas de la injusticia. Toda esta confusión es provocada por la mezcla de ámbitos en la discusión.

Que unos y otros mezclemos ámbitos tiene -desde mi percepción- dos causas: una, la ignorancia, tanto en lo jurídico como en lo moral, sobre lo que cada uno cree y defiende; dos, la causa del prejuicio que surge del temor a lo desconocido.

Qué es lo que se ignora?

Los católicos ignoramos, por lo general, lo que enseña el Magisterio alrededor del tema de la homosexualidad así como el plano jurídico sobre el cual se defiende el matrimonio. Los homosexuales también lo desconocen.

Los católicos ignoramos la profundidad de la condición homosexual y hacemos muy poco por conocerla. Lo mismo sucede con los homosexuales respecto a nosotros, ignoran qué implica ser católico y vivir de acuerdo a ello, también hacen muy poco por subsanar esta carencia.

En términos generales, se desconoce el fundamento antropológico desde el cual cada uno defiende lo que defiende, es decir, la concepción de ser humano que tanto homosexuales como heterosexuales se han apropiado y promueven; sobre las cuales, dicho sea de paso, podemos disentir, más no irrespetar.

Pues bien, de la ignorancia surgen los prejuicios, de los prejuicios el temor, todo ello es causa de injusticia y sabemos que donde hay injusticia, es imposible la paz.

La justicia es posible conquistarla si a cada uno se le entrega lo que en su derecho le corresponde: a los homosexuales les corresponde en derecho ser escuchados en sus necesidades legales y a los católicos y cristianos en general, nos corresponde en derecho no ser censurados por expresar y vivir según lo que creemos. En ambos casos lo que se defiende es el derecho a la libertad necesaria para estar en capacidad de vivir plenamente desde la respectiva concepción de ser humano.

Creo que estar al tanto de esto es fundamental, ya que nadie desea vivir hostilizado.

En síntesis, conocer y comprender la propia concepción de ser humano, conocer y comprender la de quien vive según una diferente, separar el ámbito jurídico del moral a la hora de expresarnos, así como aunar esfuerzos para luchar contra los prejuicios que surgen de ambas partes, es la batalla común, que nos colocaría en posición de alcanzar una convivencia fraterna.

Esto lo señalo como católica costarricense que tiene, como muchos otros católicos en mi país y en el mundo, estimadísimos amigos a los que por nada del mundo se desea ver padeciendo ningún tipo de injusticia y de quienes estoy segura, piensan lo mismo sobre nosotros.

Y para finalizar, me expreso de esta manera, no desde el trono de la heterosexualidad, sino desde el trono que compartimos y que es nuestra común humanidad.

***

Ese mismo día, Rafa visitó este blog y tras haber leído y comprendido lo que traté de expresar, me ha respondido en facebook lo siguiente, que dicho sea de paso, ahora si tengo su autorización para publicar:

"Mari que buena sos para fundamentar tus puntos... siempre te he considerado una mujer muy inteligente y crítica ...  Y qué honor que mi frase te haya servido como título! Te imaginás que rico el día que se considere al ser humano realmente como un auténtico ser integral, sin etiquetas derivadas de lo que nos gusta o no, por lo que somos o dejamos de ser. Por que resulta, además, que en la vida no solo existe el blanco y el negro... y vos como artista lo sabés. Ese día será tan maravilloso que no necesitaremos de ámbitos para juzgar y valorar la creación divina...¡me gustó tu blog!"

A lo que respondí:

"Rafa, querido amigo, si yo te empecé a querer cuando trabajamos en el Museo fue por quien sos y lo que me has dado, que no ha sido poco y gracias a eso, es que fuera de toda teoría, en la práctica se lo que debo hacer. Vos sos el responsable de que me esfuerce por buscar un equilibrio, no yo, todo el mérito es tuyo, por tu forma de ser. Palabra que hacés honor a tu condición de ser humano.
Y qué bueno que te gustó mi blog, gracias".

Asumo que no necesito agregar más.


17 de noviembre de 2009

Dos antropologías

En facebook colocaron hoy el enlace a un grupo que se manifiesta en contra del matrimonio de personas del mismo sexo. Como comentario al mismo me encontré con la siguiente antropología que transcribo literalmente:

Ataque 77

Dia a dia aprendiendo a ser
Intento re plantear mi manera de ver
Ke obscesiva es nuestra sociedad
Clasificandose por su eleccion sexual
Con kien lo haces?
Francamente ke importa…
Cuántas veces te escuche decir:
Puto maricón
Para insultar a gente…
Es ke acaso todo gira en torno
A la cavidad donde metes tu pene
Con kien lo haces?
Francamente ke importa…
Si vas a hablar con mi corazón
O caso con mi sexualidad?
Pregúntate…
Mira a mis ojos y ve kuien soy
Cuando me hablas adonde miras?
Cuestiónate...

