A continuación, transcribo íntegra la crónica de la Marcha pro-familia vivida y narrada por Susana Bulacio, joven tucumana, activista pro-vida y uno de mis más antiguos contactos.
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Contundente rechazo al matrimonio gay
Los Tucumanos exhortan a defender verdadero matrimonio en Argentina
Ante el debate en el Senado de la Nación Argentina del proyecto de ley sobre el mal llamado "matrimonio" homosexual, desde los púlpitos en las Iglesias, colegios religiosos, movimientos y organizaciones católicas y de otros credos diferentes, se hizo un llamado a participar de marchas en defensa del único y verdadero matrimonio y del derecho de todo niño a tener un padre y una madre.
En nuestra provincia, Tucumán, también se animó a la ciudadanía a estar presente en las deliberaciones de los senadores nacionales en la Legislatura, para reflejar ante los medios nacionales la postura de los tucumanos a favor de la legítima unión en matrimonio que se da solamente entre un hombre y una mujer.
Como preparación para los eventos se recomendó asistir a la conferencia de Amparo Medina Guerrero, una ex feminista funcionaria de la ONU para el aborto ahora convertida en defensora de la vida y la familia. Por haber estado adentro, conoce y denuncia todos los manejos de la ONU para imponer el aborto, el homosexualismo y la salud reproductiva en América Latina. Su testimonio es impresionante!
La marcha
La cita era a las 20.30 horas en la plaza Urquiza, y desde la tarde que llovía finito sin parar. Pero las inclemencias del tiempo no fueron impedimento para que miles de tucumanos se congregaran en forma pacífica para hacer oír su voz. La interminable columna, que incluyó a familias enteras, jóvenes y adultos, tanto católicos como de otras religiones y no creyentes, ingresó por calle 25 de Mayo, bajo una inmensa bandera argentina, vivando a cada instante a la familia.
Alrededor de 25 mil personas, según el cálculo de la policía que acompañó con su presencia a los manifestantes, dieron un abrazo al principal paseo de la ciudad, para concentrarse frente al palco ubicado sobre calle San Martín, en la Plaza Independencia, frente a la Casa de Gobierno.
Al llegar al punto de reunión se leyó el petitorio que fue firmado por todos y que fue presentado a los legisladores, expresando las solicitudes y el sentir de todo un pueblo presente. Cuando se acallaron los aplausos se entonó el Himno Nacional, que fue cantado con todo el sentimiento y en un ambiente de respeto, devoción y esperanza. Muchos con la mano derecha tocando el corazón, otros portando velas encendidas, simbolizando la luz que queremos que ilumine a nuestros dirigentes.
El sacerdote Marcelo Barrionuevo, uno de los referentes del encuentro, resaltó la importancia de la gran concentración que se materializó, advirtiendo que la misma fue impulsada por la enorme preocupación que existe en la sociedad por el deterioro que sufre la familia. Tildó como muy grave la posibilidad de que la ley que modifica el Código Civil en torno a la unión de dos personas de distinto sexo sea aprobado. También rescató la enorme reacción social por la congregación de fieles de distintos credos y hasta no creyentes, a pesar de las condiciones adversas del tiempo. “Vino gente de distintas parroquias, de entidades civiles y sociales, quienes de manera espontánea se sumaron a esta manifestación”, aclaró.
Altavoces repartidos por el trayecto previsto para la marcha dejaban escuchar las voces de hombres y mujeres cantando estribillos a favor del matrimonio formado por un varón y una mujer. La gente acompañaba con redoblantes, silbatos, enarbolando carteles, banderas argentinas y también la provincial, con la Cruz.
La defensa de la familia fue el concepto sobre el que se basó la expresión popular congregada en torno a la plaza, con repetidos vítores para la célula madre de toda sociedad."Ole, ole, ole, ola, queremos una familia con papá y mamá" fue el cántico que se escuchó repetidamente, en el cual la multitud sintetizó su rechazo al matrimonio gay.
La vigila frente a la Legislatura
Al día siguiente de la marcha se realizó el debate, a puertas cerradas. Las personas que querían hablar debían anotarse con anticipación. Los demás manifestantes permanecerían afuera, escuchando los testimonios que se transmitirían por medio de parlantes.
Quienes teníamos que ir a trabajar y no podíamos asistir recibíamos las novedades que nos comunicaban por celular y acompañábamos con oraciones en silencio y en medio de nuestros quehaceres.
