Ustedes saben, por lo regular, uno prepara meticulosamente las entradas al blog, exceptuando claro, aquellas que son "impulsos", esas que son cortitas y apasionadas. Pues bien, yo, que tan despistada soy, anduve muy atareada con el nuevo grupo que abrimos en facebook y que nombramos La Belleza es Dios, labor que tomó buena parte de mi tiempo el día de hoy.
Hasta hace una hora, aproximadamente, me di cuenta que no me había preparado en relación a la Fiesta del Bautismo del Señor. Fue así que, como siempre hago, hice mis lecturas, recopilé información, la reflexioné, y aquí se las traigo.
Una de las lecturas fue la Homilia de Benedicto XVI correspondiente a la Fiesta del Bautismo del Señor del año pasado y escuché también la Homilia del Padre Juan Pablo Esquivel en facebook. Estando en esto, pensé que más tarde iría a buscar un ícono del Bautismo del Señor, para ilustrarla.
La homilía del Santo Padre menciona "El Bautismo es, por decirlo así, el puente que Jesús ha construido entre él y nosotros" es además "el camino por el que se hace accesible [ ]; es el arco iris divino sobre nuestra vida, la promesa del gran sí de Dios, la puerta de la esperanza y, al mismo tiempo, la señal que nos indica el camino por recorrer de modo activo y gozoso para encontrarlo y sentirnos amados por él".
El Bautismo,en síntesis, es camino, arco iris, promesa, puerta y señal. ¡Maravilloso! Suficientes imágenes para que la mente elabore un concepto claro y una síntesis precisa. ¡Excelente!
El Padre Juan Pablo, por otro lado, ha mencionado en su homilía la diferencia entre el Bautismo de Juan en agua y el Bautismo de Cristo en Espíritu Santo y Fuego; al respecto ha dicho "los bautizados por Juan se transforman en personas penitentes pero los bautizados en Cristo, en hijos de Dios".
Fue en este momento que recordé la oración que hice hoy a la hora del almuerzo (ustedes saben, tengo esa extraña costumbre), dije algo así: "Padre, te doy gracias y te bendigo, te bendigo por ser Padre y por amarnos con el mismo amor que amas a tu Hijo".
Claro, lo he sabido siempre, es una de esas frases de la doctrina que como catequista de Bautismo utilizaba, pero no se por qué hoy, al decirla para mi, causó un fuerte impacto, tuve que determe y repetirlo, la dije dos veces, la segunda degustando cada palabra que como rayos de luz labraron en mi alma la certeza, fue un momento sublime, "gracioso", maravilloso. En eso quedó todo y seguidamente almorcé.
Pues bien, hace una hora estaba elaborando esta entrada y con la idea en mente del Bautismo como puente me fui a buscar el ícono con que pensé ilustrarla y como no tenía idea de cómo podría lucir me fui a google muy entusiasmada como quien se dirige a una fiesta.
Las imágenes en google deben ser ampliadas para observarse mejor, pues eso hice, encontré una chiquita con colores brillantes que llamó mi atención y que me pareció con buena definición, la amplié e inmediatamente ¡vi el puente! Jesús, en su Bautismo sirviendo como puente en el Jordán. Pueden verlo entre Juan a la izquierda y los ángeles a la derecha? Jesús en su Bautismo es puente entre el cielo y la tierra.
Pero la cosa no termina ahí, también...¡vi el camino! O no se presentan Jesús y el Jordán como una misma cosa? Agua y vida divina, como un camino que se dirige a la parte superior del ícono ¡a las alturas!.
¡Vi el arco iris! Porque no es acaso esta imagen en si misma, toda ella, una compilación bella y completa de la escala luminosa?
Además ahí estaba ¡la promesa!, el gran si de Dios que es el Espíritu Santo.
Y, luego, ¡vi la puerta! que es la Esperanza, representada en las hojitas verdes del pequeño árbol abajo a la izquierda, árbol que -desde mi ignorancia en estos temas- interpreto como el árbol de donde se tomará el madero de la Cruz, porque en el Bautismo del Señor se anticipa su muerte y en ella, la nuestra al pecado.
Por último, también ¡vi la señal! que es Cristo mismo -Hijo predilecto- humildemente entregado a la voluntad del Padre, transformándose en su Bautismo para el hombre en puente, camino, arco iris, promesa, puerta y señal.
Hoy decía mi progenitor, que los creyentes nos manejamos en la vida con imágenes metafísicas, lo que constituye una diferencia importante con los ateos, pues ellos se manejan con imágenes físicas sobre todo, es decir, imagénes de lo tangible, lo verificable, me explico?. La posiblidad que nos ofrecen las imágenes metafísicas a los creyentes, decía, es la generación de conceptos que son medio para vincularnos con la trascendencia, y creo que en este caso, mi padre tiene razón.
Pues bien, sirva esta entrada para dejar constancia en este día -y como pocas veces-, día de la Fiesta del Bautismo del Señor, la variedad de sucesos, palabras, imágenes, conceptos y certezas con los que esta cristiana ha mirado la vida hoy, espero que para ustedes esta fiesta, sea un regalo así de invaluable también.