28 de mayo de 2011

La verdad para la que estamos hechos

He observado que tenemos ante las narices verdades tan grandes como el mundo y somos incapaces de reconocerlas. Son del tipo de verdades, tal como el tesoro escondido en el campo (Mt 13, 45-46), por las cuales uno vendería todo lo que tiene para adquirirlas.

Pero no las vemos y muchas veces, la mayoría del tiempo, es porque ni siquiera las buscamos. Andamos tan distraídos que ni reparamos en ellas o somos tan perezosos que nos conformamos con que alguien las descubra y nos participe de ellas.

Muchas veces sucede también, pues si, que hemos descubierto dos o tres de ellas y nos enrumbamos por la vida pensando que ya las hemos adquirido todas.

Ha dicho santo Tomás “Nosotros, estamos hechos para la verdad, entendiendo por verdad la correspondencia entre conciencia y realidad” (Summa Theologiae, I, q. 21, art. 2c) y si esto es cierto, quiere decir que cada criatura venida a la vida llega preparada para hallarla aunque sea un poco lenta o que ni siquiera cuente con un diccionario o un televisor.

Esta es la cuestión, montones de verdades grandes como mundos giran a nuestro alrededor y no reparamos en ellas porque somos dados más a pensar que a conocer

¡Ah, pero hay que ver lo que berreamos si alguno se atreve a quitarnos algunas a las que nos aferramos como mono en ventisca! 

¡Hay, que ver el grito al cielo que pegamos cuando “La ley de igualdad del gobierno planea discriminar a los colegios que separen a los alumnos por sexo” pero hay que ver también la descalificación de la que somos capaces cuando alguien nos cuenta que “El Camino Neocatecumenal reunirá a 40.000 jóvenes en Alemania para preparar la JMJ de Madrid”

Para ser sincera, no veo diferencia en la disposición de un ateo que desprecia la verdad que contiene el que hombres y mujeres aprendemos de forma diferente y un católico que desprecia la porción de verdad que contiene cualquier carisma reconocido por la Iglesia.

Para qué estamos hechos? Para la verdad. Pero, cómo conocerla? Comprometiéndonos con la vida. Atendiendo tanto nuestras reacciones como las de los demás, prestando atención a ese entramado complejísimo del que están hechas tanto las relaciones entre los hombres como las profundidades de nuestro ser.

Si la vida resulta hermosa no es solo porque reconocemos la Belleza y la Bondad que nos han puesto inmerecidamente ante los ojos, la vida es hermosa –sobre todo- porque es constante desafío a lo que pensamos.

Desafío que consiste en que lo que pensamos pase a ser conocimiento de la Verdad para la que estamos hechos y de la cual podemos hallar porción de ella en todos los movimientos reconocidos por la Iglesia como don del Espíritu Santo.

26 de mayo de 2011

Un comentarista me ha pedido perdón

Me conmovió desde que lo leí pero me ha conmovido más desde lo que, a lo largo del día, he reflexionado sobre lo que implica el durísimo camino que conduce al punto de humillarse para pedir perdón.

Me conmueve más aún porque tengo cerca de mi a una persona muy querida que no consigue alcanzar ese punto por lo que, en contraste con este comentarista, comprendo muy a mi pesar que su caso requerirá de más tiempo y de una ascesis mayor. 

Desde mi punto de vista como ofendida, lo único que puedo decir es que no me toma –por lo regular- más de unos pocos minutos perdonar incluso ofensas gravísimas por lo cual estoy infinitamente agradecida con el Señor porque lo identifico como un don suyo.

Sobre las ofensas del comentarista, pues si, fueron verdaderas groserías y cuando las mencionó en el comentario en el que me pedía perdón reparé en eso, pero también en que ya las había olvidado.

En la actividad de blogero uno entra sin adelantarse a juzgar a los lectores en sus sentimientos o reacciones. Creo que es una actitud sana y más que sana “cristiana”.

Uno, de alguna forma, espera lo mismo. Lo espera porque si escribe es porque sospecha que existen personas que comparten su mismo interés por la vida y le otorgan el mismo valor a la existencia, pero a veces no sucede así y aparecen lectores/comentaristas que andan por la vida como “mareados”, desatendidos de sí mismos, inmersos en esta cultura infame que les asegura que no se puede confiar en nada ni en nadie.

