Qué vergüenza!.
El solo haberme atrevido a titular de esta manera esta nota me hace sentir avergonzada y esto porque no soy de las que normalmente se atreverían a llamar tan irreverentemente milagrosos a unos frijoles pero es que, honestamente, no supe qué mejor título ponerle y les voy a contar por qué.
Recuerdan que mencioné que el domingo estaba muy emocionada por ir a la misa para comulgar por primera vez de rodillas y en la boca?Pues si, tiene que ver con esto el relato de los frijoles del milagro.
Resulta que en la dieta tica los frijoles son fundamentales, a mi misma no me gustan mucho, pero a papá si y una vez por semana los pongo en agua por 24 horas y al día siguiente los cocino en la olla de presión por 20 minutos no más.
El domingo, descubrí que había dejado los frijoles desde el viernes en agua y que estaban a punto de germinar, así que me apresuré en la mañana, antes de misa, para ponerlos a cocer como de costumbre. Los puse a las 9:55am a fuego medio y me fui a duchar para salir luego corriendo a meterme al carro porque se me hacía tarde para la misa.
De regreso de misa, a las 12:30 pm -más de dos horas después- venía de camino para la casa y en eso recordé que había dejado los frijoles cociendo a fuego medio y que solo necesitaba dejarlos por 20 minutos antes de que se deshicieran o se quemaran.
Detuve el carro y con el celular llamé a mi hermana que vive al lado y quien muy asustada me dijo que iría a revisarlos.
Cuando llegué a casa, resignada a botar los frijoles a la basura, me encuentro con que ni se quemaron, ni se pegaron, ni les faltó agua, y se cocieron de la forma más tierna y deliciosa que jamás he podido hacerlo.
Le conté hoy martes a la señora que me asiste -y que por mucho tiempo cocinó para nosotros cuando yo trabajaba fuera de casa- y se quedó con los ojos cuadrados, dijo:
-“Era para que se quemaran. ¿Más de dos horas a fuego medio y no se quemaron?”.
-“Era para que se quemaran. ¿Más de dos horas a fuego medio y no se quemaron?”.
-“Ajá". Asentí.
- "Y vea", señalé, "vea qué ricos quedaron los frijoles milagrosos”.
Ahí fue cuando afirmó de manera rotunda: -“Usted se fue para misa y el Señor se quedó aquí vigilándole los frijoles”.
Claro que si. Por supuesto que fue así.
Son o no son los esos los frijoles del milagro?