...tendría que dejarle de mover la culpa.
El ser humano ha sido creado para entrar en armonía con Dios y sus semejantes mediante la fidelidad a las propuestas divinas, a la manera de la Trinidad, cada vez que las rechaza sobreviene la culpa.
La culpa se puede o no admitir, se puede o no enfrentar. Si se la enfrenta, es posible -con la ayuda de Dios- recuperar la armonía perdida, si se no se la enfrenta -que implica rechazar la ayuda divina- carcomerá como una cangrena, separando, dividiendo, destrozando lo que estaba llamado a manifestar lo contrario.
Por eso la culpa aceptada y bien entendida, sirve como medio para alcanzar la salud.
Por eso la culpa aceptada y bien entendida, sirve como medio para alcanzar la salud.
El Padre lo sabe, por eso su Hijo ha venido al mundo, a mostrarnos que la culpa es superada por el perdón y para a la vez mostrarnos que la medida del amor es la medida del perdón, esto es: conoces cuánto amas si conoces cuánto perdonas. En esto radica la prueba de su amor, Dios perdona siempre, porque siempre ama. A eso nos llama Cristo, a perdonar siempre para estar en posibilidad de amar cada vez más y mejor.
El Padre lo sabe, por eso, basta que confiemos en el Hijo, basta que confiemos en su Palabra, aceptemos su ayuda y le emulemos, basta que admitamos la culpa, pidamos perdón y perdonemos para que al mundo lo pueda mover el amor.