3 de mayo de 2012

¡No es bromeando que lo digo!

En estos días he venido preparándome para la exhibición y venta de mis perolitos de cerámica por lo que he estado muy presente “en el mundo”. 

Me da un poco de risa y vergüenza decirlo pero es la verdad ya que mi vida transcurre en el campo bastante alejada del ritmo frenético en el que vive la mayoría. 

El caso es que, muy en contacto con el mundo como estoy en estos días, me doy cuenta lo difícil que es también para la mayoría hacer memoria de Cristo. No es de culparse cuando se nos olvida.

Es difícil salir al mundo sin la conciencia de estar viviendo a Cristo pero mucho más sin una buena dosis de oración, una buena persignadita o sin, por lo menos, encomendarse a María Santísima y a san Miguel Arcángel ya que, es cierto, el mundo está de locos.

De eso me doy por enterada, en primera instancia, mediante la televisión. Es impresionante el afán que tienen por hacernos acostumbrar y que, además, nos hallemos bien comoditos entre vampiros, muertos vivientes, demonios, dioses malévolos y cuanto personaje son capaces de inventar para capturar la atención de quienes, desatendidos de sí mismos, en lugar de mirar su anhelo de bien se concentran en lo contrario. 

El caso es que, desde niña recuerdo que noté el cambio del pudor al impudor en las imágenes de televisión. 

Allí me dije: “Caray, nos quieren acostumbrar a verlo como algo normal!” Y, ahora, con lo de tantos personajes espantosos vinculados a lo “oscuro” con los que nos ametrallan no me queda otra que admitir que quieren acostumbrarnos al desorden de las emociones, a negar la razón, a vivir de fantasías, a arrancar a Dios –a como de lugar- de nuestra vida y que, según ellos, nos encontremos bien comoditos allí también. Pero, que se olviden, ya que -de eso- ¡ni locos!.

Lo que es dramático no es solo que nos acostumbren a la maldad sino que a ésta la hacen saltar de la televisión a la vida real aquellos que se comieron el cuento de que el mal da poder, porque –parece mentira- pero muchas mentes terminan creyéndoselo. Basta con leer los diarios sensacionalistas y conocer la forma en que los asaltantes se ensañan en contra de sus víctimas. Y basta, también para reconocerlo y –atando cabos- leer a Monseñor Luigi Negri así como esa noticia absurda de la educación pagana en el Reino Unido

Sonará inofensivo tanto vampiro y muerto viviente malvado en la televisión pero está visto lo que hicieron al intentar acostumbrarnos al impudor. 

El caso es que si los vemos inofensivos es que van ganándonos la batalla, porque ni el impudor ni la maldad, son algo a lo que ni en la televisión, mucho menos en la vida real, deberíamos acostumbrarnos. 

Pues bien, como hija de Dios y saliendo al mundo a dar la batalla como recientemente estoy saliendo, caigo en la cuenta lo difícil que es vivir a Cristo; por lo mismo y, debido a la urgencia, venía a recordarles que antes de salir de casa digan sus oraciones, se persignen y encomienden a María Santísima así como a san Miguel Arcángel. Y que, por nada del mundo, dejen de ir a misa el domingo. 

Aunque así parezca, ¡no es bromeando que lo digo!

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