Solo por si un acaso, padrecito, resultara que paga usted un estudio
sociológico-antropológico que concluye que todos aquellos que deseamos
tomar la comunión de rodillas y en la boca, aparte de nuestras
particularidades no tan fáciles de sobrellevar, no obstante,
resultáramos ser de los “católicos esos” que busca usted llegar a tener
“algún día” en su parroquia, es decir, católicos con una magnífica
relación con el Señor, fieles, con buena formación catequética,
obedientes, colaboradores… Si por un acaso resultara que ese estudio
arroja esa conclusión se decidiría usted a colocar finalmente
reclinatorios para comulgar?
Yo es que, lo reconozco, soy harto atrevida en proponérselo y, como
además, no me tocará ver los toros sino desde el otro lado de la
barrera, es decir, no veré la cara que pondrá su obispo cuando usted se
decida hacerlo, no veré los ojos cuadrados de sus hermanos sacerdotes
cuando usted salga con tremenda barbaridad, ni tendré que escuchar los
reclamos de algunos fieles cuando le digan que es usted “poco pastoral”,
sin embargo, quisiera que se animara usted a considerarlo tomando el
desafío que presenta a su conciencia nuestras palabras.
Porque bien sabemos que el mero hecho de escucharnos es para usted un
desafío, como lo ha sido para nosotros considerar ponernos de rodillas
cuando pocos o ninguno lo hace, como lo es viajar kilómetros solo para
asistir a una misa digna y comulgar de esa forma o, como ha sido difícil
ser católicos que se exponen a ser reducidos en su dignidad por el mero
hecho de pedir la comunión de rodillas y, ni qué se diga, cuando
pedimos la misa tradicional. Que, de eso mejor ni hablemos ya que es,
hasta cierto punto, harina de otro costal.
Así que, solo por “si un acaso”, padrecito, resuena en usted esa
vocecita que le inspira atender nuestra necesidad de contar con un
reclinatorio, consentirá usted en atenderla?
Dios primero que se resuelva ya que, como nosotros, tarde o temprano
(más temprano que tarde) verificará en su interior y en la vida de su
parroquia que algo se renueva.
Se lo aseguramos: verá sobreabundancia de Gracia al ver ante usted a
los fieles de rodillas y usted descubriéndose inclinado hacia nosotros y
todos hacia el Señor.