29 de abril de 2011

Fluffy Tapioca Pudding

Pues bien, la verdad no tengo muy claro de qué manera ponerlos al corriente del desenlace y mis conclusiones acerca de la discusión sobre abusos en la Liturgia de facebook.

Los hechos son los siguientes: el administrador, que se mantuvo anónimo, borró todos los comentarios y aunque mantiene las fotografías ha configurado el sitio para que nadie comente.

En fin, quién sabe qué es lo que estará pasando por su cabeza, el caso es que fue una experiencia un tanto aterradora que me ha interpelado de muchas formas pero especialmente en el aspecto de la unidad.

Siendo realistas, nuestra crisis es una crisis de unidad ante la cual, no se ustedes, pero yo tendré que tomármela muy en serio aunque no tan en serio haya decidido exponerles mis conclusiones.

Vamos a ver: Conocen la tapioca? La tapioca la venden en mi país únicamente como producto de importación por lo que es un producto algo caro pero, claro, a mi padre le encanta así que constantemente la compra y me pide que se la prepare.

Le gusta tomarla como la preparaba mi madre, con su receta del Fluffy Tapioca Pudding, la cual es básicamente la receta del Tapioca Pudding pero con un ingrediente adicional que le imprime el aspecto Fluffy.

Ese ingrediente adicional consiste en la sencillez de clara de huevo batida a punto de nieve, la cual no solo provoca que aquellos diminutos gránulos de tapioca se adhieran unos a otros mucho mejor sino que introduce entre ellos el aire suficiente para que aquella mezcla aumente en su volumen pero sobre todo en su textura atractiva y delicada al paladar.

Ayer en la tarde, mientras preparaba la receta de mi madre y luego de haber leído un interesante artículo en que el autor entre otras cosas analiza de manera muy realista la ruptura de nuestra unidad eclesial, caí en la cuenta de que la receta que propone el autor y la receta del Fluffy Tapioca Pudding tienen algo en común: la clara de huevo.

Of course, desde un estricto punto de vista culinario nuestro punto en común es literalmente la clara de huevo batida la cual, tanto para mi receta como para la unidad eclesial y desde el punto de vista del autor, equivale a la sencillez.
Van a ver:
“Para sostener esa unidad el Señor colocó a Pedro y a sus sucesores como el nudo más sólido de la red [ ] La unidad no es cuestión de estrategia ni de negociación, es cuestión de sencillez (de clara de huevo, lo ven?) [ ] Pedro es la roca, a pesar de su patética desproporción y de su vulnerabilidad evidente” por lo que “Hoy como siempre, la unidad no vendrá de que discutamos y hagamos congresos, sino de que cada uno se adhiera con sencillez (con la sencillez de la clara de huevo) a Pedro que habla y actúa”.
Gente como uno que tiene como responsabilidad, entre otras cosas, saludar a cuatro perros cada mañana no solo para que se sientan queridos sino para evitar que hagan demasiado desastre durante el día, es gente que quizá tiende a simplificar excesivamente las cosas pero es que, honradamente, la forma más razonable para abrazar la realidad siempre ha sido, es y continuará siendo esa sencillez atractiva y delicada que podemos encontrar hasta en la receta del Fluffy Tapioca Pudding de mi madre.

28 de abril de 2011

"¡No se asuste, Crucita!"

Qué les diré? Lo de la discusión sobre los abusos en la Liturgia de ayer en facebook estuvo fatal. Curas y laicos parecían perros y gatos, dieron un espectáculo deplorable.

Claro, pero no es por eso lo que vine.

Vine porque, como esa historia no ha terminado y necesito darme una pausa para pensar con claridad, mientras mejor les comparto un pequeñísimo pero deleitoso suceso que conservaré en la memoria hasta mi último día.

Dos días atrás como a las seis de la tarde estaba (para variar) en el ordenador. Caminando en la penumbra de la habitación sentí que mi padre con su bastón, sus pasitos cortitos y lentos se me acerca. Dejé que se aproximara lo más posible porque como está más sordo que una tapia es lo que conviene.

Faltándole como un paso para estar a menos de un metro de donde estaba empezó a hablar y fue cuando a mis espaldas lo escuché decir:

- “No se asuste, Crucita. Es que me le voy a acercar para darle un beso porque creo que no le doy uno desde que era chiquita".

No les voy a mentir, en ese momento me pareció natural y lindo que me zampara un beso en el cachete, pero nada más; seguimos conversando, luego de un ratito se alejó y yo seguí en lo mío.

Claro, como soy lenta para procesar ciertas cosas no fue si no hasta la mañana del día siguiente que recordé lo que había pasado con el famoso beso y fue cuando hice memoria para recordar cuándo había sido la última vez que mi padre antes de ese día me había besado. ¡No lo recordaba! Así que era cierto, desde que era quizá incluso de brazos, papá no me besaba.

Es gratificante darme cuenta que al acercarnos al final de nuestros días se remueven tantas cosas, es un consuelo porque eso quiere decir que la realidad continua ofreciéndonos desafíos para encontrarnos con nosotros mismos, con nuestros hermanos, con Aquél en quien todo tiene su origen y su final.

Ignoro cómo fue la vida afectiva de la infancia de mi padre, tal parece que no fue muy intensa, pero aún así fue siempre un afectuoso padre en la medida de su capacidad. Quizá no nos ofreció contacto físico pero eso nunca nos importó porque nosotros lo tomábamos de él con la misma libertad con que lo tomó de mí hace dos días.

27 de abril de 2011

Me dirán novata y tendrán razón

Soy novata en casi todo, novata y bastante ignorante pero uno hace lo que se puede por adquirir experiencia y conocimiento; pero en fin, el caso es que soy “novata en una novedad novísima” para mi como es el discutir por facebook directamente sobre abusos en la Liturgia con un sacerdote costarricense del cual subieron unas fotografías de espanto que alguien tomó durante una de sus misas.