Así, mareados, se nos avalanzan a los blogeros con sus groserías con las cuales uno, que también es imperfecto, se apaña como mejor puede.

Esos lectores/comentaristas vienen y van, vienen más que van, pero si se van y regresan pidiendo perdón, pues nada, que uno se da cuenta que tiene material para reflexionar, compartir en una entrada y algo más en el día que transcurre por lo cual agradecer y dar, además, a Dios toda la gloria.

24 de mayo de 2011

¿Qué es lo que celebro el 24 de mayo?

Ayer leí lo siguiente que me llamó mucho la atención “Si el hombre tiene capacidad de madurar, ésta consiste justamente en su posibilidad de adentrarse en el pasado, de aproximarse a lo lejano como si estuviera cerca, como si formase parte de nosotros” El Sentido Religioso (L. Giussani)

Por qué es importante reconocer esta posibilidad de “adentrarnos en el pasado”? Porque de nuestro pasado extraemos la experiencia la cual se torna útil en cuanto nos revela las evidencias y las exigencias más profundas de nuestro corazón.

Para darles un ejemplo: 

A mis cinco años escribía y leía, por lo que con el entusiasmo de esa edad y ante la novedad del descubrimiento, una de las primeras cosas que hacía por las tardes luego de la escuela era escoger unos bonitos papelitos y con mis lápices de color dibujar a María, a Jesús, a Dios Padre o a Dios Hijo y escribir bajo su imagen un pequeña carta, poema u oración espontánea.

Nadie me dijo nunca que lo hiciera pero lo hacía como la cosa más natural.

Tiempo después para cuando recordé que esto hacía y ahora que tengo elementos de juicio para comprenderme siendo niña reconozco que entonces lo que hacía correspondía a la evidencia que desde la infancia del amor de Dios en la naturaleza, en mis padres, parientes y amigos. Evidencia que, ciertamente, correspondía a mis más profundas exigencias de verdad, justicia, paz, etc.

Qué hizo posible que entre esa niña de cinco años y la mujer adulta que soy exista un hilo conductor que le da sentido a todo? Lo hizo posible mi capacidad de madurar pero sobre todo el haber hecho memoria del encuentro que tuve desde pequeña con el Amor.

Pues bien, el 24 de mayo es un día de celebración para mí, porque a diferencia de otros acontecimientos en mi vida, éste tiene fecha y es la fecha de María Auxiliadora con quien me encontré durante mis años de colegiala en la institución que lleva su nombre.

Por mucho tiempo reclamé a la vida haber estado en colegio de monjas porque según yo eso me impidió madurar al ritmo de los jóvenes de mi tiempo y muy probablemente así fue, pero es el caso que al día de hoy, echando cuentas con mi pasado comprendo que el no haber madurado entonces es lo que ha hecho posible que lo esté haciendo ahora con los criterios adecuados; por tanto, no haber madurado “a tiempo” adquiere ahora sentido. 

En este proceso, María Auxiliadora tiene todo que ver, porque fue compañía y testimonio en aquél tiempo y lo ha sido en cada ocasión determinante, tanto en la muerte de mi madre como en las dificultades que recientemente he debido enfrentar.

Uno reza el rosario y minutos después nota de qué manera su actitud hacia la realidad cambia, uno se duerme con el rosario en la mano y al despertar se da cuenta que durmió ocho horas consecutivas cuando lo normal es dormir a sobresaltos no más que de cuatro a seis horas, también uno se despierta un día cantando canciones sobre María que aprendió en su juventud las cuales desde entonces no entona y se dice: Qué raro! Pero no es raro, todo es signo de ese encuentro, manifestación de las más profundas exigencias, todo es evidencia y certeza; lo cual es lo que celebro el 24 de mayo en Cristo y con María Auxiliadora, es decir, en un día como hoy.

21 de mayo de 2011

La fortaleza de Hungría

Si quieren conocer de dónde ha sacado el pueblo húngaro la fortaleza para implementar la reforma constitucional de su país la cual, dicho sea de paso, ha mencionado en varias ocasiones nuestro estimado Juanjo Romero en su blog; si quieren conocer de donde toman su fortaleza, dediquen tiempo para mirar el blog Capitulum Laicorum Sancti Michaelis Archangeli

Cielos, si en mi país hubiera una sola asociación laical como esta, no puedo ni imaginar lo que podría llegar a ser nuestra constitución en caso que hubiera que reformarla (que de hecho tendremos que hacerlo en algún momento)

Les confieso, de húngaro no se nada, con ayuda del cielo es que balbuceo el español, por lo que les pido que me disculpen ya que no puedo traducirles nada.

