Le he quedado pésimo al padre Carlos Humberto el párroco de La Soledad ya que desde hace meses le dije que publicaría una entrada para informar en el extranjero de los trabajos que se vienen realizando en la restauración así como de las necesidades de su parroquia y no es sino hasta hoy que me siento a escribirla.
Muchos tenemos gran aprecio por el padre Carlos ya que siendo párroco de Guadalupe demostró ser un sacerdote con todas las de la ley: hombre de oración, de vida sacramental y de trabajo.
No se trata esta entrada de resaltar sus méritos porque, aunque los tiene y muchos, de lo que se trata es de dar a conocer esta maravilla de templo el cual está localizado en el centro de la capital y es uno de los cuatro que sirven como referencia no solo para dar direcciones (en mi país no damos direcciones por calles y avenidas sino por hitos del entramado urbano y rural) sino que, en si mismo, ha venido siendo protagonista de importancia en la historia eclesiástica de nuestro país lo cual ya es mucho decir de un país tan joven como en nuestro.
Su origen se remonta al año de 1849, cuando Monseñor Anselmo Llorente y Lafuente solicitó al arquitecto Hugh G. Tonkin, el diseño de los planos de esta edificación con influencia neoclásica y que es la única en el país que posee un Baptisterio de mármol italiano así como verdaderas obras de arte en sus vitrales, las estaciones del Via Crucis, las imágenes, su órgano tubular, el cual –lamentablemente- tiene más de 20 años de estar sin uso.
Afortunadamente el templo ha sido declarado patrimonio histórico en 1999 sin embargo, el deterioro que puede notarse a simple vista, hace que su restauración requiera de acción inmediata según consta en el dictamen de los expertos del Centro de Patrimonio del Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes.
Me voy enterando del esfuerzo del padre Carlos, así como de todos aquellos que colaboran con el, mediante facebook en donde no solo me echo una rezadita con él todas la mañanas sino desde donde le ayudo a divulgar sus necesidades para que almas caritativas que dispongan de tiempo y de dinero decidan echarle una manita.
Pues bien, el turno le llegó a mi blog albergado en InfoCatólica y a mis lectores de tantos lugares del mundo interesados en la promoción de la Liturgia para enterarse de que el padre Carlos en su parroquia los necesita.
Para ello nos ha propuesto una campaña de recaudación de fondos a la que ha llamado “Acompañantes de La Soledad” la cual mencionó en un extenso artículo el periódico El Financiero y que acompañaron con múltiples y hermosas fotografías.
Para hacerle llegar su ayuda llamen al teléfono de la parroquia (506) 2221 05 60 y pidan hablar con el. Pueden también contactarlo mediante facebook en su perfil o en el de La Soledad o, sencillamente, escribirle un correo a la siguiente dirección electrónica hrojas@iglesialasoledad.org o a la siguiente info@iglesialasoledad.org
Espero que de mi blog surja al menos uno o dos “Acompañantes de La Soledad”, para eso, ruego al Señor que mueva las voluntades y los bendiga.