Se acerca el Encuentro de blogeros con el Papa, la JMJ, la visita a Costa Rica de un funcionario de Ecclesia Dei, la puesta en marcha del proyecto Catholic Voices. Todo esto prácticamente en el lapso del próximo mes.
¡Caray! ¡Demasiadas emociones!
En cuanto al Encuentro de blogeros, me parece oportuno mencionar (por si llega a ser de utilidad para alguno esta información) que tanto la visita del funcionario de Ecclesia Dei y lo que en mi país se ha movido en torno a la celebración de la misa según la forma extraordinaria, la eventual conformación de la Asociación Una Voce Costa Rica así como el proyecto de Catholic Voices, han sido iniciativas que como blogera he conseguido echar a andar apoyada únicamente en este medio de comunicación.
Desde aquí he logrado reunir grupos bastantes numerosos en facebook, consolidarlos, hacer contactos a lo ancho y largo del mundo con sacerdotes y fieles interesados en los mismos temas, facilitado divulgación de actividades, recibido y ofrecido apoyo de todo tipo; en breve, que de no ser por Internet no estaría sucediendo nada de esto.
En cuanto a la JMJ, quisiera mencionar que debido a Internet un joven costarricense amigo mío recibió apoyo económico de un donador español gracias a quien este muchacho está en condiciones de sufragar buena parte de sus gastos en Europa.
De la misma forma, gracias a Internet puedo mantenerme al tanto de la jornada que a través de Europa están realizando diferentes grupos de estos jóvenes peregrinos que salieron de mi país a encontrarse con el Papa en Madrid. Los sigo por facebook y así es como me voy enterando de que han llegado a Roma, de que luego irán a Florencia, sobre cuál ha caído enfermo, cuál no ha parado de tomar fotografías y de aquél que no puede pegar los ojos de la emoción.
No estaré para el Encuentro de blogeros con el Papa pero se que estaré magníficamente representada y que, por lo tanto, mi voz estará allí presente.
Mientras tanto, aquí estaré amaneciendo emocionada por tantas labores que como blogera me depara el día y esta realidad hermosa y santificante que es la web.
¡Deo omnis gloria!