Ha sido brutalmente tenso por varias razones: primero, porque es muy diferente hablarle a miles de kilómetros de distancia a un sacerdote que jamás conoceré a uno que es amigo de muchos de mis amigos, que tiene más de 1500 seguidores en facebook y que además podría encontrármelo mañana mientras voy caminando por la calle.

Es totalmente diferente la experiencia y exige infinita mayor responsabilidad. Lo que me hace pensar que todos deberíamos tener cerca a todos esos curas a los que criticamos para aprender a ser más responsables (así como a tener mayor caridad) con lo que decimos. Eso por un lado.

Por otro lado, ha sido dificilísimo en cuanto mucha gente que conozco y estimo comparte hasta cierto punto o totalmente su manera de pensar, lo cual me convierte en signo de contradicción y cuidado sino hasta de división entre los fieles de nuestra iglesia local. Pero, ¡vaya! lo cierto es que eso para mi no es ninguna novedad.

Ni novedad es tampoco que por ayudar a la Iglesia a custodiar y proteger el tesoro de Liturgia sea ésta la primera ni la última vez que me haya ganado enemigos.

De todo lo que he discutido con este sacerdote y los laicos que le hacen barra lo que me ha calado hondo es que, efectivamente, nuestra iglesia local está tan influenciada como España por la “progresía”. Qué les diré? Este sacerdote asegura que sigue el Magisterio y es fiel al Papa pero… claro, desde su propia concepción antropológica y además asegura que su iniciativa, creatividad e improvisación son totalmente válidas porque sus estadísticas le aseguran haber obtenido inmejorables resultados. Se dan cuenta?

Tiene a estos sus seguidores de quienes se nota a la legua han puesto jamás un ojo en un documento magisterial sobre Liturgia pero lo defienden sin cuestionarse en lo más mínimo.

En fin, para ustedes nada nuevo, supongo; no para mí.

De hecho que me compadecí de la posición que tiene Luis Fernando Pérez en  InfoCatólica ¡Vaya!, y de tantos que alrededor del mundo están en su misma posición, siendo agredidos de muchas formas tan solo por haberse echado encima el hiper-bien-remunerado puestazo de “cavernícolas".

Pues como les cuento, ahí estoy yo, haciendo las de LF a nivel local en esa página de facebook, acompañada al menos de un único otro sacerdote que cuando tiene tiempo se acerca a comentar y de uno que otro laico que, hasta cierto punto, se defienden bien con sus argumentos.

Qué se yo, toda esta novedosísima experiencia mengua un poco mi buen estado de ánimo durante esta octava de Pascua pero al menos me queda la satisfacción de que en mi país se están empezando a exponer los abusos y que existimos al menos unos cuantos que damos la cara por Cristo en la Sagrada Liturgia, por su Vicario, el Magisterio y la Tradición.

Aquellos de ustedes que son rezadores, muy rezadores quise decir, téngannos en sus oraciones. Gracias.

NOTA: “Decoré” esta entrada con una de las fotografías que mencioné.

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Me adelanto a quienes vendrán a decirme que esta entrada en si misma es una falta de caridad diciéndoles que pueden estar seguros y tranquilos de que lo considero probable (aunque no es eso lo que me dice mi conciencia)

24 de abril de 2011

Χριστός ανέστη

Χριστός ανέστη εκ νεκρών,
θανάτω θάνατον πατήσας,
και τοις εν τοις μνήμασι,
ζωὴν χαρισάμενος!

Christos anesti ek nekron,
thanato thanaton patisas,
ke tis en tis mnimasin,
zoin charisamenos!

Christ is risen from the dead,
Trampling down death by death,
And to those in the tombs
He has given life!

Cristo ha resucitado de entre los muertos
pisoteando a la muerte contra la muerte
y otorgando vida a aquellos en las tumbas


"Si a Cristo lo sabemos Resucitado no es por otra cosa 
si no por lo que en nosotros ahora hay de claridad y vida"
Maricruz Tasies


Nota: Texto y traducción al español cortesía del padre Mauricio Viquez

21 de abril de 2011

Esos hombres, los hombres del Jueves Santo

De las celebraciones de Semana Santa, una de las que más me conmueven, es la celebración del Jueves Santo en la Catedral Metropolitana.

Me conmueve, por un lado, porque es la celebración a la que asistimos tanto aquellos que tenemos sacerdotes que son parientes, amigos o simplemente conocidos como aquellos que colaboramos asistiéndolos en la Liturgia, por lo que se nos puede ver muy hermosas y a ellos muy galantes, asumiendo nuestra función con toda dignidad.

En el aspecto del rito, un motivo de conmoción es porque ser una celebración cantada por el coro del Seminario Central de Paso Ancho y porque, al lado de que tienen unas voces fenomenales, su presencia allí es promesa.

Así como con la presencia de los seminaristas, los innumerables detalles del rito conmueven porque hablan con tanta claridad del amor de Dios por su Pueblo y abre tantos espacios para nuestra respuesta de amor a Cristo y a la Iglesia que no queda otra que conmoverse nuevamente y hacer extensivo este amor a sus consagrados.

Por el lado doctrinal, es una celebración espectacular, para mencionar un detalle: desde que inicia el canto de entrada se ve uno transportado a estratos sobrecogedores del Misterio de Redención; en este momento, usualmente el coro canta el himno “Pueblo de Reyes” cuyo contenido es riquísimo, de tal belleza y tan vasto que entre letras y acordes, se le colma a uno el alma.

