15 de junio de 2011

¡Nuestra lucha por la vida apenas comienza!

La votación quedó extremadamente cerrada: 26 votos en contra y 25 a favor; un solo voto sepultó el proyecto de fertilización in Vitro en Costa Rica. 

El plenario legislativo bullía de actividad y la “barra” no se quedó atrás, me sorprendió y alegró notar que un alto porcentaje de los asistentes eran jóvenes de una parroquia capitalina y que, afortunadamente, muchos otros de nuestros contactos en facebook que ayer no pudieron llegar lo hicieron hoy.

La vidriera que nos separaba de los diputados, igual que ayer, colmada de letreros y a diferencia del día anterior el plenario colmado de diputados que iban y venían murmurando entre ellos mientras a quienes se les había concedido la palabra realizaban sus exposiciones. Y, vaya exposiciones! La del diputado Granados mereció la ovación de la barra así como la de la diputada Chávez. ¡Valientes y determinados se han comportado los miembros de la fracción del PASE!

El diputado Avendaño, por otro lado, tampoco se quedó atrás; más no sucedió igual con la exposición de la diputada Bejarano y el diputado Fishmann quienes se dedicaron a apelar a los sentimientos de los legisladores para obtener de ellos su voto favorable a la FIV (¡Cielos! ¡Y por eso les pagan!)

Por otro lado, los expertos que nos acompañaban en la barra escuchaban concentrados y caminando de un lado para otro interrumpiéndose nada más para cuando quien hablaba merecía un fuerte aplauso. Fueron magnífico apoyo y compañía. 

Algo importante que hemos los costarricenses de observar en las discusiones de los diputados sobre temas de índole científica pero sobre todo moral como es la FIV es la concepción de ser humano que cada uno de los diputados defiende y preguntarnos por quién –finalmente- vota cada uno de ellos? 

Por quién votan? No votan por un proyecto sino por un específico tipo de ser humano. Unos votan por un ser humano que es capaz de -aún en perjuicio propio- defender la vida; otros votan por uno que se esconde tras, por ejemplo, el temor a perder popularidad ante los electores.

En esta votación cada uno de ellos quedó expuesto completamente ante la ciudadanía quien ahora sabrá con qué cuenta en cada uno de sus representantes.

Pues bien, cerca de las ocho de la noche llamaron a votación y segundos después declararon archivado el proyecto de fertilización in Vitro en Costa Rica.

¡Fueron nada más 26 votos contra 25! Lo que, si bien es una victoria, no implica sino solo el principio de una larga lucha a la que esperamos hacerle frente hasta las últimas consecuencias. ¡Faltaría más!

Alguien, por cierto, debería informar a los medios de comunicación que persisten dando lata con el argumento de las posibles sanciones, que el día de hoy la mitad más uno del pueblo costarricense le ha dicho a la CIDH que esperen sentados.

Finalmente y algo de lo que de esta experiencia considero más valioso es que en cuanto se trata de la defensa de la vida desaparecen nuestras diferencias: no existen católicos, cristianos y no creyentes sino un significativo grupo de personas que del lado de la razón y desde la fe en Dios y en el ser humano le echan el cuerpo a cualquier batalla.

Así es mi pueblo, así es mi tierra!

En nombre de todos los costarricenses comprometidos con la vida, agradezco a cada uno que nos encomendó en la Santa Misa y en sus oraciones; recuerden, eso si, que nos deben dejar de hacerlo porque la lucha por la vida para nosotros apenas comienza.

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