Pero que eso no los distraiga, no hace falta otra cosa más que mirar las fotografías para darse cuenta de dónde procede su fortaleza.

¡Regocíjense en ellas!

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Por cierto, la historia parece indicar que los pueblos han de sufrir mucho antes de caer en la cuenta de ciertas cosas, sin embargo pienso que no necesariamente ya que para hombres y mujeres de fe, lo único que haría falta es que sin prejuicios y con valentía miraran la realidad de frente tal como hicieron Pedro y sus amigos bajo la certeza de con Quien se habían encontrado.

20 de mayo de 2011

Des-parroquiados

Con esto de que nos hemos encontrado en facebook un número significativo de fieles que deseamos la misa según la forma extraordinaria del rito romano he llegado a reconocer la existencia de una también significativa cantidad de fieles que circulamos por las parroquias de la Gran Área Metropolitana, como dijo alguna vez la poetisa brasileña Adelia Prado: “buscando un lugar para rezar”.

Mientras que varios sacerdotes con los que he conversado y que cometen abusos en la liturgia -pese a los argumentos que se les presentan- persisten en sostener que la “creatividad en la Liturgia es catequesis necesaria y prioritaria” (¿perdón?), muchos fieles de manera individual nos hemos venido retirando de nuestras parroquias y constituido sin proponérnoslo en un grupo que -de manera silenciosa e imperceptible- deambula por diferentes templos, conventos y parroquias.

Somos los desparroquiados, nuestra existencia es un hecho innegable.

Somos fieles quienes, entre otras cosas, comprendemos de manera afín al Magisterio pero diferente a una gran parte de nuestros sacerdotes lo que significa e implica la “inculturación”, el significado de la “belleza”, Cristo en la Sagrada Liturgia como “fuente y culmen de la vida de la Iglesia”.

Somos fieles, que por el hecho de así reconocernos, no congeniamos con los aplausos en misa, ni con las señoras y monaguillos bailando a ritmo de merengue; fieles a quienes nos han hecho levantarnos con micrófono en mano cuando nos hemos puesto de rodillas para recibir la comunión; fieles que comprendemos que un altar no se remueve para ofrecer una obra teatral, personas que conocemos las razones por las cuales una la homilía debe prepararse y que la misma no está al servicio del temperamento del sacerdote; somos fieles que viajamos de un extremo al otro de la Gran Área Metropolitana para poder asistir a una misa donde finalmente podamos encontramos con Dios.

Somos fieles y nuestra fidelidad es también un hecho innegable.

Fieles quienes, no sin nostalgia, mantenemos frescos en nuestra memoria los bonitos años en que fuimos parroquianos entre vecinos, amigos, parientes y conocidos con los que compartíamos la misa y muchísimo más; porque, han de saberlo, los desparroquiados hemos sido por largo tiempo miembros de grupos apostólicos, catequistas, ministros extraordinarios de la comunión, personas también con formación pastoral y teológica.

Fieles, no “inadaptados”, como suelen calificarnos; no, de ninguna manera, nos hemos desparroquiado muy a pesar nuestro.

Nos ha empujado a ello la impotencia no solo ante el hecho de que nuestras razones nunca son atendidas sino también la impotencia que provoca el que a grandes pasos nuestras parroquias van dejando de ser católicas por causa de párrocos que por ignorancia o desidia, se mantienen al margen de la enseñanza del Magisterio y de la voluntad de Roma.

Sepan los párrocos de nuestra existencia y que por tanto tendría ésta que ser considerada en sus planes pastorales. 

Qué llegará a ser de nosotros si no lo hacen? No lo se, lo que a ciencia cierta sabemos es que nos reconocemos “fieles” y que nuestra existencia –sin duda- es tomada en cuenta dentro del Plan Pastoral de la Providencia Divina.

19 de mayo de 2011

¿Por qué Pedro llegó a ser feliz después de haber negado al Señor tres veces?