A las 15 horas, en la pausa para el descanso laboral, teníamos planificado juntarnos a rezar el Rosario, pero recibimos un mensaje apremiante: “vengan urgente!!! Somos pocos!!!” El cansancio estaba haciendo mella en los abnegados que resistían desde temprano. Con mi hermana decidimos ir y en todo caso rezar desde allá.
Llenas de entusiasmo llegamos y vimos al puñado de jóvenes, también algunos mayores y ancianos, que cantaban y flameaban las mismas banderas y carteles de ayer en la marcha, con las mismas expresiones de alegría y tranquilidad en sus rostros, a pesar de estar flanqueados por la policía que custodiaba con escudos, y de un grupo pequeño de manifestantes pro-gay que se había hecho presente en el lugar.
A diferencia de los senadores Mansilla y Cano, que estuvieron presentes, la esposa del gobernador, Beatriz Rojkés, faltó al trascendental encuentro. Los pronunciamientos contra el matrimonio gay casi triplicaron a las voces a favor del proyecto kirchnerista.
La senadora Beatriz Rojkés faltó a la audiencia pública en el recinto de la Legislatura, para debatir el proyecto de ley por el cual se autorizaría el matrimonio entre personas del mismo sexo. En cambio, estuvieron presentes los otros dos senadores de Tucumán, el peronista Sergio Mansilla y el radical José Cano. Hubo 63 oradores que se manifestaron contra el proyecto de matrimonio homosexual, en tanto que 22 se pronunciaron a favor, incluyendo a la diputada nacional del kirchnerismo Stella Maris Córdoba.
El debate fue presidido por la senadora Liliana Negre de Alonso, titular de la Comisión de Legislación General, donde se discute la iniciativa, que ya cuenta con la media sanción de la Cámara de Diputados de la Nación.
La comisión recorrió ya cinco provincias
La senadora Negre de Alonso dijo que la mayoría de la gente se opone a que se redefina la institución matrimonial.
Quedó impresionada por la gran convocatoria que logró la marcha realizada el jueves por la noche contra el proyecto de ley mediante el cual se autorizaría el matrimonio entre personas del mismo sexo. Dijo que notó mucha resistencia, en todas las provincias, hacia la unión matrimonial ente homosexuales.
Tucumán es la quinta provincia que visitan los miembros de la comisión a fin de encabezar audiencias públicas en las que diferentes sectores de la sociedad expresan su postura respecto del proyecto. Antes estuvieron en Corrientes, en Chaco, en Salta y en Catamarca.
"Si bien quienes se oponen al proyecto no quieren una redefinición del matrimonio, entienden que es necesario dar una alternativa a las personas del mismo sexo que optan por convivir. No es que se esté en contra (de los homosexuales); hay una necesidad imperiosa de legislar para situaciones como estas", afirmó la parlamentaria.
Reconoció que los integrantes de parejas gays "tienen derecho a una regulación, a que se les garantice cuestiones previsionales, alimentarias y de herencia, entre otras, pero también deberán asumir obligaciones como las tienen los matrimonios heterosexuales". "Lo que no comparto es que tengan derecho a la adopción. Francia, por ejemplo, es uno de los países más revolucionarios y defensores de los derechos, y sin embargo discutió durante 12 años la ley. De ello resultó un pacto civil donde se reconocen todos los derechos, pero no se equipara la unión entre homosexuales con el matrimonio heterosexual ni se les permite (a los gays) adoptar", subrayó. Destacó que de haber hijos adoptados por parte de parejas homosexuales, se generarían muchas situaciones de confusión. "Los chicos pasarían a tener tres padres y seis abuelos, por ejemplo", observó la senadora.
Una mirada al interior del país
"La ciudad de Buenos Aires quiere ser la capital gay del mundo. La postura es clara", opinó Negre de Alonso. "Por eso los senadores entendemos que una ley de tanta importancia no puede resultar sólo de quienes pueden hacerse escuchar en el Congreso. Hay mucha gente del interior que no puede llegar a Buenos Aires. Por eso hemos salido al país. Así, después de conocer todas las posturas, cada senador va a saber si va a tocar el botón rojo (de rechazo) o el verde (de aprobación) el 14 de julio", dijo. Para esa fecha está previsto el tratamiento del proyecto en el recinto del Senado. La iniciativa ya cuenta con media sanción de la Cámara de Diputados de la Nación. "Además a los senadores les interesa lo que piensa la gente. El año próximo hay elecciones; algunos quieren ser gobernadores, otros seguir siendo senadores ... en fin, ellos tienen que volver a sus provincias y rendir cuentas, ¿no?", añadió la parlamentaria.