21 de enero de 2014

¿Cómo solicitar al párroco que coloque reclinatorios para comulgar?

No pasa semana en que por facebook, tanto paisanos como extranjeros, me pregunten sobre cómo pedir a sus párrocos que coloquen reclinatorios para comulgar.
La respuesta es fácil:
1. Consigues el número de la parroquia
2. Pides una cita
3. El día de la cita llevas un testigo (por si cualquier cosa) luego, con astucia sondeas al sacerdote para, en algún momento, con humildad y mansedumbre, lanzarle directamente la pregunta. Esa es la vía formal porque, de igual manera, un día después de misa, se le puede preguntar.

Lo singular que pocos notan del hecho de realizar esta pregunta, en principio, es lo absurdo que un fiel deba solicitar el reclinatorio cuando es normativa del Magisterio el ofrecer la comunión tanto de rodillas y en la boca como de pie y en la mano. (RS 90 y 92)
Esto también debo hacérselos ver a quienes me consultan porque si es la primera vez que harán la pregunta será 90% probable que reciban, como tortazo en la cara, una negativa rotunda. Claro, en el momento del tortazo, se darán cuenta que ni de lejos es fácil solicitar algo que debería ser normal.
De acuerdo, lo confieso, la respuesta que me piden no es fácil, ni fácil hacer la pregunta al sacerdote, ni fácil recibir una negativa, ni fácil insistir, ni fácil -sabiendo cómo tendrían que ser las cosas- el elegir que sigan como están para dedicarse a orar por el sacerdote.
Cómo proceder entonces?

Cada uno, según el caso, deberá no solo orar y pedir discernimiento sino medir sus fuerzas y las de su párroco porque la batalla por pedir el reclinatorio puede resultar desde que deba de emigrar de su parroquia hasta quedarse humildemente apechugando con la realidad que se le impone. Si, aunque la misma sea contraria al Magisterio.

A qué se debe que algo normado por el Magisterio se convierta en una batalla con los curas?

Varias son las razones:
- De parte de los sacerdotes un conjunto de variables que los mantiene ya sea indiferentes a las enseñanzas del Magisterio o con dudas y temores acerca del sentido de la fe de los fieles.
- De parte de los fieles un conjunto de variables que les impide aplicar la combinación exacta de paciencia, humildad, astucia y mansedumbre.

Claro, ante una negativa persistente, existe la opción de recurrir a instancias superiores, sin embargo, ha de tenerse en cuenta que, en el fondo, la actitud de sacerdote se debe a su necesidad de conversión la que no le alcanzarán ni siquiera documentos correctivos que se le enviaran del Vaticano.
Lo sé, da una rabia inmensa enterarse de que nunca los reclinatorios debieron haberse removido pero así como, durante poco más de cuarenta años, esta idea ha hallado terreno fértil y afianzado en la cabeza de laicos y sacerdotes, de la misma forma, quien solicite reclinatorios deberá con realismo considerar que muy probablemente de la batalla que emprenda no llegará a ver los frutos sino quizá sus hijos o sus nietos.
O no, a lo mejor, por pura gracia de Dios, desde el primer momento el párroco coloca el reclinatorio. Nunca se sabe.
Así estamos pero que eso no nos desanime ya que si regresan los reclinatorios es por gracia y voluntad de Dios.
Lo cual es lo único importante.
—————-
Por si no lo han leído del padre Santiago González, sacerdote de la Archidiócesis de Sevilla, España


—————-
Recomendación importante:
No comulguen de rodillas si no hay reclinatorio y sin haber hecho del conocimiento de su párroco su deseo de comulgar de esa forma ya que, lanzarse al suelo, no solo puede ser peligroso sino que, hasta yo, lo interpretaría como una rebeldía a la que, ni de lejos, dedicaría un minuto de mi tiempo. Ténganlo en cuenta.

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...