No se si lo conocen, la primer estrofa dice así:
Te cantamos, Oh, Hijo amado del Padre;
te alabamos eterna Palabra salida de Dios.
Te cantamos, Oh, Hijo, de la Virgen María;
Te alabamos, Oh, Cristo nuestro hermano, nuestro Salvador.
Con solo este canto se pone en alerta la mente y el alma toda.

La multitud que ingresa en ese momento en procesión por el pasillo central es magnífica: cientos de sacerdotes unidos a su Obispo preparados para renovar las promesas de su Ministerio Sacerdotal.

Año tras año, esos hombres que, son solo hombres pero que poseen la singularidad de su consagración, se hacen presentes ante el Altísimo para renovar el sí que con el que por amor le entregaron sus vidas hace 50, 35 o 6 años. Lo hacen así cada año sin faltar a su cita.

El peso de esta evidencia es grandísimo. Uno, ante ella, se llega a preguntar acerca del tipo y la calidad de las motivaciones que producen que un ser humano realice ese sencillo gesto con toda fidelidad una y otra vez, cada año y hasta el final de sus días.

La única respuesta que viene a mi mente es el Amor. Un amor de tal calidad y magnitud que es como el que sale del propio corazón de Cristo.

Amor que “es paciente, servicial; amor que no es envidioso, que no hace alarde, que no se envanece, que no procede con bajeza, que no busca su propio interés, que no se irrita, que no tiene en cuenta el mal recibido, que no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad. Es un amor que todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. Es el amor que no pasará jamás”.

Con la espléndida Liturgia del Jueves Santo cae uno cae en la cuenta de qué manera espléndida también se acerca Dios a sus criaturas, bajando del cielo y ofreciéndolo con sus propias manos el Amor que les hará posible alcanzarle.

Amor infinito de quien solo del Señor de cielo tierra podría llegarnos contenido en un “si” diminuto, en la respuesta afirmativa de esos hombres, los hombres del Jueves Santo.

“Hombres que suben solos a los altares y bajan con todos a la calle y a las plazas.

Esos hombres que, para algunos, son los que siempre tienen la razón y que para otros, los que tienen la culpa de todo.

Hombres que se han metido en el lío descomunal de querer continuar nada menos que la obra de Cristo y claro, tantas veces lo hacen mal. Porque no son más que esos hombres.

Son esos hombres que piden perdón a los cristianos, a todos los hombres, por lo mal que manejan las enormes y estupendas cosas de Dios, que les piden que tengan un poco de paciencia con ellos, y que recen mucho hoy y siempre, pero especialmente hoy, por todos ellos, porque no son más que esos hombres".

¡Por esos hombres, hombres del Jueves Santo, sea por siempre a Dios toda la gloria!

17 de abril de 2011

¡Feliz camino hacia la Gloria!

No se qué ha pasado con mi vida pero desde que “ando con Dios” es toda ella Cuaresma.

Una Cuaresma con Resurrección cada Domingo, eso si, pero Cuaresma.

Que cómo era mi vida antes de eso? Pues peor, porque era el mismitico infierno.

A lo que voy es que he llegado a la conclusión de que es más razonable una vida vivida en estado de Cuaresma a una vivida sin ni un solo Domingo de Resurrección.

Por eso creo que, cuando se aproxima la Semana Santa, como que me falta el aire y no se si es del susto o de la emoción y es porque un Domingo de Ramos -como hoy- es el umbral a la Semana Santa la cual se me presenta como un “encapsulado del tiempo”, de la historia, de mi propia vida, en el que me introduzco y que culmina una semana después con el domingo por excelencia: el Domingo de Resurrección que le da sentido a esta que considero ya mi larga vida interrumpida únicamente con la Gloria de cada domingo la cual, por Gracia y para mi ventura, impregna todos los días de la semana con lo que me es posible degustar el saborcito bueno y excepcional de una vida de la que apenas se me da una probadita, una vida que del todo no conoceré, no aquí, no ahora, todavía no pero de cuya certeza no podría renegar a menos que me traicionase a mi misma.

Si, lo se, a veces simplifico excesivamente las cosas, pero los hechos se imponen: si la vida es hermosa, gozosa, interesante, fascinante y todo un verdadero desafío es por su único y eterno Domingo de Resurrección.
 
Pues para eso he venido, para desearles un feliz “encapsulado del tiempo…”, una feliz Semana Santa…, una feliz vida vivida en estado de Cuaresma… un ¡feliz camino hacia la Gloria!

16 de abril de 2011

Encuentro de blogeros en el Vaticano

Salto de alegría como si fuera yo!

He visto hoy la lista de los 150 blogeros invitados al Vaticano y como si fuera yo me alegro por los seleccionados entre los cuales se encuentran varios blogers de InfoCatólica, así como amigos y conocidos.

De quien me he enterado a primera hora es de la selección de Néstor Mora (Miserere) mi entrañable y viejo amigo con quien me une no solo media nacionalidad sino larguísimas horas de intercambio de todo tipo en la web.

A Miserere mis felicitaciones, así como a los demás seleccionados a quienes no mencionaré en esta entrada ya que supongo querrán darles la sorpresa y platicarles al respecto.

Les auguro una experiencia valiosísima e inolvidable y, por favor, aquellos de ustedes que no habían planeado estar en Roma y que por lo tanto están sin alojamiento, hágannoslo saber porque quisiéramos ayudarles.

Asímismo invito a nuestros lectores a ofrecer en esta entrada o personalmente su ayuda a los estimados blogeros seleccionados.

Enhorabuena, amigos! Manténgannos al tanto! La expectativa es grande.

