Peralillo queda a 534km al norte de Santiago de Chile, esto es a 10 horas de viaje por la carretera Panamericana Norte, Ruta 5.
Desde allá me ha llegado un reportaje de la TVN Red Coquimbo sobre la
celebración de la misa tradicional la que, según verán, estuvo bastante
concurrida y según escucharán, fue muy bien recibida.
Ahora bien, después de verlo, un par de preguntas que me hago:
Peralillo es un pueblo alejado de la urbe. Sus pobladores son gente
sencilla. Muy semejante a cualquier barrio o pueblito de la periferia de
nuestra capital por lo que, cuáles legítimas razones pastorales podrían
existir para que, a diferencia que la Conferencia Episcopal chilena, la
nuestra no haya advertido el beneficio de ofrecerla a los fieles
costarricenses en tantos lugares como han habido sacerdotes interesados
en aprender a celebrarla y fieles que están dispuestos a asistir?
Por qué en mi país no he podido escuchar a un solo sacerdote que, aún
conociendo su posición favorable a la misa tradicional, no se haya
podido referir públicamente al Motu Propio Summorum Pontificum con la
naturalidad del padre Carlos Bolelli?
Por qué, cada vez que Una Voce Costa Rica, consigue organizar alguna
celebración estas son privadas y alejadas de la capital? Por qué,
frecuentemente, deben cancelarlas debido a que los párrocos necesitan el
templo para otras actividades?
Por qué, así como al rito maronita, no se le otorga a la misa
tradicional una parroquia dentro de la Gran Área Metropolitana, sobre
todo sabiendo que existen al menos -que conozca- tres sacerdotes
preparados, algunos más que quieren aprender, una Asociación Una Voce
dispuesta a colaborar para celebrarlas dignamente así como fieles
dispuestos a conocerla pero también a asistir con regularidad?
Por qué en Peralillo si y no en San José?