En realidad los "ticos" no deberíamos quejarnos, hace muchas décadas gozamos de educación general básica, los niveles de analfabetismo son mínimos y además, porque aún para esta porción de la población adulta que no consiguió su educación, existen opciones eficientísimas como el ICER.
Contamos, debido a iniciativas tanto privadas como públicas, con suficientes recursos para alcanzar niveles de educación aceptables, sin embargo, y a pesar del relativamente bajo costo de la educación, no es completamente gratuita y esta realidad se le echa encima a cada padre de familia por esta época del año.
Como referencia, consultando en internet, el Ministerio de Educación ha debido admitir que no es barato. Los precios del paquete completo de útiles escolares este año alcanza los 52mil colones y ese monto, para un obrero de construcción, que gana -según la Ley- un promedio de 125mil por semana y que por lo regular tiene más de un hijo, quizá dos o tres, "pega dura la cosa".
Yo misma, ayer hablando con mis cuatro compañeros de trabajo me decían que están preocupados. Sacamos la cuenta de cuántos cuadernos necesitan y son 66 a 1.040colones cada uno, lo que hace un total de 68.640mil colones, eso sin considerar los demás artículos y si incluir los uniformes, que consisten en pantaloncito o enagua, blusas o camisas, medias y zapatos. Solo el monto que estas cuatro unidades familiares tendrían que invertir "por lo bajo", cerca de $400 dólares americanos.
En vista de la descomunal cifra, estoy organizándome con ellos para comprarlos al por mayor a través de una empresa que está considerando ofrecérselos financiados.
Este caso, por supuesto, no es aislado. Tan urgente se pone la "entrada a clases" en nuestro país" que existen grupos que se organizan para recolectar útiles escolares para comunidades enteras, como es el caso del grupo Varma que los recolecta para la comunidad de los hijos de los pescadores de la Isla Chira, la cual hasta hace pocos años cuenta con escuela, antes, los niños debían viajar en lancha hasta la más cercana sobre las aguas de un golfo que no todos lo días amanecía de buen talante.
Afortunadamente, hoy en día también los diputados puntarenenses están haciendo algo más por estas comunidades, como por ejemplo, acercarse a la UNED (Universidad Nacional Estatal a Distancia) para coordinar con ellos el que aproximen sus servicios a los habitantes de Chira e islas circunvecinas. Cuando lo consigan, ciertamente, será éste un logro admirable.
Pues bien, como dice nuestra Constitución, la educación en Costa Rica es gratuita y obligatoria, pero en la práctica -como está probado por la experiencia- está lejos de ser gratuita.
A pesar de los obstáculos, y no se si es porque somos el país más feliz del mundo (¿o por nuestra mayoría católica y cristiana, quizá?), pero en cuanto a la capacidad organizativa y la solidaridad que mostramos en estos casos, no puede menos que quedarme un buen sabor de boca.
Claro, muchos de ustedes pensarán que deberíamos empezar por hacer valer la palabra de la Constitución, tienen razón y en eso estamos, pero mientras eso sucede, mejor -para salir del paso- nos ayudamos entre todos.