Uno se pregunta, cómo plantearse con la propia antropología ante esta otra que tan claramente se expresa como opuesta? Asumí que vendría bien hacerlo en forma de poema y desde la máxima caridad de que era capaz en ese momento, porque no todos los momentos son iguales, para tenerlo en cuenta.
Transcribo mi respuesta:

Cuando me hablas adonde miro?
Cuando te hablo miro tus ojos
No veo un orificio ni un pene veo
Si no un mirada profunda de ser humano
Por lo mismo se que me entiendes
y por eso decido hablarte al corazón
¿Con quién lo haces?
¡Claro que importa!.
Importa porque eres más que un pene.
¡Eres un ser humano!
Capaz de razonar sobre lo que conviene 
Capaz de dar y recibir afecto
Capaz de tener como centro de su vida
algo más que su genitalidad y el placer
Capaz de procrear
Y como si fuera poco, llamado a la vida
con un propósito
Con quién lo haces?
Claro que importa
Importa porque eres más que un orificio
¡Eres un ser humano!

***

Me pareció interesante compartilo con ustedes porque muchas veces, las mayores satisfacciones las encontramos al dar una respuesta que surge espontáneamente.

Como he venido diciendo, de la Fe nace el Método, método que se expresa en los acontecimientos y encuentros de cada día. Me da gusto ser parte de ello.

Itinerario de fe: ¡A ver si te enteras!

Excelentissimus modus contemplandi est ignote ascendere
El medio más excelente para la contemplación es ascender por lo ignoto
San Buenaventura
"[ ] hay dos peligros que deben ser evitados. Primero, no tenemos que tomar nuestro conocimiento conceptual de Dios por lo que no es; segundo, tenemos que tomarlo, por lo menos, por lo que es. Cualquiera de estos dos excesos conduce a un ateísmo práctico.
Si comenzamos engañándonos con un sistema de ideas claras que pensamos puedan delimitar y circunscribir el Ser de Dios, comenzaremos, en virtud de este mismo acto, a juzgar a Dios de acuerdo con la medida de nuestras ideas, y haciéndolo así anulamos a Dios – en la medida en que sea posible hacerlo en el plano intelectual- a fin de reemplazarlo por nuestro sistema. San Gregorio Niceno dice que esto constituye una clara forma de idolatría.
Pero, ¿por qué?. Porque, lo mismo que los amigos de Job, nos erigimos en abogados teológicos de Dios. Justificamos Sus caminos, no de acuerdo con lo que Él es, sino conforme a lo que nuestro sistema establece que El debería ser. Al fin nos encontramos haciendo una apología del mundo a causa de Dios y demostrando que, después de todo, no hay que censurarlo, pues siendo lo que es se muestra obrando generalmente como un hombre justo, prudente y benévolo. O bien para alcanzar unos pocos grados más de la estimación de los hombres por Dios lo presentamos como un millonario bien dispuesto y democrático. La palabra que designa todo esto es blasfemia.

Es asimismo ateísmo, porque un Dios que depende de nuestras ideas para su justificación no es posible que exista [1].

Ascenso a la Verdad. Thomas Merton, Capítulo VI, Conceptos y contemplación
***

Reinhold Niebuhr ha dicho: “Nada es tan increíble como la respuesta a un problema que no se ha planteado”, pero el problema está planteado y lo está porque las palabras de Merton encuentran eco en mi interior donde resuena secretamente "la pregunta", pregunta que en este caso es: ¿Es posible ser obstáculo para la obra de Dios?
Si, es posible, lo soy cuando intelectualmente separo a Dios de su infinita trascendencia; de tal manera que "sembrar con esperanza", como ha dicho Miserere, significa precisamente eso, sembrar y luego ascender por los parajes de lo ignoto... en otras palabras, dejar a Dios ser Dios.
Maricruz, ¡A ver si te enteras!

“La final consecución del conocimiento de Dios por el hombre consiste en saber que no lo conocemos, en cuanto comprendemos que Él trasciende todo cuanto podamos comprender respecto de Él”
Santo Tomás
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[1] Grados de conocimiento, Jacques Maritain

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