15 de abril de 2011

¡Están esperando un regalo! Es más, lo exigen

“Este es el problema, ¡están esperando un regalo! Es más, lo exigen”. Javier Restán


Leyendo este artículo de Javier Restán en PáginasDigital.es he caído en la cuenta acerca de cual es en buena parte el origen del victimismo que manifiestan creyentes y no creyentes. Porque, si, parece que en esta ocasión, podrían caber todos en el mismo saco: víctimas, se consideran…

A ver, expliquémonos: se consideran y actúan como víctimas aquellos que lo esperan todo del Estado pero también lo hacen aquellos católicos que exigen que el Papa y el Magisterio los admita a comunión incondicionalmente.

Y cómo han llegado hasta allí? 

Por falta de la responsabilidad y del protagonismo necesarios; carencia que los mueve a esperar una sociedad y una Iglesia perfectas “donde ya no sea necesario ser buenos”, tal y como cita Restán en su artículo y como además añade “Esta confluencia de incapacidad de protagonismo real por un lado, y por otro una exigencia de respuestas y soluciones que deben dar otros, instancias superiores, el Estado (la Iglesia) en definitiva, es un cóctel explosivo. Además de generar una dinámica de victimismo insoportable, induce a la violencia y es un campo abonado para la manipulación ideológica”.

Por lo mismo, no deberían extrañarnos la profanaciones, procesiones y reventadas de misas de unos, como tampoco las reacciones de brutal desprecio del Magisterio de otros.

Atrevido por simple les parece haberlos echado a todos en el mismo saco? Pues no, para mi ha sido la única forma de hallar sentido a ese su espíritu romántico de rebeldía adolescente.

Y para endulzarles la vida, que buena falta nos hace, les dejo aquí un videito adorable para el fin de semana y celebrar de paso el 400 aniversario de la muerte de este gran compositor

¡Feliz y merecido descanso!


12 de abril de 2011

Empiezan a salir de sus madrigueras

“Cuentan que muchos fieles de la brumosa y fría Bruselas empiezan a salir de sus madrigueras porque han oído la voz de un pastor. Vilipendiado y escarnecido, sí, pero con la libertad y el coraje de los primeros apóstoles”. José Luis Restán

Con este párrafo concluye este artículo sobre Monseñor André Leonard a quien conocí por medio de un video en el cual recibe un tartazo. No le conocía y sospecho que muchos no le conocen pero ya le conocerán cuando concluyan la lectura.

Este es uno de esos casos provocativos que mencionaba en el post anterior en cuanto hacen brotar el asombro que nos habla acerca de una vida vivida como testimonio de una Presencia.

Agradezco al Sr. Restán haberse tomado el tiempo para ofrecérnoslo en PáginasDigital.es


El escarnio y la gloria
José Luis Restán
13/04/2011

Se llama André Léonard, y desempeña un fatigoso cometido. Ser pastor de Bruselas, una de las diócesis de más gloriosa historia, que ahora vive sus horas más bajas. A la gran prensa belga no le gusta Léonard, ni tampoco a una parte de la intelectualidad del país. Incluso a buena parte del clero y de los profesores católicos les desagrada su figura. La razón es sencilla: anuncia sin remilgos el Evangelio, enseña en comunión con el Papa, no elude la confrontación cuando se trata de los contenidos de la fe y de la moral cristiana. Y no trata de ganarse el plácet de los medios a toda costa.

Desde que llegó a esta sede por decisión explícita de Benedicto XVI, una caterva de heroicos anarquistas le persigue para estamparle en la cara un tartazo. Valiente gesto, tan original y tan libre. Cuando aparece le insultan con epítetos como “homófobo", “pedófilo", o simplemente “mierda". Porque defiende la inviolabilidad de toda vida humana, la base heterosexual del matrimonio y el celibato eclesiástico. Cuestiones en las que no parece muy original. Primero insultos de grueso calibre, después el tartazo. La última vez ha sucedido en la Universidad de Lovaina la Nueva, donde había llegado para disertar sobre la relación entre la fe y la ciencia. Era su universidad, la misma en que se había formado como gran teólogo. Nada más llegar al hall ha recibido el primer impacto. Con gran humildad y sangre fría el arzobispo se ha limpiado la cara con un pañuelo y ha proseguido su camino hacia la sala de conferencias. Allí se ha repetido la historia. Antes de articular palabra ha recibido la segunda tarta en pleno rostro. Qué risa, pero qué risa. Los valientes activistas habían logrado una vez más su objetivo.

Imaginemos el punto psicológico en que pudo arrancar la conferencia del arzobispo Léonard en el templo de la razón y de la libertad de pensamiento. Pues aun así lo hizo, mansamente, desgranando sus argumentos de teólogo inteligente y abierto, sin un reproche, como si nada hubiese pasado. Benedicto XVI habló en su Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz de 2007 del “escarnio cultural” al que con frecuencia son hoy sometidos los cristianos en Occidente. Quizás no exista mejor palabra para describir todo esto: escarnio. Eso sí, embadurnado de merengue para que la demolición de la imagen pública sea más eficaz, más a tono con ese “nihilismo gayo” que es el santo y seña de estos revolucionarios de pacotilla. Mientras, los centros de poder miran con una mezcla de conmiseración y disimulada satisfacción. Aunque la vieja Bélgica que antaño admiramos esté a punto de que le apliquen la eutanasia, aunque la razón ya sólo sea un sudoku para la tarde de domingo, y las grandes empresas históricas de la nación un vano sueño que se desvanece entre disputas cicateras.