Porque Pedro es, en este período en que la Iglesia propone la lectura de los Hechos de los Apóstoles, un personaje importante me viene estupendamente compartir lo siguiente con ustedes.

Mi actividad en facebook es tan singular e intensa que pienso que antes que blogera mi “vocación” en la web se parece más a lo que como catequista hacía cuando lo era.

Les cuento por qué lo digo.

Anoche, leyendo un texto que me resultó desde sus primeras páginas un desafío -se me ocurrió- en relación al tema colgar algunas preguntas en mi muro a las que algunos le hicieron frente.

Un joven, al responder, me dejó tan asombrada por la rapidez, lo sencillo y rotundo de su certeza por lo que esta mañana reflexionando en ello debí preguntarme qué fue lo que provocó que ese chico pudiera ofrecer esa respuesta.

La conclusión a la que llegué fue que este chico respondió de la forma en que lo hizo porque miró la realidad de frente como alguien que ante ella no tiene nada que perder.

Ahora bien, he venido no solo para contarles este hecho aparentemente insignificante acaecido el día de ayer sino para formularles la misma pregunta:

¿Por qué fue Pedro capaz llegar a ser feliz luego de haber negado al Señor tres veces?

La única sugerencia que tengo para ustedes antes de intentar responder es que consideren hacerlo en primera persona ya que “saber y creer” deben encontrarse.

17 de mayo de 2011

Prejuicios y conversión

Los prejuicios vistos desde la mirada de un ilustrador, como lo soy, se presentan como grotescas costras de color marrón adheridas a algunos de los órganos más importantes del cuerpo humano como son los que le permiten relacionarse: ojos, oídos y boca, pero también el corazón y el cerebro, con esto quiero decir que los prejuicios son el mayor obstáculo que he encontrado para la comunión.

Conozco muchas personas prejuiciosas, soy una de ellas, pero porque he identificado en mí esas costras es que me he dado a la tarea de irlas desprendiendo tal cual haría un cirujano plástico al procurar un “extreme make-over”.

Les confieso, la tarea para un cristiano como para un cirujano plástico no es fácil (más difícil cuando no imposible, si procura hacerlo sin contar con el auxilio del bisturí de Dios) de hecho es muy dolorosa porque le obliga a uno, primero, a mirarse a la cara, luego a decidir si desea o no convivir con lo que ve y tercero, que para cuando uno se decide ha quedado expuesto a un par de cosas no necesariamente placenteras.

La primera cosa poco placentera es que consigue uno ser realista. Haber enfrentado la realidad hasta ese momento según lo han permitido nuestras costras ciertamente nos habrá ofrecido complacencia pero a la vez –de seguro- nos ha retrasado en llegar a ser la criatura que Dios tenía pensada al traernos a la vida.

La segunda cosa desagradable, que deriva de la primera, es que uno madura. Madurar es doloroso porque cae uno en la cuenta de que está completamente solo, que no depende más que de su propio criterio y en el peor de los casos, del de los demás; criterio propio o ajeno, el cual si además no está arraigado en el criterio de Dios, es la peor herramienta a la que un humano puede confiarle la guía de su existencia. 

Pues bien, tras los primeros pasos hacia llegar a ser una persona que mira la realidad de frente se da uno cuenta que la mayoría la hemos estado evadiendo por largo tiempo, lo cual lo hace caer a uno en la cuenta de que en adelante tendrá que aprender a convivir con personas poco realistas e inmaduras. Antes, todas ellas, según la reducida visión que nos permitían las costras, eran solo personas neuróticas o un tanto excéntricas, pero no –ellas- como uno, son únicamente personas poco realistas e inmaduras.

Como les dije, este “extreme make-over” no es el paraíso, precisamente; pero la parte buena de todo esto existe y está por venir. 

Simultáneamente se torna uno realista llega la humildad y con la humildad la paz y el gozo que derivan de haber caído en la cuenta de que a pesar de tanta costra ha sido absoluta e incondicionalmente amado desde que el mundo es mundo, que ha sido querido por Dios y que para su obra uno es útil y necesario lo cual es, en sí mismo, un bocadito de la Gloria.

Por lo que de doloroso tiene esta “transformación total” lo tiene de alegre el alcanzar por su medio la reconciliación con uno mismo que deriva de la reconciliación con Dios.

