Luis Fernando Pérez ha dicho:
A lo que rastri ha comentado:
-"El día que todos los príncipes de la Iglesia hablen así: ¿Seremos un pueblo de Reyes, un pueblo de Dios..? ¡Yo creo que sí, que ellos hablarán y que todos seremos!"
Y yo añado:
- "No tenemos que esperar porque ¡Nuestro estatus nobiliario ha sido comprado con la sangre del Hijo de Rey!. Ya somos co-herederos en el Hijo, lo que nos constituye en príncipes, ¡auténticos príncipes y princesas!. Un Pueblo de Reyes".
Es importante, digo yo, que –aunque un Obispo se haya despistado un poco (o mucho) de su identidad como Príncipe de la Iglesia o que se le haya desfigurado un poco (o mucho) en su conciencia por razón de los años y lo que conllevan- nosotros no perdamos de vista el nuestro, porque éste es fruto de la gracia que, ciertamente, no depende de que un Obispo hable o deje de hablar, es un don recibido por nuestra inserción en Cristo mediante el Bautismo, o es que acaso se nos olvida?
Pretendo no más con esta entrada resaltar que el clamor de Luis Fernando no tiene por qué esperar respuesta, ya la ha obtenido por el don de la Fe; y que la ilusión de rastri no tiene por qué esperar porque ya obtenido en la Esperanza el sustento que necesita.
Que algunos (o muchos) de nuestros amados Obispos estén requiriendo un extreme-makeover sobre su identidad de Príncipes de la Iglesia es cuestión de que concerten cita con el Cirujano.
Se habrá visto procedimiento más rápido y efectivo?
Se habrá visto procedimiento más rápido y efectivo?
Y bien, pues para concluir y hablar en serio, se imaginan que todos los príncipes de la Iglesia hablen así?
Para conocer cómo habla un Príncipe de la Iglesia, sigue este enlace
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Oración
Ven, Espíritu Santo, manda tu luz desde el cielo.
Sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma al Espíritu indómito,
guía el que tuerce el sendero.