Algo tiene mi gente que me roba el corazón

Sabén? Hoy fue día de fiesta nacional en mi país. Hoy fue el Traspaso de Poderes y a doña Laura Chinchilla le fue entregada la banda presidencial.

Somos cosa rara los ticos o quizá no, la verdad no lo se, pero sobre que muchos tienen buen corazón y se olvidan pronto de los agravios no puedo mentir. Lo hacen, la gente aquí sabe perdonar, y olvida, eso es lo mejor.

Hoy, por ejemplo, olvidándonos de nuestras diferencias, nos sentíamos familia y estuvimos pendientes a lo largo del día de lo que sucedería. Y así somos siempre, con las catástrofes naturales, las olimpiadas, pero sobre todo con el fútbol. ¡Hay que ver la delicia que es conducir en la ciudad desierta cuando juega la Selección Nacional!

Mucha gente madrugó para estar en La Sabana, el mayor parque de la capital donde se realizaría el evento, muchos se hicieron presentes, principalmente mujeres que fueron las que eligieron a doña Laura, me imagino que no querían perder detalle.

Todo el día, todo el mundo, prendido del televisor, la radio, el internet y en la noche el hermoso concierto con cierre de fuegos artificiales.

Se leían comentarios divertidísimos en facebook, desde gente que decía que tenía un nudo en la garganta, hasta otros que no hacían más que quejarse de alguna cosa, unos que no se aguantaban y como si gritaran escribían entusiasmados:¡VIVA COSTA RICA! y otros, esos ateos locos que me los encuentro hasta en la sopa, aprovechaban cada comentario para, dirigiéndose a mi, meter su cuñita.

El talento nacional se desplegó de hermosa manera: Bryan Ruiz el mejor futbolista en la actualidad, entró con la bandera al acto oficial, Debi Nova quien ha llegado al top de Billboard en el género de la música bailable puso -ovbio- a todo el mundo a bailar (y a los señores a suspirar), Iride Martínez la soprano fue recibida con aclamaciones, Mal País y Editus cerraron el concierto con Ruben Blades, un cierre fenomenal que puso a nuestra Presidente a bailar salsa (Se imaginan a la Reina Sofía en ese plan? No, eso solo pasa en mi país, por eso digo).

Mi gente sabe cómo divertirse, les gusta jugar y reír, hacer bromas hasta de lo más patético o dramático, saben sacar lo mejor del ridículo que siempre hacemos, como el recurrente pésimo sistema de sonido que ofrecemos a los artístas internacionales. La verdad, da tanta risa que siempre, no bien aparece alguien famoso en el escenario, el sonido se estropea arruinando la fiesta y hoy no fue la excepción.

Es tan cómico mi país, tan chiquito, tan simpático, tan juguetón, y a la vez tan "creído", tan "matón" y "juega de vivo", que da risa, risa y ternura a la vez da mi país, no en vano, nos han colocado en las estadísticas como el país más feliz del mundo.

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Por cierto, claro ejemplo de la forma entusiasta y alegre con que nos tomamos todo, es el correo que me llegó y que ofrecí en la entrada anterior.