La conversión del corazón no es más que eso, el proceso de volverse realista de a poco y un poco todos los días y a cada momento en la medida en que la fe es juicio que arranca pero también evita la formación de más y mayores costras que imposibilitan la comunión.

Así que, por favor, señoras y señores quienes -entre otros- poseen prejuicios hacia la misa según la forma ordinaria o la extraordinaria: mírense hoy mismo en el espejo.

15 de mayo de 2011

Solemne Misa Pontificial según la forma extraordinaria del rito romano en la Basílica de San Pedro

El video que ha subido The New Liturgical Movement a Youtube de la Solemne Misa Pontificial celebrada en Roma hoy domingo 15 de mayo del 2011 según la forma extraordinaria del rito romano.

Algo para recordar por siempre ¡en Roma el celebrante de cara a Dios!




Comunica The New Liturgical Movement que este usuario en Youtube continuará subiendo sus videos sobre la misma misa.

13 de mayo de 2011

El valor de la Instrucción Universae Ecclesiae

En cada lugar del mundo donde fieles en adhesión al Papa y al Magisterio de la Iglesia han solicitado la celebración de la misa según la forma extraordinaria han de haber encontrado y superado (o no) múltiples y no pequeños obstáculos para ver atendida su solicitud.

Nuestro caso en Costa Rica no es diferente, desde hace poco más de dos años hemos venido infructuosamente tratando de hablar del tema pero hemos hallado tan fieros oponentes que las circunstancias sencillamente nos forzaron a esperar.

Así es, esperamos y apareció un sacerdote que nos ha prometido su parroquia para cuando regrese de sus estudios en Roma, esperamos y apareció una congregación de religiosos que la celebra en la provincia, esperamos y hemos hallado a dos sacerdotes que desean, uno celebrar la misa con la que creció y otro, celebrar una misa que no conoció pero a la que reconoce su infinito valor. 

Finalmente, esperamos la Instrucción Universae Ecclesiae y finalmente la tenemos en nuestras manos y además en un día maravilloso como es el día de Nuestra Señora de Fátima.

Para que tengan idea de la dimensión de los obstáculos que hemos debido enfrentar menciono nada más lo expresado por uno de los cuatro sacerdotes que hemos contactado, dijo así: “Conociendo desde dentro la mentalidad de gran parte del clero costarricense cuando salió el Motu Propio me dije que era una lástima porque jamás vería el día en que una misa según la forma extraordinaria se celebrara en nuestro país”

Pues bien, ese día llegará y llegará porque el sacerdote que desde Roma me anunció personalmente su decisión lo hará posible junto a tres de sus hermanos (y Dios quiera lleguen a ser más) que han comprendido no solo el valor sino la magnitud de la importancia de la celebración de esta misa y, además, que sea celebrada libre de objeciones.

Llegará ese día porque, además, han habido autoridades en Roma que han prestado oído atento a los fieles y tenemos a un Pontífice que se ha empeñado en esclarecer el tema y abrir el camino para la recuperación de esta profundamente valiosa tradición de la Iglesia.

Específicamente para nosotros es un empujón ("espaldarazo” dirían ustedes) en el sentido de que somos fieles de diferentes diócesis y no somos muchos aún, quizá alcanzaremos a ser unos fluctuantes doscientos; lo es también porque el templo donde esperamos celebrarla la primera vez en la Gran Area Metropolitana no es parroquia bajo la autoridad de estos sacerdotes pero también es el empujón que necesitaban algunos otros sacerdotes que nos han manifestado considerarse no capacitados para celebrarla por lo que ahora podrán pedir con toda libertad a sus Obispos que les provean la ayuda necesaria; lo será también y, esto es muy importante, porque hemos conocido a muchos laicos y a varios sacerdotes que nos demostraron que no se sentían en libertad de manifestarse al respecto.

En todo sentido la Instrucción Universae Ecclesiae posee un inconmensurable valor para la vida de la Iglesia universal.

¡Deo omnis gloria!

Asociación Demográfica Costarricense. Ahora si, ¡a echarle el cuerpo a lo que venga!

Me las tengo medidas…

Me tengo medidas las consecuencias que la ineficiencia de instancias gubernamentales y de los mismos gobiernos provoca en nuestros países latinoamericanos.

Fíjense bien: Venezuela, Nicaragua, Ecuador, Bolivia… la misma Argentina, por décadas y décadas bajo regímenes distraidos por egoísmo de lo verdaderamente importante.

