Yo, para las matemáticas he sido siempre un fracaso con decirles que hasta las sumas en la calculadora me salen mal.
Por eso es que desconfío de mis propios cálculos porque, por ejemplo,
díganme nada más, cómo es posible que habiendo dos excelentísimos
liturgistas en mi país, como son el padre Alfonso Mora y el padre Manuel
Rojas quienes ocupan respectivamente los puestos de Vicario Episcopal
de Liturgia y la Secretaría Nacional de Liturgia de la Conferencia
Episcopal, como es posible –digo yo- que sumando a estas dos eminencias
el resultado haya sido uno que necesite una catequesis sobre Liturgia de parte de Monseñor Pierre Nguyen van Tot, Nuncio Apostólico de Su Santidad en mi país?.
Es decir, si 2 +2 = 4, entonces, el resultado no tendría que haber sido uno que necesitara que el Nuncio recurriera a lo que el derecho canónico le manda [1] tal como sería el mantener la unidad entre la Iglesia particular y Iglesia universal, es decir, con Roma.
Es decir, si 2 +2 = 4, entonces, el resultado no tendría que haber sido uno que necesitara que el Nuncio recurriera a lo que el derecho canónico le manda [1] tal como sería el mantener la unidad entre la Iglesia particular y Iglesia universal, es decir, con Roma.
Eso es algo que no había comprendido hasta anoche ya que venía
calculando mal, es decir, si el padre Alfonso y el padre Manuel están
haciendo bien su trabajo, que me consta lo hacen maravillosamente, por
qué sigue habiendo tanto desbarajuste litúrgico en mi país?
Pero claro, me parece que he llegado al meollo de la cuestión ya que
me faltaba incorporarle la variable que se refiere a lo que me confió un
funcionario de la Curia: a los presbíteros se les corrige pero para ellos es como oír llover,
es decir, son muchos los sacerdotes a quienes les falla la obediencia a
las leyes de la matemática por lo que cuando suman lo que les enseña el
padre Manuel y lo que los corrige el padre Alfonso, el resultado
siempre es el mismo: cero.
De ahí que veamos a muchos sacerdotes gobernando cual si fueran papas en sus parroquias.
Lo que me hace sospechar, dadas las circunstancias, si no estarán
también queriéndole gobernar el criterio al Arzobispo respecto a la misa
según la forma extraordinaria?. Es probable. La de cosas que hay que
ver!
De ahí que la sumatoria nunca salga bien.
De ahí que no haya cambios en los desbarajustes litúrgicos arquidiocesanos.
De ahí que Monseñor Nuncio haya escrito su catequesis.
De ahí que los sacerdotes respetuosos de la liturgia sigan siéndolo y con más ganas.
De ahí que los laicos acostumbrados a ver a sus párrocos improvisando en la liturgia se crean que eso es lo normal.
De ahí que cuando se les presenta la teología y la doctrina les sobreviene el sobresalto y el estado de negación.
De ahí que no haya cambios en los desbarajustes litúrgicos arquidiocesanos.
De ahí que Monseñor Nuncio haya escrito su catequesis.
De ahí que los sacerdotes respetuosos de la liturgia sigan siéndolo y con más ganas.
De ahí que los laicos acostumbrados a ver a sus párrocos improvisando en la liturgia se crean que eso es lo normal.
De ahí que cuando se les presenta la teología y la doctrina les sobreviene el sobresalto y el estado de negación.
De ahí que gente como yo siga de necia insistiendo en el asunto y únicamente porque los números no cuadran ya que aunque es básico y hasta el más pequeño sabe que dos más dos es cuatro, lo será siempre y cuando se obedezcan las leyes matemáticas tanto como las de la liturgia.
De lo contrario, miren el resultado.
NOTA: Es cierto, Monseñor Hugo ha sido un pastor ejemplar por lo que no solo lo queremos sino que lo admiramos. Nunca antes habíamos conocido a un pastor igual. Sin embargo, todos sabemos que está de salida y esperando -como todos nosotros- que nombren a su sucesor, pero igual, qué gran logro para su gobierno hubiera sido el que hubiese puesto orden en la liturgia. Qué gran sumatoria hubiese sido esa para clausurar el final de su mandato!.
NOTA: Es cierto, Monseñor Hugo ha sido un pastor ejemplar por lo que no solo lo queremos sino que lo admiramos. Nunca antes habíamos conocido a un pastor igual. Sin embargo, todos sabemos que está de salida y esperando -como todos nosotros- que nombren a su sucesor, pero igual, qué gran logro para su gobierno hubiera sido el que hubiese puesto orden en la liturgia. Qué gran sumatoria hubiese sido esa para clausurar el final de su mandato!.
Espero, muchos esperamos, que le quede tiempo, que no sea ya demasiado tarde.
[1] «la función principal del legado pontificio consiste en procurar que sean cada vez más firmes y eficaces los vínculos de unidad que existen entre la Sede Apostólica y las Iglesias particulares». Su misión incluye «prestar ayuda y consejo a los obispos, sin menoscabo del ejercicio de la potestad legítima de éstos». Derecho Canónico # 362 a 367