11 de febrero de 2012

"Ojo al Cristo"

Miki Vinuesa, blogero de InfoCatólica, ha acertado en su observación: estamos todos locos

Y por lo locos que estamos, estamos divididos.

Basta ver a los curas austriacos que por centenas claman por desobedecer a la Santa Sede. Basta estar al tanto de los conflictos que en Japón se han producido por la relación entre los obispos y el camino neo-catecumenal. Sería suficiente con esas absurdas noticias que circulan sobre confabulaciones para destruir al Papa. Ni que decir lo que vivimos quienes nos relacionamos con la liturgia y, sin saber de cómo ni dónde, nos volvemos el blanco de progres y tradicionalistas. Y qué me dicen de las boberías por las que se dividen los grupos apostólicos y por las que algunas familias católicas se resquebrajan; eso, sin mencionar otro tipo de cuestiones absurdas por las que existen curas a favor de la línea pastoral de un obispo y otros silenciosamente en contra?

Pero, de qué hablo? Bastaría con mirarse a si mismo para darse cuenta lo difícil que es mantener el balance cuando se está inmerso en un ambiente con tanta división sin sentido, la cual –dicho sea de paso- hace muy bien su parte ejerciendo presión para sembrarla duda y, si no tanto, por lo menos exponernos a peligro de desgarres.

No, no estoy bromeando. Nada de esto es broma. Para comprobarlo habría que mantenerse al tanto de las barbaridades que se leen en determinados blogs o portales. Habría que ver con los propios ojos la clase de articulistas, entre ellos algunos sacerdotes y ni qué decir sobre conocer a sus comentaristas, todos, verdaderos locos.

Ante semejante locura, hemos de “parar en seco", hacer un ALTO y solo para evitar ser arrastrados por el torrente desbocado de la división. 

Y qué es la división sino el que cada uno ha perdido de vista lo importante? Y qué es lo importante? No lo sabes? Te lo diré. 

Lo importante es fijar la mirada en Cristo, en El en su Santa Iglesia, en ella –finalmente- en su Vicario.

Has de saber que tu asidero será darles completa adhesión, sin reservas de ningún tipo, sin sopesar que aquél o ese otro podrían llevar algo de razón. No. 

Si alguien lleva la razón es Cristo, su Iglesia, su Vicario. 

En el momento en que te permites inclinarte en adhesión incondicional a alguno que ha perdido de vista a Quien la debe, tu propia adhesión flaqueará y caerás, como peso muerto, al torrente que te arrastrará lejos de la comunión. Será que habrás dejado entrar la duda y con ello te habrás puesto “de a tiro” para que el Maligno haga lo suyo para convencerte de que, sobre los demás, llevas la razón.

Creo que así es como ha empezado todo. 

Recuerdan a Eva y a su apreciado Adán?

Ojo al Cristo*”, como dicen en mi tierra. 

Miki Vinuesa ha dicho que la solución es fácil y es que, además, la ofreció el padre Iraburu en su más reciente entrada:
“Ningún cristiano, ninguna asociación, ningún Obispo, ningún grupo de Obispos puede rechazar determinadas enseñanzas o mandatos de ese Magisterio apostólico sin dividir la Iglesia (skhisma,-atos), deteriorando su congénita unidad al anteponer al Magisterio sus propios juicios y valoraciones".


*Ojo al Cristo: Esta expresión se utiliza en mi tierra como voz de alerta para quien transita por rutas peligrosas.

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