Miren nada más cómo están! Pues como tienen que estar, naciones enteras conducidas a quién sabe dónde por gobernantes que ni idea tienen de dónde vienen, muchos menos saber para dónde van.

En ciertos aspectos los ticos nos hemos “salvado” pero en otros estamos a “un pelito” de quedar completamente expuestos y además indefensos ante la embestida de todas estas ideologías que ya tanto daño han hecho en otros lugares del mundo.

Y, claro que, si estamos a “un pelito” es por haber permanecido por demasiado tiempo pereceando sobre ciertos temas con lo que hemos abierto espacios para que organizaciones como la Asociación Demográfica Costarricense se nos eche encima para, ojalá, decapitarnos de un sablazo con financiamiento y estrategias muy claras.

Hace unos días, transitando por los alrededores del Parque de La Sabana, miré de lejos una publicidad colocada en las paradas de autobuses que me dejó espantada.

Al día siguiente empecé a hacer mis indagaciones y finalmente el padre Carlos desde Roma me envió el enlace a la página de la Asociación Demográfica Costarricense la que estuve hoy revisando y cuya información me confirma lo más temido: esta asociación es miembro de la Federación Internacional de Planificación de la Familia (IPPF) o como sus siglas lo indican International Planned Parenthood Foundation.

Pues bien, esto nos pasa por distraidos e ineficientes.

Nos queda empezar a aprender a convivir con la misión y las estrategias de la Asociación Demográfica (y de quienes están detrás de ella) la cual se presenta imparable y, antes que meternos en polémicas interminables, entrar como gente seria y responsable en la batalla por la defensa de la vida.

Gobiernos ineficaces dieron al traste con un camino político que podría haber conducido por una ruta más saludable a pueblos como Venezuela, Ecuador y Bolivia; gobiernos e instituciones civiles y religiosas ineficaces en Costa Rica han permitido que nos veamos a estas alturas del partido en la necesidad de argumentar ante ante la opinión pública de manera realista y razonable para contrarrestar de alguna forma el daño que inevitablemente infligirán estas organizaciones a nuestros valores y costumbres.

Ahora, a echarle el cuerpo –como mansos pero astutos defensores de la vida- a lo que venga.

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Ahora la pregunta que me surge es: en qué estarán pensando los personeros de la Municipalidad de San José (la misma que financia las procesiones de Semana Santa) rentando estos espacios públicos a una institución vinculada con la IPPF?

La vivencia del Misterio de Cristo

Tiempo atrás había comprado un librito de don Giussani titulado “Para vivir la Liturgia: un testimonio” el cual es la recopilación de sus apuntes sobre el tema y que, según señalan los editores, fueron escritos entre 1962 y 1973, un período importantísimo para la Liturgia.

Recientemente me he involucrado nuevamente en estas cuestiones por lo que recordé que lo tenía y por lo mismo he vuelto a leerlo. He debido detenerme en muchísimas cosas en las que no había reparado.
En el prólogo inicia don Giuss estableciendo que es nuestra pertenencia al Cuerpo de Cristo en su insondable Misterio lo que nos une y configura en “la humanidad que ha adquirido conciencia de la adoración a Dios como significado supremo suyo, y del trabajo como acto de gloria a Dios”. 

Afirma que la vivencia de la liturgia, es el camino de la “conversión del corazón” y por ende camino en el cual se configura nuestra moralidad la cual, apunta don Giuss, está definida por dos grandes factores.
Como primer factor señala “la escucha” y en este sentido describe a la liturgia como “el libro de los pobres de espíritu, de los que no inventan palabras” lo que claramente implica obediencia.

El segundo factor lo ha llamado “la implicación total en la Gracia del Misterio”, por un lado en cuanto “la liturgia se apoya en el quicio de los sacramentos” y, por otro, en cuanto que esclarece su sentido.
Ahora bien, lo definitivo para mi es lo que menciona sobre que “si no metemos todo dentro de [la] gracia”, es “como si hipostasiáramos a un Cristo situado delante de un mundo que tuviera sus derechos frente a él”.

Por lo mismo, es necesaria para la vivencia del Misterio de Cristo la pobreza de espíritu la cual don Giuss menciona como el advenimiento del “volverse el corazón hacia la dirección exacta” o, en otras palabras, el advenimiento de una moralidad cristiana que es “la que engendra la unidad de la persona” y de la que “fuera de ella”, añade, “estamos divididos”.

