1 de diciembre de 2009

¿Homofóbicos panderetas?

Unas entradas atrás y en relación a que no tenía claro entonces cómo responder a la etiqueta de “homofóbicos panderetas” que nos colocaron a los católicos en la Marcha por la Vida y la Familia, he decidido hacerlo, para mayor gloria de Dios, ofreciéndoles en esta entrega una síntesis que he elaborado de la Introducción y el Capítulo I del Documento de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre las “Consideraciones acerca de los proyectos de reconocimiento legal de las uniones entre personas homosexuales” que me ha hecho llegar tras una consulta, el Presbítero Sixto Eduardo Varela, costarricense que estudia en el extranjero.

Este documento está dirigido a Obispos, políticos católicos, creyentes y personas comprometidas en defensa del bien común y se propone ofrecerles argumentos para elaborar pronunciamientos específicos así como para iluminar y orientar el quehacer de todos ellos.

Lo ofrezco de esta manera a quienes se les dificulta la lectura y comprensión de documentos más elaborados y si de paso sirve para que alguna persona homosexual comprenda que su juicio sobre nosotros no está sólidamente fundamentado, me daré por satisfecha.

Sin más preámbulo, la síntesis mencionada:

La moral cristiana se opone tanto a:

  • 1) ”… la aprobación de las relaciones homosexuales como
  • 2) a la injusta discriminación de las personas homosexuales”

La moral cristiana se opone a la aprobación de las relaciones homosexuales en razón de:

a) La Ley Natural ante la cual “Ninguna ideología puede cancelar del espíritu humano la certeza de que el matrimonio en realidad existe únicamente entre dos personas de sexo opuesto, que por medio de la recíproca donación personal, propia y exclusiva de ellos, tienden a la comunión de sus personas”.

La certeza del que el matrimonio existe únicamente entre personas dos personas de sexo opuesto no puede ser cancelada debido a que el ser humano así lo ha reconocido y lo ha dejado plasmado de diversas formas lo largo de la historia y de manera particularmente clara en la Revelación.

La moral cristiana se opone a las relaciones homosexuales también en razón de:

b) Los datos de la Revelación, de los cuales se deduce:

  • Que existe complementariedad e igualdad en el hombre y la mujer. La sexualidad los complementa pero también los vincula en cuanto materia y espíritu. “[ ]… en el designio del Creador complementariedad de los sexos y fecundidad pertenecen, por lo tanto, a la naturaleza misma de la institución del matrimonio”.

  • Que el hombre y la mujer participan en razón de su complementariedad como colaboradores de la obra creadora de Dios.“Dios ha querido donar a la unión del hombre y la mujer una participación especial en su obra creadora”.

  • Cosa que no es poca cosa, ya que este vínculo de la complementariedad además ha sido elevado “por Cristo a la dignidad de sacramento. "[ ]…el matrimonio cristiano es signo eficaz de la alianza entre Cristo y la Iglesia”, lo que equivale a decir que el matrimonio es signo de la unión sagrada e indisoluble que ha realizado Cristo con la Iglesia.

De los datos de la Revelación se concluye que:
  • Dios no ha mencionado nada acerca de las uniones homosexuales en relación a su designio. “No existe ningún fundamento para asimilar o establecer analogías, ni siquiera remotas, entre las uniones homosexuales y el designio de Dios sobre el matrimonio y la familia”.


Para finalizar diremos que, si bien la Revelación señala que la homosexualidad es un desorden o anomalía (cf. Rm 1, 24-27; 1 Cor 6, 10; 1 Tim 1, 10), no es posible concluir de ello que la persona homosexual es responsable de su homosexualidad, lo que implica que:

• la homosexualidad de ninguna manera puede ser razón para la descalificación o censura de las personas homosexuales, antes bien, la Iglesia enseña que «deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta» (1)

Concluyendo, la conciencia moral de un católico le exige “ser testigo, en toda ocasión, de la verdad moral integral, [moral] a la se oponen:
• tanto la aprobación de las relaciones homosexuales
• como la injusta discriminación de las personas homosexuales”

Luego de leer y comprender esta magnífica y clara enseñanza del Magisterio, nos corresponde nada más, actuar de acuerdo a ella.
-------------------------
(1) Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2358; y, Congregación para la Doctrina de la Fe, Carta sobre la atención pastoral a las personas homosexuales, 1 de octubre de 1986, n. 12.

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...