Pero quizás la propuesta de la fe cristiana en Bélgica haya tocado fondo de tal modo, que sólo a partir de esta vulnerabilidad, de esta humildad que ha encarnado André Léonard, pueda empezar a reconstruirse algo. De hecho junto a la risa grotesca empieza a abrirse paso el respeto y la admiración. Porque allí casi nadie está dispuesto a dar razón de su esperanza, en el caso de que la tuviera. Y este viejo sacerdote que camina a pecho descubierto, con más títulos y más libros a las espaldas que sus patéticos críticos, lo hace para bien de todos. Y cuando habla del sentido de la vida y de la santidad de la familia, y del límite a la omnipotencia del Estado, y sobre todo de Cristo muerto y resucitado, está contribuyendo firmemente al bien de todo un país. Cuentan que muchos fieles de la brumosa y fría Bruselas empiezan a salir de sus madrigueras porque han oído la voz de un pastor. Vilipendiado y escarnecido, sí, pero con la libertad y el coraje de los primeros apóstoles.

De asombro en asombro

El Papa está por cumplir 84 años el 16 de este mes y caigo en la cuenta que es ¡apenas unos meses mayor que mi padre!

Habrá alguien que, teniendo o no un padre de 83 años, se pregunte de dónde y cómo saca la lucidez, la fuerza y su sentido del humor este anciano quien para colmo ha sido regalado con tremenda misión? 

Una mujer y católica que conozco se ve de un día para otro sin el dinero que esperaba garantizara su ancianidad.

Habrá alguien que, conociéndola y conociendo su situación, no se pregunte de dónde, cómo y por qué esta mujer, quien para colmo es una mujer mayor, soltera y enferma, no se tira del edificio más alto?
Y así como estos, miles y miles de casos de los que uno se entera, cada día, todos los días.

Habrá personas que no vean estas cosas y a quienes éstas no les digan nada?

Pues si, las hay y más de las que nos imaginamos.

Hay quienes, por ejemplo, no ven ni un ápice de sabiduría en la forma en que el Santo Padre conduce la Iglesia en diversos aspectos; también hay quienes, como ha dicho el mismo Santo Padre “sufren de amnesia y niegan las evidencias históricas de las raíces cristianas de Europa”. 

Los primeros son católicos, los segundos ateos lo cual me lleva a pensar que algo falta a los segundos o bien algo sobra a los primeros (o viceversa) pero los hechos son innegables: no consiguen liarse con la realidad de forma que ésta arroje razonabilidad a sus vidas por lo que viven de “desespero” en “desespero” o de “pugna” en “pugna” consigo mismos, contra la realidad toda.

Ayer decía el padre Guillermo Juan Morado “Al creer, el hombre accede al conocimiento del misterio de Dios, a la manifestación de la verdad de Dios que es, a la vez, la verdad más profunda acerca de sí mismo”.

Habrá alguien que creyendo y teniendo acceso al conocimiento del misterio de Dios, a la manifestación de la verdad de Dios que es y a la más profunda verdad acerca de sí mismo no vea o se rehúse a admitir que la fe ofrece un tipo de inteligencia de la realidad que otorga razonabilidad a la vida y -de paso- ese deleitoso vivir de asombro en asombro?

Pues no, alguien que haya transitado por ese camino no podría no ver o rehusarse a ver a menos de que se traicione a si mismo, se distraiga o desconfie.

En fin, allá quienes prefieran arremeter contra aquello que dicen “ver” y que -según ellos- no tiene más remedio que el ellos mismos pueden ofrecer; yo, porque veo lo que veo, prefiero vivir de asombro en asombro

(Por supuesto, siempre que no me traicione a mi misma, que no me distraiga ni desconfie).

10 de abril de 2011

¡Y se han alegrado!

Desde que incursioné en internet fui progresivamente cayendo en la cuenta de que como católica y comunicadora tenía una gran tarea por delante que consistiría en lograr un encuentro personal que suscitara el interés sobre la verdad del Evangelio.

Anduve por mucho tiempo dando tumbos por dos razones: uno era el que que no conseguía hallar un método y otro, el que buscaba imponerme a la realidad.

Estas razones fueron el acicate que me mantuvieron en búsqueda y para cuando hallé El Método de la Fe fue para mi “un abrazo inesperado y me alegré” porque con él, don Giuss y Julián Carrón, conseguían comunicar lo que vivían mucho mejor de lo que jamás hubiera podido hacerlo, de ahí que ambos se han convertido para mi en testigos a seguir.

Teniéndoles como modelo y movida por la misma avidez de siempre ahora incursiono con una nueva mirada en internet consiguiendo hallar documentos y personas que echan una y otra vez luz sobre este mi oficio de blogger pero sobre todo de católica en el mundo. 

Uno de ellos es el que les traigo y que menciona mucho de lo que por mi misma he venido descubriendo y poniendo en práctica obteniendo de ello (y por pura Gracia) resultados asombrosos.


No hay atajos:
es el tiempo del testimonio libre y personal

José Luis Restán
06/04/2011
PáginasDigital.es

(Señalo del texto lo que ha llamado mi atención)

“De las muchas claves, aperturas y pistas que nos ha dejado el reciente Encuentromadrid 2011, me resulta especialmente significativa la que apuntó el filósofo Massimo Borghesi: hoy una posición auténticamente religiosa representa la verdadera crítica social y cultural, la palanca para romper el conformismo y abrir espacio a una novedad. Borghesi había retomado una afirmación de Don Luigi Giussani en un histórico coloquio con el dramaturgo Giovanni Testori, según la cual éste es el tiempo de la persona, del testimonio libre y personal.

En un tiempo marcado por la indiferencia, por el escepticismo y la caída de las grandes certezas, sólo un encuentro entre personas puede despertar lo humano, en medio del desierto. Sólo un hecho totalmente gratuito puede volver a despertar las grandes preguntas del hombre. Por eso Borghesi sostiene que el espejo en que la Iglesia tiene que mirarse ahora no es el de la época medieval sino el de la antigüedad, cuando la Iglesia vivía entre los paganos.

