Joseph Ratzinger, como cardenal y hablando a los participantes en el «Meeting» de Rímini 2002 (Comunión y Liberación) acerca del concierto de Bach dirigido por Leonard Bernstein en Munich decía: "En esa música se percibía una fuerza extraordinaria de Realidad presente, que suscitaba, no mediante deducciones, sino a través del impacto del corazón, la evidencia de que aquello no podía surgir de la nada; sólo podía nacer gracias a la fuerza de la Verdad, que se actualiza en la inspiración del compositor".
Pues bien, no me considero una persona con una alta sensibilidad artística, ni siquiera alguien muy culto como para disfrutar intelectualmente de las grandes obras de arte, pero aunque ni muy sensible ni muy culta, disfruto enormemente de todo tipo de pequeñas tareas que realiza el hombre con destreza innenarrable, como la jardinería, la cocina, la restauración de libros u obras de arte, la fabricación de instrumentos musicales, labores por el estilo y por qué no, de la cerámica.
Alguno de ustedes ha tenido en sus manos una "pelota" de barro sobre un torno e intentado darle forma de "algo", de lo que sea? Yo si y no tienen idea de las horas y horas que toma al cuerpo y a la mente desarrollar y coordinar la sensibilidad del tacto con la fortaleza en los brazos, para modelarla. Por eso quizá ha sido el impacto en mi corazón cuando vi el modelado de este "pottery flower" que les traigo.
Ahora, presten atención a ustedes mismos en su interior mientras lo observan: primero que todo y en relación a lo que mencionó el Papa, noten la fuerza extraordinaria de la Realidad presente, luego el impacto en su corazón y más adelante la certeza de que esta obra no podría surgir de la nada, sino de la fuerza de la Verdad que se actualiza en la inspiración del compositor, artesano, en este caso.
Tras la última nota de aquél concierto, el obispo evangélico Hanselmann (quien se encontraba a su lado) y Joseph Ratzinger se miraron espontáneamente y dijeron: «Los que hayan escuchado esta música saben que la fe es verdadera».
Por eso, aunque ni altamente sensible ni culta, digo con ellos: ¡Absolutamente de acuerdo! La fe es verdadera.
