Por qué son gordos los curas?
Bueno, no es que todos los curas sean gordos ni siquiera que la mayoría lo sean pero su complexión ayuda a entender muchas cosas.
Yo, que he venido sufriendo por mi peso los últimos años, los comprendo ya que muchas veces no dan los médicos con lo que sucede: uno engorda y engorda aunque se ejercite y se alimente adecuadamente.
El caso es que los curas gordos, como todo gordo, provoca más que compasión un rechazo enorme; así que, imaginen que si los critican por ser curas el que además se los desprecie por ser gordos, ¡la de humillaciones que han de estar pasando!
Porque la verdad que, en lo que todos pensamos cuando vemos a un gordo, es en su incapacidad para cerrar el pico; pero no es cierto, la mayoría de los gordos lo son involuntariamente y eso nunca lo consideramos ni por simple acto de caridad.
Sin embargo los curas, gordos y todo, ahí se les ve haciendo lo que les corresponde. Eso dice mucho no solo de su vocación sino de su calidad humana.
Qué me dice la gordura de un cura? Pues lo mismo que me dice la de cualquier gordo aunque un poco más por ser cura.
Me dice que se ha postergado en bien de los demás. Quizá más allá de lo que el deber llama.
Me dice que, muy probable es que no sepa o que no pueda alimentarse adecuadamente, pero también que, muy probable es que no pueda o no sepa cómo disponer de tiempo para sí mismo y dedicarlo a hacer ejercicio, visitar a un nutricionista o a un médico.
Muy probable es que, por el círculo vicioso de la gordura, su fuerza de voluntad ande por los suelos. Lo que también me dice que debe estar sufriendo porque es cierto que los gordos sufren no solo por los desprecios sino por los daños colaterales que infringe la gordura a la salud en general.
Me dice que, si no recibe apoyo y además no decide cuidarse, probablemente morirá joven y que, si no muere joven, su ancianidad será también difícil de sobrellevar.
En fin, que un cura gordo, por gordo y por cura, ya sea por una u otra razón, es alguien que no solo entrega su vida más allá de lo que el deber manda sino que lo hace con alegría porque, es que acaso se ha visto algún cura gordo que no sea delirantemente feliz?
Yo, es que escribo estas cosas un poco porque es viernes, otro poco porque me hacen rabiar las críticas despectivas de los flacos pero también porque me revienta que no hagamos ni siquiera el mínimo esfuerzo por ponernos en el cuerpo de los demás.
Mucho más grave condición que la de la gordura cargamos muchos quienes, si bien no consumimos alimentos en demasía, lo hacemos de otros bienes que son completamente innecesarios como son los que ofrece el comercio en este famoso Black Friday (Viernes Negro)
En fin… feliz fin de semana a todos, sean gordos o flacos.
Nada más recuerden que tan solo un Black Friday ofrece reservas inagotables.
Ese es el mismo Black Friday que diariamente celebran ante el Altísimo y viven en carne propia, muy especialmente, lo curas gordos.
Bueno, no es que todos los curas sean gordos ni siquiera que la mayoría lo sean pero su complexión ayuda a entender muchas cosas.
Yo, que he venido sufriendo por mi peso los últimos años, los comprendo ya que muchas veces no dan los médicos con lo que sucede: uno engorda y engorda aunque se ejercite y se alimente adecuadamente.
El caso es que los curas gordos, como todo gordo, provoca más que compasión un rechazo enorme; así que, imaginen que si los critican por ser curas el que además se los desprecie por ser gordos, ¡la de humillaciones que han de estar pasando!
Porque la verdad que, en lo que todos pensamos cuando vemos a un gordo, es en su incapacidad para cerrar el pico; pero no es cierto, la mayoría de los gordos lo son involuntariamente y eso nunca lo consideramos ni por simple acto de caridad.
Sin embargo los curas, gordos y todo, ahí se les ve haciendo lo que les corresponde. Eso dice mucho no solo de su vocación sino de su calidad humana.
Qué me dice la gordura de un cura? Pues lo mismo que me dice la de cualquier gordo aunque un poco más por ser cura.
Me dice que se ha postergado en bien de los demás. Quizá más allá de lo que el deber llama.
Me dice que, muy probable es que no sepa o que no pueda alimentarse adecuadamente, pero también que, muy probable es que no pueda o no sepa cómo disponer de tiempo para sí mismo y dedicarlo a hacer ejercicio, visitar a un nutricionista o a un médico.
Muy probable es que, por el círculo vicioso de la gordura, su fuerza de voluntad ande por los suelos. Lo que también me dice que debe estar sufriendo porque es cierto que los gordos sufren no solo por los desprecios sino por los daños colaterales que infringe la gordura a la salud en general.
Me dice que, si no recibe apoyo y además no decide cuidarse, probablemente morirá joven y que, si no muere joven, su ancianidad será también difícil de sobrellevar.
En fin, que un cura gordo, por gordo y por cura, ya sea por una u otra razón, es alguien que no solo entrega su vida más allá de lo que el deber manda sino que lo hace con alegría porque, es que acaso se ha visto algún cura gordo que no sea delirantemente feliz?
Yo, es que escribo estas cosas un poco porque es viernes, otro poco porque me hacen rabiar las críticas despectivas de los flacos pero también porque me revienta que no hagamos ni siquiera el mínimo esfuerzo por ponernos en el cuerpo de los demás.
Mucho más grave condición que la de la gordura cargamos muchos quienes, si bien no consumimos alimentos en demasía, lo hacemos de otros bienes que son completamente innecesarios como son los que ofrece el comercio en este famoso Black Friday (Viernes Negro)
En fin… feliz fin de semana a todos, sean gordos o flacos.
Nada más recuerden que tan solo un Black Friday ofrece reservas inagotables.
Ese es el mismo Black Friday que diariamente celebran ante el Altísimo y viven en carne propia, muy especialmente, lo curas gordos.