Según Borghesi, que ha buceado profundamente en el trasfondo cultural y educativo de este momento, no estamos ante un mundo ateo. El problema es que hace falta saber hablar al corazón de esta generación confusa, algo que con frecuencia no sabemos hacer los hombres de Iglesia. Hace falta un encuentro que suscite de nuevo la pregunta religiosa, la pregunta por el significado de la propia vida y del mundo. Pero evidentemente, no sirve cualquier tipo de encuentro. Se requiere un tipo de humanidad que acoja la condición de nuestros contemporáneos, que vibre con sus preguntas, que no se frene en sus ofuscaciones y rebeliones. Una presencia amigable que sea expresión de la Gracia. Porque como sostuvo provocadoramente el filósofo italiano, “la naturaleza sólo puede ser reconstruida por la Gracia".

Con frecuencia pensamos que será la inquietud irrefrenable de los hombres la que de un modo u otro les llevará hasta el puerto de la Iglesia. Pero ahora descubrimos que muchas veces tiene que ser al revés: sólo una presencia significativa de la fe (o sea de la inteligencia y el afecto suscitados por la fe) puede romper el cerco, puede romper el conformismo desesperado que caracteriza a tantos en esta época. Por eso Borghesi sostiene que el momento crítico para esta estación cultural es el momento religioso, el único capaz de hacer palanca y abrir brecha, mientras que la cerrazón frente al Misterio bloquea las energías del cambio cultural y social. ¡Quién lo iba a decir!, pueden musitar algunos posmodernos. 

Todo esto tiene consecuencias enormes para el modo en que los cristianos se hacen presentes en este momento histórico. No olvidemos que Benedicto XVI ha subrayado que esto es algo que debemos aprender continuamente de nuevo. Pero el juicio de Borghesi, al que cordialmente me adhiero, echa por tierra muchas estrategias pastorales y no pocos movimientos de choque contra el laicismo. Porque dejando aparte las buenas intenciones, no hacen cuentas con la cuestión de fondo: que el cambio no puede venir de la lucha político-social, de la dialéctica. Que no se trata simplemente de reavivar las brasas, sino de suscitar una novedad humana. Y que eso sólo acontecerá a través de un encuentro, a pecho descubierto, con una humanidad cambiada por la fe. Cualquier formación, plan o evento, que no conduzca a generar personalidades cristianas libres y llenas de razones, dispuestas a arriesgarse en medio del mundo, sólo servirá para aumentar nuestra melancolía. 

Era imposible no pensar, en el contexto de esta edición de Encuentromadrid, en la iniciativa del Atrio de los gentiles querida por el Papa y recientemente lanzada en París. Precisamente este fin de semana en la Casa de Campo madrileña, muchos no creyentes, indiferentes o simplemente alejados, han experimentado un abrazo inesperado. Un encuentro que no les juzga ni les impone fardos, sino que despierta su deseo de la verdadera vida y les pone delante no una perfecta torre de marfil, sino una aventura en la que sus deseos más profundos pueden encontrar una correspondencia presente. Han encontrado un lugar en el que la fe no ha sido para ellos trinchera sino abrazo. Y se han alegrado".


Añado únicamente que, días atrás me hice fan de uno de los grupos ateos en facebook que promueve la procesión atea y puedo asegurar que ahí hubo un encuentro que me ha confirmado ampliamente lo expresado por Borghesi.

Asi como para Lázaro la muerte no fue sepulcro para el hombre de hoy la fe no tendría que ser trinchera sino abrazo, el abrazo de una mirada y unos gestos como los que a este gran amigo del Señor lo arrebataron de la tumba.

8 de abril de 2011

El post del sombrerito

El post del sombrerito dice así:

“Ya he enviado 4 sombreros saturnos o “sombreros teja” o capelli romani para distintos padrecitos en Costa Rica que ¡me los han pedido! ¿Será que vuelve la cultura del sombrero clerical a nuestra bella tierra?”

Quien lo posteó en facebook es un sacerdote costarricense muy querido que estudia en Roma y creo que lo hizo sospechando que generaría una discusión interesante pero más que eso, que probaría -entre otros- que los fieles necesitamos ver a los sacerdotes en sotana o clerman.

Para darles una idea he recopilado de entre los más de 115 comentarios  aquellos que mejor describen la tónica de la discusión:

Sacerdote: Antes muerto que ponerme una cosa de esas o una sotana!

Laico: [ ] el hábito no hace al monje pero definitivamente hace falta ver más sacerdotes “uniformados” en nuestras calles, en nuestros barrios, en las ciudades, tal vez no tanto como con sotana pero al menos con su cuello clerical, la verdad a veces ve uno cada “caso” que más parecen agricultores que van cosechar papas o cebollas que sacerdotes (hago la aclaración que no tengo nada contra los agricultores)

Sacerdote: "[ ] estos espacios de diversidades me gustan porque respeto a los que se ponen esos sombreros, a los que usan gorra, boina y a los que no usan nada!!!! No creo que nadie tenga la última o mejor verdad en eso, pues no estamos hablando de cosas de fe, sino de modas sacerdotales.

Laico: Ji, Ji, Retrocediendo el reloj, los fariseos peleaban por chuicas y chonetes y, el pueblo? No creo que el Cura de ars, Casaldaliga y Romero anduvieran buscando bonetes y roquetes.

Sacerdote: Hermano a ver si me envías uno, gracias. Dios te bendiga.

Laico: Hay pero no hay como ver a los sacerdotes con sotana, me encanta inspiran confianza y respeto ya se que el hábito no hace al monje pero definitivamente es otra cosa!!

Sacerdote: Interesante esta discusión, puede dar para todo, pero que sea más para conocer y amar las fuentes y la riqueza de nuestra amada Iglesia. Todo en la justa medida, sin ir a los extremos. Los sentidos hay que ayudarlos a percibir por medio de los signos y símbolos, sin romper la armonía de los mismos ni vaciarlos en elementos meramente externos. Lo fundamental es la fuerza de lo que se cree y el modo como se vive. El respeto a la sensibilidad del pueblo de Dios ya es un acierto.

