25 de diciembre de 2009

Un villancico que atesoro

Desde niña, papá -que es hombre radio y teatro- coleccionaba discos o Long Play, como se les conocía. Debido al alto aprecio que tenía, y tiene, por la formación musical, nos proveía a sus hijos de instrumentos musicales, tocadiscos, libros y cuanta cosa consideraba útil para la formación de nuestra sensibilidad.

Atesoro esos discos, aún los conservamos, por ejemplo, uno de ellos es de Maurice Chevalier de quien papá me decía que era mi tío, seguramente por conquistar mi atención. A Chevalier lo escuchaba con el cariño que se le escucha a un tío que canta muy bonito.

Papá nos inventaba historias los domingos cuando, mis hermanos y yo echados en su cama, escuchábamos música de los grandes autores de la música clásica. Todas esas piezas musicales son dueñas de un cuento creado por papá y nosotros.

También nos inventaba canciones para que las cantáramos, por ejemplo, nos escribió la letra para una pieza musical de un disco de Mantovani para celebrar el 80º Aniversario del natalicio de mi abuela materna, canción que aprendimos y cantamos todos los nietos el día de la fiesta de su cumpleaños.

En este disco de Mantovani había un villancio, había una canción que a mi me resultaba adorable, la tarareaba sin saber lo que decía, solo sabía que era para el Niño Dios porque decía Mio Bambino, mio divino... de ahí lo deduje, no se cómo.

Pues bien, hoy, cuál no fue mi sorpresa que Juanjo Romero, para desearnos feliz Navidad, colocó el video de esta canción olvidada en mi memoria que resultó ser un villancico y que, precisamente hoy, el día de Navidad me trajo tan buenos recuerdos. Es un poema escrito por san Alfonso María Ligorio. ¡Bellísimo!

Pues bien, sin el permiso de Juanjo Romero, les dejo el enlace a su blog aquí pero también el video del villancico Tu scendi dalle stelle cantado por niños, seleccioné éste y no otro, porque cualquiera de esos niños cantores podría haber sido yo y se me hace muy bonito poder -como aquella niña que fui- unirme a estos chicuelos para adorar y cantar al Niño en este día.



Aquí la letra en castellano:

Bajas desde las estrellas
¡Oh, Rey del Cielo!
y vienes a una gruta, al frío y al hielo.
y vienes a una gruta, al frío y al hielo

Oh, mi Niño divino,
te veo aquí, temblando

Oh, bendito Dios!
¡Cuánto te costó el haberme amado!
¡Cuánto te costó el haberme amado!

A Ti, que eres el Creador del mundo
faltaron pan y fuego, ¡oh mi Señor!
faltaron pan y fuego, ¡oh mi Señor!

Querido elegido, pequeñín,
¡esta tu pobreza cuánto me enamora!
Ya que te hiciste amor aún más pobre
Ya que te hiciste amor aún más pobre

PD. Saben qué? Vengo a caer ahora en la cuenta de que esta formación que nos dio mi padre ha de ser la razón por la que en casi todas mis entradas a este blog coloco música. Para mi la vida y la Belleza, o sea Dios, están íntimamente relacionados.



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