20 de diciembre de 2010

Mater misericordiae

María, siempre vinculada a la Misericordia.

¿Hay algo que pueda declarar más inequívocamente la misericordia de Dios que el hecho de haber aceptado nuestra miseria? ¿Qué hay más rebosante de piedad que la Palabra de Dios convertida en tan poca cosa por nosotros? (Bernardo de Claraval, Sermón 1 en la Epifanía del Señor, 1-2)
("He aquí la esclava del Señor")

María, siempre vinculada a la Misericordia.

“Creo que por estos días estaba san José pidiendo posada”
(Carmen Ruiz).
San José con María, su mujer, a lomos de un burro tras semanas de venir “soñando caminos”, cansados, polvorientos, más “la Virgen sabe que el Niño está muy cerca. De Nazareth a Belén hay una senda, por ella van los que creen en las promesas".
("Hágase en mi según tu Palabra")

 María, siempre vinculada a la Misericordia.

Dios todopoderoso, a quien nadie ha visto nunca, tú que has disipado las tinieblas del mundo con la venida de Cristo, la luz verdadera, míranos complacido, para que podamos cantar dignamente la gloria del nacimiento de tu Hijo. Que vive y reina contigo. (Bernardo de Claraval, Sermón 1 en la Epifanía del Señor, 1-2)
("Y el Verbo se hizo carne.
Y habitó entre nosotros")


Salve, Regina, Mater misericordiae,
vita dulcedo, et spes nostra, salve.
Ad te clamamus, exsules filii Hevae,
ad te suspiramus, gementes et flentes,
in hac lacrimarum valle.
Et Iesum, benedictum fructum ventris tui,
nobis post hoc exilium ostende.
O clemens, O pia, O dulcis Virgo Maria.

Video del Salve compuesto por Don Juan de Lienas
(Códice del Convento del Carmen).
Intérprete: Camerata Renacentista de Caracas
Directora: Isabel Palacios.
Imágenes: Fotografías de Leonor Solís Rojas (México).

Juan de Lienas, compositor mexicano que vivió aproximadamente entre los siglos XVI y XVII. Es, sin duda, uno de los más destacados compositores indígenas de la época colonial.
Sus obras conservadas en los archivos del convento del Carmen (cerca de la ciudad de México) y en los Libros Corales de Newberry (Chicago, EEUU), cuyas obras parece que fueron escritas para ser cantadas en el convento de la Encarnación fundado en la ciudad de México en 1595. Se conservan 20 piezas en latín entre las que destacan un Magnificat y una Misa de réquiem, ambos a cinco voces. (Lauderías y más…)

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