Laico: Ya que casi todos se fueron por la vestimenta de los curas, yo no soy tan exigente de que siempre anden con el cuello, pero si al menos cuando la ocasión lo amerita. Hay cada padrecito tan fachoso que se para el sol a verlos, por lo menos usar camisas y pantalones formales, no aparecerse a celebrar la misa todos despechugados, con jeans, tenis, y alba toda abierta y picapollos.

Sacerdote: Bendiciones P. Sixto. Saludos a la distancia, me interesaría conseguir uno pero dará tiempo para semana santa y cuanto costaría? Por favor, contestarme al correo.

Para finalizar este extracto de la discusión cito una de las intervenciones del sacerdote posteador, dice así:

“Bienaventurados los pobres en el espíritu!!! Conozco a muchos hermanos sacerdotes-hasta con pena lo digo- que en la vida se han puesto un cuello clerical o una sotana y de austeridad no conocen ni el significado y si es por la falacia que esas vestiduras alejan a la gente del Cura, basta leer los comentarios de nuestros hermanos laicos que han participado en esta “polémica": ergo!!! No existe tal lejanía, por el contrario".

Y, para cerrar con broche de oro, lo que queda sería asegurarse que varios sacerdotes  (y laicos) lean el post de Eleuterio sobre la serie del Padre Iraburu acerca del Hábito y el clerman del cual extraigo la cita con la que concluyo:

“Conozco el proverbio que dice: ‘el hábito no hace el monje’. Pues bien, yo sostengo que es el hábito el que hace al monje. El hábito es, en efecto, para el monje y para los demás, el signo, el símbolo perpetuo de su separación, el símbolo de que no es un hombre como todos los demás… ‘Este hábito es una fuerza… es la fuerza del dominio de un amo que no suelta nunca a su esclavo. Y nuestra finalidad es arrancarle su presa. ‘Cuando el hombre haya abandonado este uniforme de la milicia en la que está alistado, encontrará la libertad de ser su propio amo; no tendrá ya una Regla que le oprima todo el tiempo, toda su vida; no sentirá ya la presencia de un superior al que tiene que pedir órdenes… ya no será el hombre de una Congregación, se convertirá tarde o temprano en el hombre de la familia, el hombre de la ciudad, el hombre de la humanidad. ‘Será necesario que el religioso secularizado se dedique a ganar su vida como todo el mundo. No pidamos más, así será libre. «Quizás durante algún tiempo permanecerá fiel a sus ideas religiosas. No nos preocupemos, dejémosle laicizarse él mismo solo; la vida le ayudará’” Ferdinan Buisso, diputado francés, Cámara de Diputados francesa, 4 de marzo de 1904.

7 de abril de 2011

“Todo empezó por un mero y condescendiente no decirse la verdad”

¡Fabuloso! Me ha venido como anillo al dedo este articulito de Alfonso Aguiló Pastrana que ha publicado nuestro estimado Juanjo Romero en su sitio Conoze.com
 
El artículo habla de la falsa compasión y de el resalto la siguiente frase “Todo empezó por un mero y piadoso no decir la verdad”

Ha quedado como anillo al dedo porque, en lo que a estos últimos meses concierne, la realidad me ha colocado de frente a ella haciéndome ver que ella es una y ante la cual puedo elegir únicamente entre dos opciones: si o no.

Si, es evidencia y por tanto verdad lo que tengo ante mis ojos.
No, es todo mentira e imposible discernir y confiar en lo que veo.

Un poco radical? Pues no, las opciones son claras y evidentísimas las consecuencias que se destacan por representar opciones tan radicales como la del “si” de María o la del “no” de, por ejemplo, cualquier descreído, católico “irresoluto”, etc.

Pues bien, el artículo de Aguiló Pastrana hace referencia a una novela de Stefan Zweig en la que un joven por no herir la sensibilidad de una joven provoca en perjuicio de sí mismo y de los que le rodean una situación por demás absurda, tanto como las que provocamos en la vida real.

Siempre he odiado la mentira pero la mentira en otros, porque son los otros los que mienten, uno ¡jamás! y mucho menos a sí mismo, pero eso también es mentira, todos nos mentimos y nos mentimos para evitarnos el dolor, el profundo dolor que deriva de ser realista, de mirar la evidencia y decirse la verdad. 

Qué tipo de verdades evitamos? Verdades del tipo:

- Claramente, soy orgulloso.
- Indudablemente, soy desconfiado.

U otro tipo de mentiras notablemente más difíciles de admitir:

- Soy culto por tanto soy inteligente.
- Soy ateo por tanto soy racional.
- Soy “x” tipo de católico por tanto estoy más cerca de la santidad.

Si el pecado original ha provocado tanto daño como hemos podido comprobar es porque los primeros padres no consiguieron, simple y llanamente, admitir la evidencia.

Hubiese bastado para la pareja primigenia que antes de elegir se hubiese detenido, mirado y admitido que “todo este espléndido jardín está aquí todo para nosotros y únicamente nos hemos de privar de este pequeñísimo árbol al cual nos han dicho no debemos acercarnos”; pero no, tenían que aproximarse, tomar y salirse con la suya, eh?

“Todo empezó por un mero [y condescendiente] no decir(se) la verdad” y por lo mismo aquí seguimos negando la evidencia, mintiéndonos y haciendo de la fe una herramienta inútil y de esta vida -que podría ser anticipo de la Gloria- un absurdo de lo más espectacular.

5 de abril de 2011

En un país tan chirrisquitico...

