17 de diciembre de 2009

Pequeñas victorias cotidianas

Estos gringos, como pocos, tienen esta asombrosa capacidad de convertir lo cotidiano en un fenómeno mediático. Logran transformar en libros y películas o lo que es lo mismo: en grandes sumas de dinero, lo que a una buena mujer, que es como cualquiera de nosotras, le sucede en la cocina de su casa.

Ese es el caso de la película que vi anoche con papá: Julie&Julia
(No es cierto, la vi yo, papá se quedó dormido)

Bueno, y no es que me esté quejando de que estas mujeres hayan obtenido, al lado de la realización personal que deseaban, el dinero para disfrutarla, por supuesto que no, pero lo que estos gringos benditos nos hacen perder de vista es que el éxito de estas mujeres no radica en haber llegado a publicar sus libros y haber recibido mucho dinero por ello, sino por todo lo que detrás, o más bien, dentro, sucedió con ellas.

Qué sucedió? Sucedió que lograron superar sus temores y echaron a volar como pajarillos, eso no más. Lo lograron con el apoyo de sus esposos y amigos, debido a una firme voluntad, al ejercicio de su libertad, gracias al poder de razonar así como el de dar y recibir afecto. En ello es en lo que, verdaderamente radica su éxito, fuera del reconocimiento que recibieron del exterior, la aprobación que necesitaban la encontraron en ellas mismas disfrutando de lo que sabían hacer bien: cocinar.

Sirva esto de consuelo, pero sobre todo de aliento, para todas aquellas mujeres que como éstas, se esfuerzan cada día en proveerse a sí mismas de un lugar en el mundo, porque es bien sabido que a pesar de los "grandes avances de la civilización", si las mujeres no buscamos nuestro rinconcito, nadie nos lo dará (de no ser Dios, por supuesto, pero eso solo las cristianas lo sabemos)

Y sirva también de ejemplo, de que no hace falta ser intelectual o una rebelde redomada para obtener dicha aprobación, basta con tomar conciencia atenta y también tierna y apasionada de uno mismo.

Cuánto gusto me daría que cada una de nosotras jamás perdiera de vista que cada una de nuestras victorias cotidianas, si bien no nos son reconocidas por grandes sumas de dinero y aprobación de las masas, son valiosísimas solo porque son nuestras victoras personales que no por cuánto ninguno crea, sino por lo que creamos en nosotras mismas, jamás habríamos alcanzado.

¡Bendito Dios, por nosotras las mujeres!

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...