“Este es el problema, ¡están esperando un regalo! Es más, lo exigen”. Javier Restán
Leyendo este artículo de Javier Restán en PáginasDigital.es he caído en la cuenta acerca de cual es en buena parte el origen del victimismo que manifiestan creyentes y no creyentes. Porque, si, parece que en esta ocasión, podrían caber todos en el mismo saco: víctimas, se consideran…
A ver, expliquémonos: se consideran y actúan como víctimas aquellos que lo esperan todo del Estado pero también lo hacen aquellos católicos que exigen que el Papa y el Magisterio los admita a comunión incondicionalmente.
Y cómo han llegado hasta allí?
Por falta de la responsabilidad y del protagonismo necesarios; carencia que los mueve a esperar una sociedad y una Iglesia perfectas “donde ya no sea necesario ser buenos”, tal y como cita Restán en su artículo y como además añade “Esta confluencia de incapacidad de protagonismo real por un lado, y por otro una exigencia de respuestas y soluciones que deben dar otros, instancias superiores, el Estado (la Iglesia) en definitiva, es un cóctel explosivo. Además de generar una dinámica de victimismo insoportable, induce a la violencia y es un campo abonado para la manipulación ideológica”.
Por lo mismo, no deberían extrañarnos la profanaciones, procesiones y reventadas de misas de unos, como tampoco las reacciones de brutal desprecio del Magisterio de otros.
Atrevido por simple les parece haberlos echado a todos en el mismo saco? Pues no, para mi ha sido la única forma de hallar sentido a ese su espíritu romántico de rebeldía adolescente.
Y para endulzarles la vida, que buena falta nos hace, les dejo aquí un videito adorable para el fin de semana y celebrar de paso el 400 aniversario de la muerte de este gran compositor.
¡Feliz y merecido descanso!