El prologo de este librito de apariencia insignificante me ha servido para comprender cuál es el error en los argumentos que me han expuesto algunos sacerdotes con los que he discutido sobre abusos que cometen en la liturgia. 

Su error consiste en que en su afán de conducir las almas a Cristo le han despojado del Misterio por lo que Cristo en la liturgia para ellos ya no es “fuente y culmen de la vida de la Iglesia” (SC) sino los derechos que se atribuyen ante El.

La “conversión del corazón tiene un solo cauce” es la liturgia; un cauce “por el cual, en la medida en que vivamos” el Misterio hará brotar “el alba del nuevo mundo; es decir, [el comienzo] de Su venida”

10 de mayo de 2011

De cómo habría sido el Meeting de blogeros si yo hubiese estado ahí

 La verdad, miren, tengo que ser franca.

Yo hubiera querido estar en el Meeting pero no estuve y me dio mucha cólera porque hice falta. Si, señor. ¡Hice mucha falta!.

Bueno, primero déjenme contarles la tremenda tontería que hice cuando supe de la invitación. Fíjense lo que hice:

Escribí y dije (así de bruta puedo llegar a ser), dije: “Hello, I am willing to go but I can´t".

Cómo que “aicant”? Of course que “can", pero en ese momento no lo pensé y, digamos que (eso me lo digo para consolarme) digamos que fue por esa tontería que no estuve allí.

Quién sabe? A lo mejor fue así, no? (Digamos que si. Solo para consolarme, jeje)

Pues bien, como les iba diciendo, ese Meeting hubiese sido muy pero muy diferente si hubiese estado ahí por la única y sencillísima razón de que no me hubiese permitido (ni permitido a los demás) un par de cosas:

1. No hubiese permitido que ni un solo blogero esa noche cenara sin compañía.

2. No me hubiese permitido salir de allí sin haber estrechado la mano (y asegurado de aprender el nombre) de los 145 restantes así como la de los moderadores y panelistas.

(Monseñor Lombardi probablemente hubiese estado tentado de llamar por mi causa a la Guardia Suiza, casi que podría asegurarlo)

Eso, sin contar que hubiese hecho hasta lo imposible por romper los círculos de viejos amigos que se hicieron y que ni por un minuto se rompieron (eso lo se porque los observé a través de la cámara del padre Roderick).

Hubiese muy probablemente hecho el ridículo, (conservadoramente) una docenas de veces hasta estar convencida que todos se hubiesen al menos estrechado la mano y dicho su nombre.

Es que digo yo que pa`qué va uno ahí, entonces? Pa´ver a los mismos de siempre diciendo lo mismo? No, qué va…! Uno va al Vaticano a un Meeting de blogeros para hacer lo que uno por excelencia sabe hacer, lo que le apasiona: comunicarse, donarse, entregarse, compartirse… ponerse en juego con todo lo que uno es ante esa realidad.

En fin, el Meeting si hubiese estado allí habría sido muy diferente pero no estuve, por lo mismo, sepan que se perdieron de haberse llevado el “gratísimo recuerdo” de lo que hubiese sido ese Meeting si yo hubiese estado ahí.

Qué le vamos a hacer? Será para la próxima en la que, quizá, si “can"!

9 de mayo de 2011

¿Qué seguirá después?

José Luis Restán comentando a Massimo Borghesi decía “Cualquier formación, plan o evento, que no conduzca a generar personalidades cristianas libres y llenas de razones, dispuestas a arriesgarse en medio del mundo, sólo servirá para aumentar nuestra melancolía” por lo que yo, estando llena de razones y sabiéndome libre no veo por qué motivo deba permanecer en la melancolía que me produce sentirme impotente ante la secularización de lo sagrado.

En esta fotografía verán un rótulo en el jardín del templo de La Merced en el centro de la capital pero allá, en el borde superior izquierdo de la misma, verán también asomarse la esquinita de un banner publicitario gigantesco que cuelga a todo lo alto del templo.

Después de esto ya no se que es lo que sigue, ¿quizá misas celebradas bajo el auspicio de patrocinadores?



