La violencia con la que arremete la naturaleza contra el hombre es emocionalmente devastadora ya que lo despoja de seguridad, lo hace verse indefenso y frágil ante una fuerza sobre la que no tiene ningún control. El mismo efecto tiene la violencia entre las personas. Ambas son fuerzas que se asemejan en cuanto son irracionales. No se, realmente, cuál de las dos es peor.
Compadézcase Dios de sus criaturas en ambos casos, tenga piedad del violento y del violentado.
Amén
Compadézcase Dios de sus criaturas en ambos casos, tenga piedad del violento y del violentado.
Amén