Je! No les estaré exagerando, pero hoy desperté pensando en qué lugar de mi misma estaría escondida la blogera optimista y entusiasta de hace algún tiempo. De hecho, desde hace meses vengo dándole vuelta a este asunto.
Me he levantado de madrugada, como siempre y, conversándolo con el Señor, sencillamente me dejé en sus manos pero, cuál no ha sido la sorpresa que leyendo mi muro de facebook di de inmediato con el meollo del asunto.
Resulta que lo primero que busco cuando entro a Internet son las noticias de la Iglesia. Como sabrán, por lo regular, son de poner triste a cualquiera pero bien, el caso es que hoy noté otro tipo de noticias de las cuales he venido pasando de largo sistemáticamente, cosa que antes no hacía.
Pues bien, para contarles cómo di con ellas, les contaré que lo que primero noté fue la alegría del padre Mauricio porque, tras lo que pareció un grave y muy decepcionante traspié que sufrió días atrás en su trabajo como pastor, hoy nos comentaba el gran apoyo que -por otro lado- ha recibido su gestión. Se le leía como brincando en una pata. De lo cual me alegré montones, por el y por sus ovejas, entre las cuales me incluyo.
De seguido leo al padre Carlos Humberto contentísimo porque el Rezo del Niño estuvo concurridísimo y que hasta había sobrado comida del ágape. Padre Carlos fue trasladado hace muy poco de una parroquia muy próspera a una en el mero centro de San José que estaba hecha una ruina (que todavía lo está y necesita ayuda) hasta que, poniéndose a disposición del Señor, se ha ido reavivando. De lo cual me alegro montones, por el y por sus ovejas, entre las cuales me incluyo.
Luego, me fui a ver qué me había respondido el padre Alvaro, Director de Radio María Costa Rica, sobre si la emisora estaría en Cuba para la visita del Papa y me respondió que si y, no solo eso, en eso momento recordé que días atrás estaba contentísimo porque habían firmado los documentos que proporcionarían a la emisora de su frecuencia en FM. De lo cual me alegré montones, por el y por sus ovejas, entre las cuales me incluyo.
Así que, probablemente coincidan conmigo en que las noticias es mejor a veces no leerlas pero, creo que también coincidirán en que, de entre los diferentes “tipos de noticias” que se nos ponen por delante, muchas veces –la mayoría- pasamos de largo de las que resultan ser verdaderos milagros, como los que les suceden a estos curas y los que, por haber prestado atención, han realizado el milagro de haber dado conmigo misma.
Claro, y –como para dar el toque magistral- me vengo a revisar los comentarios en este blog y me encuentro con el de Charlene, una joven quepeña que se alegró y agradeció lo que dije de la fe de su pueblo en una reciente entrada.
Saben? Uno, como blogero, con estos pequeños gestos de los comentaristas da gracias a Dios, es más, lo glorifica, de ahí es que ha tomado su nombre este blog; cosa que, miren ustedes, lo había olvidado.
Había olvidado que me había propuesto, en cada entrada, dar a Dios toda la gloria.
No en vano es que dicen que “la santificación del hombre es la glorificación de Dios” y viceversa.
Amen