En esta otra fotografía lo que están observando no es una lección de cambio de pañales dirigida a mamás novatas sino un aspecto de la celebración del rito del Sacramento del Bautismo en una parroquia de provincia en mi país.

Ya ven? ¡Y ustedes que pensaron que lo habían visto todo!



Qué seguirá después? Bien, yo les diré qué seguirá después: no será que la autoridad corrija a los responsables ni que reoriente en su formación a los laicos (como tendría que ser), seguirá que más de uno me acusará de soberbia y me llamará fanática. Eso seguirá, tan solo eso.

Yo solo espero, no digamos llegar a ver el día en que algunos católicos se conviertan (porque a lo mejor eso no será si no hasta la Parusía), espero estar viva para presenciar que algunos sean honrados consigo mismos y admitan que desde largo tiempo atrás dejaron de ser católicos y que, de paso, se llevaron a un chorro de almas consigo.

7 de mayo de 2011

"Un corazón no basta"

Varios días en silencio. A qué se debe, Maricruz?

Pues, qué te diré? Estoy plagada de objeciones. Tanto que he criticado a los que a todo le ven un “pero” y ahora estoy como ellos; pero no como ellos totalmente, porque busco y espero pronto hallar una salida.

Qué tipo de objeciones? Ay, mejor ni preguntes porque la lista es larga; pero ya que insistes, mencionaré un par.

Me puso malísima una discusión sobre abusos en la Liturgia la semana pasada en la cual un par de sacerdotes, a pesar de la evidencia en unas fotografías, afirmaban que no existía abuso en las celebraciones que presidían. Me puso mal darme cuenta que si ellos no ven abuso es porque no ha habido autoridad que se los muestre y aunque los laicos les refiramos al Magisterio ellos siempre encuentran una justificación para lo que hacen. ¡Caray!.

De berrinche también me puso que se dañó el monitor de mi computadora el día del Meeting de Blogeros en el Vaticano. Ni me lo digas! Fue de lo más frustrante. Al día siguiente, chichón y medio, porque no era el monitor sino la tarjeta de video y perdí otro día sin entrar en Internet.

Finalizado el Meeting de Blogeros y esperando información de alguno de ellos dirigida a los que no asistimos, pues, me quedé esperando; tal parece que para los 150 el resto no existimos. ¡Eso me ha puesto de madres!

A este par de tonterías súmale que no vinieron las personas que contraté para recolectar y vender el culantro, que mi único empleado se enfermó y tuvo que incapacitarse, que contratamos a otra persona que lo que hizo fue abusar de nosotros… Cielo santo, hasta aquí podrás imaginarte cómo llegué al jueves?

Llegué al jueves cansada y triste pero aún así lo dediqué a acompañar a mi padre al médico, exámenes de laboratorio y otras diligencias que me dejaron exhausta.

A este punto, ayer viernes y entre tantas otras cosas que sucedieron, ya no me sostenía. Cómo iba me iba a sostener ante tanto esfuerzo infructuoso, tanta mala noticia, tanta gente triste, enferma, perseguida, amargada, confundida, desolada, enfadada y temerosa como yo?

Cielo santo, Señor, cómo fue que llegué al “valle de lágrimas” en el que viven tantos que a todo ponen objeciones?

Ciertamente, como dijo mi amiga Chiara, “un corazón no basta para todo aquello que lo hace palpitar”

Permítele a mi corazón aferrarse al Tuyo, Señor, porque no basta mi corazón. ¡No basta!

Y es que, palpita mi corazón aferrado al Tuyo porque existes o para nada sirve la fe.

La fe sirve, lo se y existes, porque quién -sino Tu- es el que me sostiene?

1 de mayo de 2011

"La evidencia la hallarás mirando tu alma"

Para celebrar el día de hoy únicamente diré lo siguiente que fue lo que le dije a mi amiga puertoriqueña Mireily cuando comentó: 

- “¿Como se estará celebrando ésto (refiriéndose a la beatificación) hoy en el cielo? Me da curiosidad? :)))”

- “Si quieres saber cómo se estará celebrando este día en el cielo no imagines cosas ni busques signos externos la evidencia la hallarás mirando tu alma. 

¿La miraste ya?

Así mismo se está celebrando en el cielo que nuestro amado Juan Pablo II haya sido declarado beato y además en el día de la fiesta de la Divina Misericordia".

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