27 de enero de 2011

Abrazar la realidad

Como es mundialmente reconocido por los expertos, las objeciones que ponemos a la realidad se van adhiriendo al corazón como el exceso de minerales a la raíz de una planta de tal manera que le impide al organismo absorber el agua y los demás nutrientes que le son necesarios para vivir una vida productiva.

Sobre la forma en que se introducen las objeciones al sustrato que es parte del sistema vital de un organismo se ha escrito lo suficiente como para que cualquier interesado en el tema pueda hacer las consultas correspondientes.

A nosotros nos interesa sobre todo analizar el método ampliamente sometido a pruebas de laboratorio y al que se en algunos ámbitos se acostumbra llamar el Método de la Fe.

Nos limitaremos a lo elemental dado que nuestro público no parece estar familiarizado con la semántica y porque, más que ofrecer nueva terminología, deseamos dar a conocer en líneas generales un método que ha probado ser infalible en cuanto a disolver las objeciones de cualquier corazón humano.

El Método es sencillo y la receta no es más que la descripción de algunos puntos en los que el interesado deberá aportar ninguna otra cosa más que su atención.

Receta para disolver objeciones
• Detenerse y observar atentamente los movimientos del corazón ante una crisis*, es decir, someter sentimientos y emociones a la razón.
• Unificarlos buscando su equilibrio.
• Una vez hecho esto le será posible al individuo detectar las objeciones que pone a la realidad, es decir, aquellos sentimientos, emociones o pensamientos que rechazan la realidad tal y como se presenta.

Ofrezco un ejemplo:

El marido está urgido por salir de paseo más su mujer le está retrasando ya que ha preparado agua, viandas, frazadas, cambio de ropa, repelente, protector solar, sombrilla para el sol, un par de toallas extra y parece que no va terminar nunca de acomodarlas dentro del auto. Lleva media hora en ello y el marido enfurruñado se niega a ayudarle lo cual retrasa aún más la partida.

¿Cuál es la objeción aquí?
La objeción es que el marido exige que su mujer considere la aventura de la misma forma, pero eso es imposible, su mujer es su mujer y además de ser mujer la aventura como que no se le da muy bien razón por la cual busca cubrir todos los flancos.

La otra objeción es la de la mujer que no reconoce lo mal que se le da la aventura.

Con objeciones detectadas al marido le será imposible no sentirse impelido a evitar un encontronazo con su mujer que de seguro arruinaría el paseo. Eso, claro, si la mujer tiene un marido listo.

• Una vez hecho esto, el individuo que desee disolver las objeciones deberá rápidamente prestar atención a las exigencias de su corazón.

¿Cuáles son esas exigencias?
Las exigencias normales en cualquier criatura humana venida a la vida: exigencia de justicia, de bondad, de verdad, de belleza, de paz…

Una vez asidas como en un ramillete, el individuo interesado en disolver las objeciones (así como el marido de nuestro ejemplo) se aproximará a la realidad (a su mujer) entregándose a ella en un abrazo.

Abrazar la realidad habiendo reconocido los anhelos del corazón disuelve de inmediato las objeciones.

Nada más intenten la receta y lo verán.

Derechos de autor registrados a nombre de Nuestro Señor Jesucristo.
¡Calidad garantizada!.

* Crisis: todas aquellas personas y acontecimientos ante los cuales reconocemos un rechazo de parte de nuestro corazón.

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