En un país tan chirrisquitico como el mío la que les traigo es una grandiosa noticia.

Una comunidad de católicos en facebook se ha estado organizando para celebrar el 28º Aniversario de la visita de Juan Pablo II a nuestro país y de ahí surgió la idea de también celebrar su beatificación.

Finalmente estas diligentes personas nos han entregado un comunicado oficial el cual les traigo para que se alegren conmigo.

Comunicado Oficial
De nuevo al Estadio Nacional con Juan Pablo II

El Estadio Nacional será, una vez más, el lugar de encuentro de los costarricenses con el Papa Juan Pablo II tal y como lo fue hace 28 años; pero, esta vez, en una vigilia que se extenderá de la noche del treinta de abril al primero de mayo con ocasión de su beatificación.

El 264º sucesor de San Pedro, a través de su larga e intensa labor como Pontífice cosechó, tanto el cariño y el afecto de los fieles católicos, como el respeto mundial de líder espiritual y figura de gran trascendencia histórica.

Fue en ese mismo escenario, el 3 de marzo de 1983, cuando miles de jóvenes se reunieron con el Obispo de Roma, en su viaje por Centroamérica. Ahora, nuevamente, miles de costarricense podrán cantar, reír y rezar en la Vigilia Festiva por la Beatificación de Juan Pablo II.

Lo que comenzó como una iniciativa del fervor popular en Facebook, denominada “Con Juan Pablo II nuevamente en la Sabana”, se convierte ahora en una realidad.

El Papa viajero, como cariñosamente se le conocía, era un amante de la música, la poesía, al cultura y los artistas; por eso, la Vigilia será un evento en el que los actos litúrgicos, y los momentos de oración y reflexión, serán acompañados de expresiones artísticas de calidad a cargo de ministerios y movimientos pastorales de nuestro país.

El programa prevé más de 8 horas de actividades como cantos y danzas, el rezo del rosario, oración, videos alusivos a la ocasión, el seguimiento de la ceremonia de beatificación, la Santa Misa, una procesión con el Santísimo Sacramento; todo esto en el contexto del Segundo Domingo de Pascua, día de la Divina Misericordia.

La participación en la Vigilia será gratuita. La distribución de las entradas se anunciará próximamente.

Comité Organizador
Comunicaciones

joseandres@vigiliafestiva.com

4 de abril de 2011

Una "realidad provocativa"

“Esto es lo asombroso:
que ustedes no sepan de dónde es,
a pesar de que me ha abierto los ojos”.
Juan 9, 30

Verse de repente sin su ceguera no fue lo que al ciego de nacimiento le movió a creer sino lo que suscitó en su manera de pensar la provocación de los fariseos puesta en contraste con la mirada y los gestos que el Señor tuvo hacia su persona hasta el punto que le llevaron a responder: «Creo, Señor»

Ayer fui invitada a asistir a una celebración litúrgica que “me movió el piso” y no por su fidelidad a las rúbricas precisamente sino por su Belleza.

Si, ayer lo supe, una misa puede ser bella aún cuando no es todo lo que pienso debería ser, lo comprobé ayer mientras me debatía entre quedarme o salir corriendo de ese sitio, dichosamente me quedé abrazando la realidad con todo mi ser.

Esa misa fue para mi provocación en el sentido que me obligó a situar mi mirada en al Misterio y no en las formas las cuales pasaron a segundo plano y que se quedaron allí durante toda la celebración por Gracia de Dios y para mi ventura.

El momento culminante fue durante la elevación de las Sagradas Especies en el que pensé: “Señor, ¡cuán cierto es que estás entre nosotros! Cómo transmitir la certeza de que estás vivo y presente entre los hombres? 

La respuesta vino a mí en la experiencia de la realidad y en la medida en que esa Eucaristía fue desafío que conmocionó mi manera de pensar.

He estado platicando en un página de facebook con ateos. Hace muchos años platicaba con ellos con mayor frecuencia pero lo dejé porque me había cansado y, debo ser honrada, no conseguí nunca que la forma en que ofrecía razones de mi esperanza moviera pero “ni un pelito” a ninguno, es decir, el fracaso de ese esfuerzo fue que, primero, pensaba que era “mi esfuerzo” y luego que por lo regular me imponía más no provocaba; sucedía así porque era más orgullosa que ahora y era orgullosa porque mi fe estaba fundamentada más en mis ideas sobre Dios y la Iglesia que en la certeza de la Presencia de Cristo en mi vida.

Desde que dejé de platicar con ateos a la fecha ha corrido mucha agua bajo el puente, he madurado en el aspecto humano y ahora además soy cielina, tengo dos años de estar ejercitándome en el Método de la Fe del carisma de nuestro movimiento y puedo decir que, al día de hoy, al menos he llegado a comprender de qué manera la realidad es provocación y, con ello, cómo es que un cristiano está llamado desde la certeza de la Presencia del Misterio en su vida, a ser provocación que conmocione. Me fue mostrado clarito, clarito en la Eucaristía de ayer en la tarde.

Ahora bien, hoy –como cada día- me he metido a Internet con estas ideas en la cabeza y me encuentro no más entrando dos textos que hablan de lo mismo:

El primero, una entrevista a Monseñor Fisichella sobre los desafíos de la Nueva Evangelización.

El segundo, un artículo de Monseñor Manuel Sánchez Monge sobre “Creer en tiempos de laicismo”, publicado por InfoCatólica el día de hoy.

Todo esto, que no es otra cosa más que la vida que acontece y a la que, como el ciego de nacimiento, ahora he conseguido por Gracia mirarla con otra mirada, es a lo que definitivamente he de llamar una “realidad provocativa” dentro de la cual es mi confianza recibiré también del Señor la Gracia para mostrar a quien me las pida razones de mi Esperanza.

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